Salud

¿Cómo es convivir con el síndrome nefrótico?

Valentino, un niño de ocho años padece el síndrome nefrótico, una enfermedad de riñones que es causada por la eliminación inadecuada de grandes cantidades de proteína en la orina. Acá, su historia.

  • 10/02/2019 • 08:53

*Por Melanie Russo

 

El síndrome nefrótico es una presentación de la enfermedad renal en adultos y niños y tiene una incidencia de tres nuevos casos anuales por 100.000 adultos.

Los pacientes que sufren del mismo presentan diversos síntomas que se observan en la hinchazón de piernas, pies y tobillos, aumento de peso, cansancio y orina espumosa o burbujeante pero también, es posible que no se sepa hasta que se hagan exámenes rutinarios de sangre y orina.

Valentino Costa es un niño de 8 años, oriundo de Río Gallegos, que a los cuatro años de edad le descubren que tenía este síndrome. Él se había comenzado a hinchar y cuando orinaba lo hacía con mucha espuma.

Luciana Uhrig, hermana del mismo, comentó a TiempoSur que “nos dimos cuenta porque cuando iba al baño hacía sus necesidades con mucha espuma entonces lo llevamos al médico y ahí le detectaron el síndrome nefrótico en  primera infancia. Imaginate que acá en Río Gallegos fue el primero que lo tenía y ahora hay como siete u ocho nenes”.

El niño, luego de arduos estudios de sangre, orina y ecografías tuvo que llevar a cabo un tratamiento con corticoides ya que, a causa del síndrome se abren los filtros del riñón y genera que se pierdan todos los minerales y las proteínas que tiene el cuerpo generando así que bajen los valores. Luego del mismo, el síndrome quedó latente pero no activo en el cuerpo del niño.

El año pasado Valentino, como cualquier niño de su edad, tuvo varicela y “se le despertó de nuevo porque cualquier infección le puede volver a despertar esto. Estuvo internado una semana en el hospital de Río Gallegos porque no se le iba la varicela, tenía demasiado y temían que se le vaya para adentro y en conjunto de los medicamentos y una dieta hiposódica se le fue el síndrome”, enfatizó Uhrig.

Durante la época estival 2019, el niño junto a su familia quisieron ir a disfrutar de la playa a Puerto Madryn, es allí donde “se metió al agua, la tragó y ahí le agarró gastroenteritis y nuevamente se le volvió a despertar el síndrome. Tenía los ojos hinchados, mucha retención de líquido y aumentó ocho kilos. Por eso, su médica lo volvió a mandar a Buenos Aires para que lo traten”, comentó la hermana.

Hoy, luego de ser derivado nuevamente y estar cinco días en Buenos Aires, recibió su alta. Tuvo que pasar nuevamente por estudios híper completos para que pueda volver a su localidad, Río Gallegos.

¿Cómo es tener un familiar con este síndrome?

Existen tratamientos y formas de alimentarse que pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir el daño renal.

Si bien, médicos recomiendan que se lleve a cabo una dieta balanceada para quien tiene este signo, cuando el diagnosticado es un niño pequeño, la familia se tiene que adecuar a la circunstancia.

“Es muy complicado porque es un nene chico, quiere papas fritas, gaseosas y esas cosas no se pueden. Esto es una pelea constante, de a poco se comenzó a tomar mucha agua, comprar galletas sin sal y la comida tiene la sal justa”, agregó Luciana.

Perspectiva médica

Ante el caso de Valentino, TiempoSur se contactó con el presidente del Colegio Médico, José David y destacó: “Hay dos síndromes: El nefrítico y el nefrótico. El primero genera inflamación e insuficiencia y el nefrótico se infecta. Esto es una insuficiencia renal ya que directamente empieza a fallar el riñón de quien lo tiene”.

Ante futuros casos, David recalcó: “Hay que recurrir a un profesional para que vean al paciente porque tienen fiebre, decaimiento, no orinan y cuando esto es detectado realizar un tratamiento con medicamentos como diuréticos, corticoides y antibióticos. Si esto no funciona, a la larga se terminará realizando diálisis”.