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Aprovechamiento sostenible para riego en los campos santacruceños

La Agencia de Extensión Rural Río Gallegos del INTA continúa trabajando en el proyecto “Agua de mallines para riego”. El mismo se está efectuando en el sur de la provincia, y se encaró en función de las demandas del sector productivo. Su propósito es facilitar el aprovechamiento sustentable del agua del río.  

  • 16/04/2019 • 10:16

Años de estudios, pruebas e intercambio de saberes con técnicos y productores se continúan gestando por el aprovechamiento sustentable del agua para riego en mallines y así lograr maximizar y estabilizar la producción ganadera y además recuperar áreas degradadas.

Es por esto que la Agencia de Extensión Rural de Río Gallegos de la estación Experimental Santa Cruz del INTA se está llevando adelante un proyecto por el aprovechamiento sustentable del agua de riego en mallines.

En este marco, la Ing. Agr. Virginia Sturzanbaun de la Agencia de Extensión Rural Río Gallegos ha explicado que se fueron realizando diagnósticos participativos y en función de esto se fueron fijando los objetivos de la iniciativa y las líneas de trabajo a seguir.

Esto demandó que tanto técnicos como productores santacruceños se capaciten de forma teórica y práctica en riego, así como también se recorrieron obras de riego ya construidas, lo que sirvió para analizar tanto sus beneficios como sus contras.

Este trabajo por la factibilidad de riego en los establecimientos productivos requirió de mucha prueba. Tal es así que además de los cursos se efectuaron modelos de simulación para encontrar el negocio más conveniente al momento de querer aprovechar mallines, y pariendo de ese punto analizar qué circunstancias llevaron a buscar alternativas que motiven la creación de este tipo de obras o bien repensar las ya realizadas, y cuáles son sus efectos y qué cosas se pueden ir mejorando.

Redistribución del agua

A través de la “Evaluación objetiva de la condición de mallines de Santa Cruz” presentada en mayo de 2010 por el Ing. Agrónomo Ormaechea; el Ing. Agrónomo Suárez; el Ing. Forestal Peri; y

Ing. Agrónomo Utrilla especifica que los mallines o vegas son praderas húmedas de hierbas y pastos que en Santa Cruz se distribuyen en tres grandes zonas: planicies de inundación de los principales valles fluvioglaciales, laderas de las mesetas volcánicas y planicies de acumulación glaciaria y subglaciaria.

Estos ecosistemas representan un recurso forrajero valioso para el ganado vacuno y ovino debido a la diversidad de especies, la alta productividad (hasta 10.000 Kg MS/ha) y calidad del pastizal. Por otra parte, los mallines poseen un sector húmedo y un sector periférico con un menor contenido de humedad en el suelo, lo cual incide en la productividad del ecosistema. La temporada de pastoreo de los mallines, debido al anegamiento y las bajas temperaturas invernales de la región, se inicia el 15-30 de noviembre y finaliza a mediados de otoño, definiendo un período útil aproximado de 150-180 días.

En Patagonia Sur, el manejo tradicional de los campos implica altas presiones de pastoreo sobre estos ambientes, que generalmente no están separados de las pampas. El sobrepastoreo en numerosos mallines resulta en distintos grados de deterioro. Como consecuencia de ello, es común observar la pérdida de cobertura vegetal, reemplazo de las especies vegetales más palatables por otras de menor calidad forrajera y compactación del suelo por pisoteo, lo cual aumenta la susceptibilidad a la erosión hídrica y eólica. Además, el sobrepastoreo altera la dinámica del agua en el perfil del suelo, ocasionando grandes cambios de estado que en algunos casos se manifiestan con la aparición de cárcavas. Por otra parte, indican que la erosión que desencadena el pastoreo en los mallines produce la acumulación de material fino en los cañadones, desvirtuándose el carácter de humedal por invasión de elementos xéricos de la estepa.

El aumento de la salinidad es otro indicador del deterioro de los mallines. La disminución de la cobertura vegetal induce una mayor tasa evaporativa sobre el suelo desnudo provocando un aumento en la concentración de sales.

A fines de 2017 el equipo de trabajo del proyecto se dirigió hasta la estancia Ruben Aike, sitio en donde se instaló el área demostrativa de irrigación en mallines.

Al respecto, la Ing. Agr. Sturzanbaun detalló que se efectuó en un área de la vega húmeda y semihúmeda. Allí se marcaron con el GPS los puntos que corresponden al canal, y luego del relevamiento se trazó sobre una imagen satelital todo el recorrido del canal. Posterior a la marcación y nivelación topográfico se efectuó con zanjador un diseño de reguera con pendiente cero.

Estudio de mallines de la cuenca del río Gallegos

En este marco de constante prueba, el INTA publicó la investigación de la Ing. Paola Vargas, investigadora del Instituto y de la UNPA, quien describió y caracterizó mallines de la zona sur de la provincia y desarrolló un índice de degradación de estos ambientes.

En el mismo expuso que los mallines zonas húmedas altamente productivas, concentran del 20 al 50% de la producción de los pastizales patagónicos en un 2 a 3% de la superficie, lo que los convierte en hábitats permanentes o transitorios de numerosas especies silvestres y en fuentes de alimento del ganado ovino y bovino.

La responsable de la investigación, también responsable del grupo de Investigación en Producción Animal de la Estación Experimental Agropecuaria, destacó la importancia de la información para la toma de decisiones porque “el uso racional de este tipo de humedales es central para evitar su desaparición en el futuro inmediato”.

La investigación “Mallines del Sur de la Patagonia: interacciones entre unidades fisiográficas y productividad en diversos ambientes geomorfológicos” se desarrolló con el objetivo de “comprender el rol que ejercen las características del paisaje donde se desarrollan los mallines y la variabilidad  del contenido hídrico, en su productividad y estado de deterioro”. En este sentido, la Ing. Vargas comentó que se buscó encontrar las relaciones entre las variables entre el agua, el suelo, la vegetación y la producción de pasto.

En el trabajo destacó “se han realizado numerosos estudios en mallines de la Patagonia, sin embargo muy pocos se llevaron a cabo en extremo austral de la región”. En este sentido, agregó  que “es uno de los pocos estudios que se realizó a gran escala, ya que se trabajó en seis mallines”.

Asimismo, añadió: “La investigación se desarrolló en dos temporadas de crecimiento en las que se midieron variables de suelo, vegetación, producción y la dinámica hídrica. Es uno de los primeros trabajos que se realizan en la zona sur en el que se toma en consideración la escala del paisaje”.

Concluyó que “la heterogeneidad de los mallines depende solo parcialmente del ambiente geomorfológico en el que se desarrollan” y que “las diferencias entre los mallines glaciales y fluviales en esta región, están influenciadas principalmente por la disponibilidad hídrica del suelo y por su dinámica estacional y, en menor medida, por los gradientes climáticos regionales y por el ambiente geomorfológico”.

Desde el INTA se puso énfasis en que “la información generada en esta tesis enriquece el conocimiento de los ecosistemas de mallines en la región, que hasta el momento se focalizaba en su relevancia para la ganadería dejando en segundo plano la importancia y el valor ecológico de estos ecosistemas. Es el punto de partida en el estudio de las relaciones hidro-eco-geomorfológicas de los mallines de la porción más austral de la Patagonia”.

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