Caleta Olivia

Policía se quitó la vida dentro de su auto y preocupa los suicidios en la fuerza

Prestaba servicios en la División de Infantería y en la noche del sábado usó su arma reglamentaria para poner fin a su vida. El caso vuelve a colocar en la opinión pública la problemática de los suicidios.  

  • 04/02/2019 • 07:52
El suicidio del integrante de la División Infantería sucedió en el barrio Miramar. (Fotos: La Vanguardia del Sur)
El suicidio del integrante de la División Infantería sucedió en el barrio Miramar. (Fotos: La Vanguardia del Sur)

Un policía se suicidó con su arma reglamentaria en Caleta Olivia. Se trata del Cabo Primero, Cristóbal Javier Saracho, quien cumplía funciones en la División de Infantería.

El efectivo policial de 32 años utilizó su arma reglamentaria para suicidarse alrededor de las 22:00 del sábado en la calle Puerto Deseado en el barrio Miramar.

Efectivos de la Comisaría Tercera intervinieron en el caso y por orden de las autoridades judiciales se efectuaron pericias dentro de un automóvil Chevrolet Corsa, donde se produjo el trágico hecho.

También se ordenó que se efectúe una autopsia al cuerpo de Saracho. Además de la pericia del barrido electrónico para establecer restos de pólvora en las manos. 

En un principio, el policía fue auxiliado porque tenía signos de vida y trasladado al Hospital Zonal donde se certificó su deceso. Asimismo, los primeros que lo socorrieron especularon que había sido víctima de un asalto, pero esto luego quedó descartado.

Tras el examen de la autopsia, los restos fueron velados hasta la tarde de ayer en la Cochería San José y luego iban a ser trasladados a la localidad catamarqueña de Belén donde iban a ser inhumados.

El suicidio de Saracho causó pesar en la fuerza y más en Zona Norte, donde prestaba servicios. Sus pares se vieron sorprendidos por la noticia.

No trascendieron motivos aparentemente para tan drástica determinación o si estaba siendo asistido por profesionales.

La mayoría con su arma reglamentaria

Del año 1990 data el primer suicidio de un efectivo policial, según lo registrado por la Asociación Trabajadores Policiales de la provincia de Santa Cruz, el cual a través de datos recabados por medios de difusión -principalmente- y registros, fueron apuntando la cantidad de suicidios que se fueron dando en la Fuerza de seguridad. Un dato no menor de este registro es que la mayoría de ellos fue mediante la utilización del arma reglamentaria.

Hasta mayo de 2016, había 31 muertes que enlutaron a la Policía santacruceña a causa de los suicidios, precisando que 23 de ellos fue mediante el uso del arma provista, lo que implica un 74,19% de los casos; seguido por el ahorcamiento en cinco oportunidades (16,12%), y finalmente uno por uso de arma particular, uno por arrojarse al vacío y otro caso que tuvo lugar en Perito Moreno, pero que no se especificó.

Esta problemática golpea muy duramente a la fuerza no sólo por el hecho de la fatalidad, sino porque una vez más se pone en cuestionamiento los aptos psicológicos.

Cabe recordar que Diego Gaitán, del Colegio Profesional de Psicólogos de la Provincia de Santa Cruz, se refirió a esta cuestión en una entrevista que brindó a TiempoSur en aquel momento, indicando que los suicidios no siempre se pueden prever, pero “sí siempre los aspirantes a iniciar el curso de agentes de policía tienen que realizar un apto psicológico”. Los parámetros en que se basa la policía sobre aquellos aptos que deben manipular un arma, comprenden la exigencia de estabilidad emocional, capacidad intelectual normal y de empatía, criterios de realidad conservando niveles de responsabilidad acorde a su edad, ajuste socio-familiar positivo, óptimo nivel de autoestima, desarrollos del sentido común y psicomotrices de acuerdo a su edad, control interno de impulsos y no poseer fallas en atención y concentración.

Desde la Asociación Policial exponen que sin tener acceso a documentación específica se puede dilucidar que la mayoría de los episodios fueron en jóvenes, en las primeras jerarquías de agente, cabo, cabo primero y oficiales.

Desde la Asociación Policial afirman que existen factores provocadores de estrés que no se relacionan directamente con la función habitual del efectivo, pero éstos se relacionan con la organización del trabajo y las relaciones interpersonales. Por este motivo manifiestan: “No se ha avanzado mucho en el estudio sobre la relación que existe entre la labor policial y el suicidio. Es un campo que amerita un abordaje interdisciplinario y su promoción debiera ser prioridad de las organizaciones que tienen el deber de garantizar la responsabilidad laboral. Nos debemos al compromiso de un análisis para comprender y evitar que este fenómeno continúe, ya que en oportunidades puede resultar una conducta endémica que afecte a nuestro lugar de trabajo”.

Pero la problemática de suicidios en la sociedad santacruceña es preocupante, en 2011 la Asociación Civil “Por la vida, no al Suicidio” había advertido las altos índices que tenía la provincia de casos, teniendo en cuenta su población.

 

Suicidios e intentos 

En mayo de 2009, el sargento Rodolfo Millape de 43 años se ahorcó en la zona de Chimen Aike.

En agosto de 2009, un agente de la Comisaría Sexta de Río Gallegos se mató en un departamento en el barrio Vial.

En agosto de 2011, el cabo Alejandro Benítez, asesinó a su familia y usó su arma reglamentaria para poner fin a su propia vida.

En agosto de 2013, un suboficial retirado de 59 años se disparó en la cabeza en una vivienda ubicada en el barrio Jorge Newbery.

En enero de 2014, el oficial ayudante Lorenzo Espinoza, de 26 años, se quitó la vida en la localidad formoseña de Clorinda. Prestaba servicio en la Unidad Segunda de Bomberos. No portaba arma y el entonces jefe de Policía, Salomón Aleuy confirmó que el oficial “estuvo en tratamiento psicológico".

 En febrero de 2014, el comisario Alberto Vivar, de 39 años, jefe de la Unidad V de Bomberos de Caleta Olivia, fue encontrado muerto en Piedra Buena. “No estaba siendo investigado y mucho menos se le inició un sumario administrativo por desvío de fondos”, aclaró en su momento el comisario Aleuy.

En marzo de 2014, un Cabo Primero intentó suicidarse el sábado a la noche en su vivienda del Barrio San Benito, donde fue hallado por un familiar.

En mayo de 2016, el oficial ayudante Carlos Morales Quiñones de 21 años, se quitó la vida disparándose con su arma reglamentaria en Puerto San Julián.

En marzo de 2017, un policía retirado de 59 años, fue hallado muerto en el patio de la vivienda ubicada en el barrio Vista Hermosa en Caleta Olivia.

En enero de 2018, el sargento Leandro Omar Donoso de 29 años se suicidó disparándose con su pistola reglamentaria en un domicilio del barrio 122 Viviendas.

En junio de 2018, un agente de 33 años fue denunciado por abuso, y amenazó con matarse.  

 

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