El desafío de pedalear en Río Gallegos

El ciclismo como deporte está reglamentado e institucionalizado, pero como medio de transporte los protagonistas denuncian hay un largo camino que recorrer.

Las bicisendas dentro de la ciudad se hallan en espacios como lagunas y el parque urbano pero quienes hacen de la bicicleta su medio de transporte identificaron muchos desafíos en sus recorridos por Río Gallegos.

No sólo para autos- “Falta educación vial en general” denunció Paula Bruna Montaña. La joven instructora de yoga y niñera explicó que se traslada en dos ruedas por los beneficios ambientales y corporales que conlleva esta práctica pero que muchas veces no le quedan más opciones.

Cabe destacar que la empresa de transporte público muchas veces pone en circulación un colectivo por línea, acotando las opciones y otorgando unos 45 minutos de espera entre cada unidad. Desde su perspectiva, en la ciudad hay tendencia a creer que la calle es sólo para autos y medios como bicicleta, patineta, longboard y patines quedan vulnerados.

“Es un error y lleva a agresiones constantes contra los ciclistas” lamentó. También resaltó muchas veces quienes circulan en bicicleta no utilizan el carril derecho o lo hacen en contramano, poniéndose en peligro y desconociendo las normas vigentes.

Pésimo estado de calles- A la conciencia colectiva se le suman los inconvenientes de la infraestructura urbana. “El estado de las calles hace que la bicicleta se rompa seguido o que debamos evitar grandes charcos de cloaca” describió la joven. De todas maneras resaltó que el uso de ella es buena para la salud y un método rápido que muchas veces permite una circulación aún más rápida que los autos.

Esta es una de las causas por las que Paola Aldeca es ciclista de ciudad hace 10 años y hoy con 33 años siendo empleada pública vuelve a elegir este medio de transporte. “Me hace sentir feliz, me encanta” expresó. Pero no dejó de caracterizar un escenario con dificultades, insistiendo con la falta de respeto de parte de los automovilistas a la hora de ceder los pasos y respetar los carriles.

“Siempre hay que circular con precaución, falta la señalización para las bicicletas” denunció y agregó que una herramienta para terminar la vulneración de los derechos de quienes pedalean deberían brindar más información desde los entes de Vialidad. Si bien ve más gente en dos ruedas por las calles de Río Gallegos no percibe un crecimiento abrupto y explicó que el desafío continuará en invierno. “Mientras no caiga nieve o escarche mucho, no voy a guardar la bici” detalló haciéndole frente al frío patagónico.

Tenencia responsable- El uso de gaseosa cola, cadena líquida y desinflar un poco las ruedas para impermeabilizar, generar más resistencia y a evitar los resbalones son algunos consejos de Julián Quirós, un periodista de 28 años que también pedalea en el frío. Lo hizo en Buenos Aires y ahora continúa en Santa Cruz. Identificó estas latitudes como complicadas más allá de la época y resaltó la dificultad que representan las calzadas congeladas. Explicó que desde una bicicleta la perspectiva de la ciudad es distinta, que uno presta atención de otra manera al entorno que lo rodea al circular en auto.

“Se ven muchas cosas muy bonitas y otras no tan bonitas pero que hay que verlas”, explicó. El joven identificó falta de conciencia en conductores y ciclistas. En cuanto la circulación en las calles destacó que falta de bicisendas llevan a que “uno tenga que ir abriéndose camino como pueda” entre los autos.

También reconoció que quienes utilizan este medio de transporte muchas veces circulan a contramano, por la vereda o sin el uso de vestimenta refractaria.

“La principal dificultad son los perros, es muy complicado a la hora de andar. Uno va forjando su carácter y se acostumbra, pero representa un peligro, sobre todo para los más jóvenes” concluyó Quirós.

Todos los que pedalean en Río Gallegos coincidieron unánimemente en un factor que permitiría una mejor solución para ejecutar su medio de transporte: La tenencia responsable. En conclusión, montar una bicicleta en la ciudad no es tarea fácil pero sigue siendo un medio de transporte sustentable, saludable y elegido.