Construcción

Río Gallegos, la ciudad de los usos y costumbres y mucha edificación poco formal

Es un problema de vieja data e incluso las personas se han hasta acostumbrado. Las construcciones informales y fuera de regla son una falta grave que según lo recolectado por TiempoSur no tiene demasiada solución. Vecinos que se adueñan del espacio público ante la vista de todos. Hay casos que presentan una irregularidad incomprensible. 

  • 21/02/2019 • 10:24
Río Gallegos
Río Gallegos

Sabido es que Río Gallegos no ha sido una ciudad pensada en su urbanización, algo que hemos expuesto en más de una ocasión tras charlas con profesionales entendidos en el tema y lo que claramente se constituye como un problema para nuestros habitantes. Hace mucho tiempo que a esta situación hay que sumarle la edificación informal que ha ido en aumento, sobre todo en barrios donde las familias esperan definiciones con relación a la titularidad de la tierra y la propia vivienda, o complejos habitacionales donde la falta de un consorcio ayuda a la desorganización y por consecuencia el abuso de algunos vecinos que “piensan que pueden hacer lo que quieren”, tal como lo reflejan algunos de los vecinos consultados sobre sus opiniones con relación a esta práctica ilegal.

Sobre este tema, TiempoSur dialogó con el director de Obras Privadas Municipal Maximiliano Rodríguez, quien lógicamente confirmó que los vecinos no pueden hacer uso indiscriminado de la vía pública como espacios verdes o veredas, o incluso espacio comunes internos mayormente ubicados en edificaciones verticales como las que se pueden encontrar en distintos puntos de la ciudad. Si bien esta situación ha sido observada a lo largo de toda la ciudad, lo cierto es que se puede ver un mayor abuso en barrios como el Jorge Newbery, Barrio Docente o en la gran cantidad de edificios que se ubican sobre calle Costa Rica o La Esperanza, sectores donde a simple vista la situación es abusiva e incluso algunos vecinos acusan que se han apropiado hasta de una plaza.

Rodríguez se mostró en conocimiento de este tipo de casos que “por lo general se dan en barrios que se han construidos desde el IDUV”, donde el propietario de planta baja se apropia del frente o del ingreso, o incluso de patios internos que dan a los pulmones de los mencionados complejos. En este sentido el funcionario explicó que “son espacios comunes de uso propio”, lo que significa que “el vecino es el responsable del mantenimiento, como cualquier vecino de su vereda, lo que no lo habilita a hacer cualquier cosa, no se puede construir”.

Para explicar la situación de “descontrol”, el director dio cuenta de que son varios los factores que intervienen en la actual situación. En principio, explicó que en este tipo de edificaciones habitacionales no se aplica una Ley de Consorcio, por lo que no hay un administrador de estos complejos, el cual “sería el encargado de regular estas situaciones y bregar por el mantenimiento de los edificios”. Actualmente, otro de los inconvenientes con los cuales se topan desde el ente contralor radica en que “muchas veces las construcciones se dan en viviendas donde los vecinos aún no cuentan con el título de propiedad de la tierra, que es contra lo que yo acciono”, explicó y detalló: “Se hace una notificación para que se sanee el hecho y no lo cumplen nunca, se le hace una multa y eso ya pasa al Juzgado de Faltas, el juez, si alguna vez se presentan da un plazo para tirar, obviamente casi nadie tira lo que está haciendo o hizo irregularmente, entonces haces una multa de multa, y luego lo único que queda es hacer un juicio a ese propietario, pero esta persona muchas veces nos es el que vive o el que hizo la casa”.

En otro tramo de la entrevista contó que muchas veces se interviene a raíz de la queja que plantean los propios vecinos, aunque remarcó que “se paraliza la obra porque no podes clausurar ya que la familia tiene que poder entrar a su vivienda, entonces lo mismo siguen construyendo, lo hacen un feriado, otro día le ponen la chapa, a los tres días la puerta, y al mes lo tienen listo. Yo tengo poder de policía, puedo ir a la comisaría y pedir que pongan una consigna, pero muchas veces no hay personal. Llega un punto que a veces es correr contra la corriente porque no cambia”.

Además, sostuvo que hay lugares donde los vecinos ya han naturalizado la situación y “no se quejan salvo que haya una situación particular”, esto sucede sobre todo con las construcciones que ocupan la totalidad de las veredas.  

Por último, el funcionario remarcó que “hay gente que lo hace de mala fe y otros por desconocimiento. Muchos después te dicen ¨yo lo cuido, corto el pasto, lo arreglo¨, y otros te dicen ¨bueno pero todos los hacen¨”, y cerró: Yo siempre acudo y hago un parte, después dispone el Juzgado de Faltas con el acta de infracción y tendría que determinar que hacer”.

 

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