“El que quiera un cura que se lo pague”

“Desde Juntas y a la Izquierda queremos agitar más este movimiento del pañuelo naranja de la separación de la iglesia y el estado, es importante empezar a informar” explicó Milagros. La agrupación de mujeres dentro del partido de izquierda alertó sobre las consecuencias de que los gobiernos financien estas instituciones. Identificó estos movimientos como “antiderechos”. En referencia al año electoral no se guardó opiniones. “Cristina en el Senado dijo que no nos enojemos con la iglesia o pide alianzas entre pañuelos verdes y celestes”, expresó con desaprobación la joven que encuentra esta unión inadmisible. También se refirió a la lista que se presentará en la ciudad que está compuesta totalmente por candidatos evangelistas, bajo el PRO y Cambiemos: “La iglesia y la derecha van siempre de la mano”.

A esto agregó que también “exigimos que deje de brindarse protección a los curas, que por ejemplo quedan “libres de pecado” luego de una confesión, cuestión hallamos totalmente injusto y antidemocrático”.

Milagros reclamó por la apertura de los archivos de la iglesia para denunciar todos los casos. “Hay miles de niños abusados, necesitamos que los curas dejen de estar a solas con ellos”. La militante aclaró que respetan las religiones y el derecho a libre culto, pero que la imposición de los mandamientos de la iglesia influyen de manera negativa y se destina a los curas presupuesto que debería ser destinado a la implementación efectiva de la ESI o la erradicación de la violencia de género. “Los curas van a tener que ir a laburar y que a nosotras nos brinden protección”. Cabe destacar que desde la Mumalá se expuso que actualmente se destinan $11 por mujer para esta última.

“Hay que identificar las mentiras del estado” comentó Micaela Narvarte, que también integra esta agrupación del Movimiento Socialista de los Trabajadores. Expresó que el discurso desde sectores católicos y evangélicos es antidemocrático. “Siempre tienen violencia ante sectores minoritarios como somos las mujeres y las disidencias”. Explicó que muchas veces se interponen ante leyes ya vigentes, como en el norte del país en donde la presión eclesiástica dilató el acceso a la ILE en niñas violadas, cuya interrupción del embarazo es legal en dichos casos desde 1921. Más de una vez esto ha derivado en cesáreas sumamente riesgosas. 

Esta consigna va más allá de una jornada, es levantada también por la agrupación del Nuevo Más, Las Rojas. Sofía Nemirosky explicó que hace años llevan adelante esta pelea. “El estado claramente no es laico, vemos como la iglesia católica y también la evangélica infieren en el accionar de los tres poderes”. La joven abogada caracteriza a estas instituciones como retrógradas y conservadoras. Ejemplificó con el rechazo hacia la comunidad LGTBI. “La participación de la iglesia en procesos históricos del horror no la podemos olvidar ni pasar por alto”. Y explicó que entre sus estrategias está la presencia en las calles y la apostasía. “Estos movimientos han interferido en derechos esenciales como el de la salud mediante abortos seguros y gratuitos, la educación sexual integral y en su momento se opusieron al matrimonio igualitario y el divorcio”.

Una de las estrategias más utilizadas por el movimiento de mujeres y disidencias para concretar un estado laico es la apostasía, que consta en una suerte de “desafiliación” para las personas bautizadas. Desde el Plenario de Trabajadoras del Partido Obrero impulsaron esta práctica. Yamila Fernández explicó que facilitaron este trámite mediante mesas de “agitación” en Kirchner y San Martín. Desde la agrupación brindaban de manera gratuita la ficha dirigida al Arzobispo Miguel Ángel D’annibale, que es quien lleva a cabo el registro de los bautismos en el territorio santacruceño. Desde el partido ven a la iglesia como un régimen hacia el cuerpo y la vida de las mujeres y las familias y un sostén de la sociedad privada. Perciben como menester desmantelar toda la carga ideológica que viene de la mano de ella.