Voces santacruceñas en el Día de la Salud

Todas las personas consultadas desde adentro del sistema de salud provincial coincidieron rotundamente en un punto: es un derecho.

El Ministerio de Salud y Ambiente de Santa Cruz es encabezado por Rocío García. Desde el área comunican que poseen un concepto claro y de intervención en la administración de las instituciones médicas y sanitarias que programen y ejecuten acciones de prevención, asistencia y rehabilitación de la salud.

Desde sus fuentes oficiales expresan que perciben la medicina como el arte de curar. Hoy en Río Gallegos funciona un hospital regional, 9 centros de salud y 5 dispensarios.

Entre los avances más destacables de los últimos meses se enumera el aumento de servicios en el centro de medicina nuclear, el impulso de la nueva libreta de salud materno infantil y capacitación para el personal de guardia del HRRG.

Volver a lo que fue- Pero Hugo Jerez, secretario general de APROSA, opina que el sistema de salud “debe volver a ser lo que fue”. Explicó que es necesario fortalecer políticas públicas como en 1995, donde la ampliación de los hospitales provinciales y la creación de carnets hospitalarios para quienes no poseían obra social permitió igual acceso a la salud para todos los habitantes de Santa Cruz.  Para Jerez con el pasar de los años estas acciones se dejaron de lado y por ello hoy caracteriza al sistema como desvanecido y con una situación irregular. Denuncia que la formación de profesionales dentro de los hospitales con residencias desapareció y quienes brindan servicios de salud son de otras latitudes dibujando una estabilidad volátil. “El Ministerio se convirtió en un elefante blanco lleno de gente que no cumple sus funciones” denunció, explicando que no lograron jerarquizar las funciones dentro del sistema de salud.

Desde su punto de vista dos factores importantes en cuanto a salud son los centros de salud, cuyo objetivo es brindar atención primaria dentro de los barrios y la Caja de Servicios Sociales, espacio que “funciona muy mal y no está ofreciendo la cobertura necesaria”. El dirigente sindical explicó que desde una perspectiva gremial perciben la salud, es un derecho que debe cumplirse con cada habitante santacruceño y destacó que las decisiones que tomen los santacruceños en las urnas pueden hacer la diferencia pero será tarea difícil.

“Lamentablemente los que vengan después de las votaciones de este año tienen que buscar una forma de fortalecer esto y hacerlo viable desde el punto de vista económico” explicó.

Voluntades profesionales- La profesional del trabajo social Mariela Gamboa no se limita a entender salud como ausencia de enfermedad. La licenciada que trabaja en el centro de salud número 9 define la misma como el equilibrio biopsicosocial. Explicó que hace muchos años se agrega el paradigma del sujeto como un ser integral donde influye lo físico, emocional, cultural, el acceso a momentos de recreación y esparcimiento.

Destacó la importancia de que la ciudadanía tenga trabajo asegurado, alimentación adecuada y deporte. “La salud es todo, obligaciones y derechos de poder circular y elegir” resumió. Gamboa identifica a los sujetos sanos como aquellos que tienen opciones y pueden elegir. Hallarse en una encrucijada social y económica de que “si no salís a changuear no comés” también tiene que ver con salud desde su perspectiva. 

“En Santa Cruz la salud está sostenida por voluntades de profesionales” explicó la trabajadora de la salud pública agregando que muchos profesionales están en sector privado por la convicción, ya que tendrían mejores condiciones laborales. Gamboa no percibe políticas provinciales serias y sostenidas con la perspectiva integral de los sujetos, por ello dice que si bien celebra el día de la salud y trabaja “en realidad el que tiene que estar ahí es el Estado y sigue ausente, no hay mucha proyección de que esto se pueda modificar sustantivamente”. Y tampoco desestimó el año electoral, espera que las campañas vengan acompañadas de trailers sanitarios en los barrios. También alertó la necesidad de planificar acciones, que no sean esporádicas y paliativas. Identifica el primer nivel de atención como el más castigado y destacó el extenso tiempo que el Centro de Salud número 1 estuvo cerrado por refacciones. La trabajadora alertó que el centro número 7 también peligra y que el 8 esté en comodato con el Sindicato Petrolero no es alentador. Vislumbra una coyuntura desalentadora pero por suerte “se le siguen resolviendo los problemas a la gente y nosotros somos responsables de que el Estado no aparezca, ya que por la urgencia de resolver tomamos el lugar, articulamos protocolos de actuación cuando no los hay, ponemos la cara nosotros pero los que estamos ahí con el paciente sufriendo somos nosotros” concluyó.