Marcel Coniglio, de visita en Río Gallegos tras un gran año en el Teatro Colón

Marcel Coniglio comenzó a los 4 años de edad con sus primeros pasos por la Escuela Provincial de Danzas, en aquel entonces de la mano del folclore. Al poco tiempo, atraído por la música clásica que partía desde otros salones de la institución, y con tan solo 6 años, tomó la determinación de cambiar de rumbo y virar hacia lo que hoy es el gran objetivo de su vida: La danza clásica.

Ya a los 3 años la profesora Marta Ventura observó en Marcel condiciones para el estilo, “cosas que solo saben ellos (los bailarines)”, confiesa Fabián Coniglio, padre del bailarín. Otro de los hechos que marcó quizás el destino de este joven fue la visita de Iñaki Urlezaga a la ciudad, donde luego de muchos días de ensayo y una presentación que no olvidará, el bailarín argentino reconocido mundialmente, destacó ante la familia las condiciones de Marcel. “Su hijo tiene condiciones para el Colón”, remarcó en aquel momento. Tenía solo 9 años y solo pensaba en estar en Río Gallegos.

Así, algunos años después y por decisión propia, se presentó a una prueba a nivel nacional con tan solo 12 años y fue seleccionado entre 234 bailarines postulantes para ingresar a 1º año de la Carrera de Danza Clásica en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón de Buenos Aires, donde ya ha tenido su primer año de mucho éxito.

En diálogo con TiempoSur, Marcel contó que comparte la carrera con otros 12 alumnos ingresantes, donde es uno de los dos únicos varones. Vale la pena resaltar que en sus años en nuestra capital fue el único que llevó adelante sus estudios en este campo de la danza. En este sentido, por un lado confiesa que se abren más posibilidades al ser menos la cantidad de varones, aunque quiere también ser un ejemplo e incentivar a los más jóvenes a comenzar con esta experiencia.

En otro tramo de la nota remarcó la exigencia de las clases y no dejó de recordar las primeras sensaciones al ingresar al instituto. Las clases son por la mañana de 08:00 a 12:00, donde además del aprendizaje de la técnica desarrolla un exhaustivo entrenamiento físico diario.

Fabián, el papá, reconoce que por momentos la distancia se torna complicada, pues Marcel hoy vive en Buenos Aires solo con la madre, mientras que otros de los hijos de la familia, el más pequeño, se ha quedado en la ciudad con Fabián.

A pesar de esto, el joven comenta que “la adaptación fue buena, creo que me adapté bastante bien, fue un poco difícil el cambio”, y si bien confiesa que extraña la ciudad, celebró: “Estoy haciendo lo que me gusta y creo que estoy haciendo bastante bien”. 

Si bien durante el 2018 tomaron con la familia la decisión de suspender la actividad educativa clásica para lograr una mejor adaptación en sus estudios con la danza, comenta que este año será otro de los objetivos la continuidad educativa. En cuanto a su debut en el Teatro Colón, Marcel contó que en el mes de septiembre fue convocado para la obra “Romeo y Julieta”, obra con la cual tuvo 6 presentaciones sobre las tablas del emblemático teatro porteño. “Es algo muy lindo”, resaltó. En esa ocasión bailó junto a la primera bailarina del Royal Ballet de Inglaterra y el primer bailarín Iñaki Urlezaga, quien realizara sus últimas presentaciones a nivel profesional. Por otro lado, en el mes de diciembre participó de la obra “El Cascanueces”, con 1 muestras terminando el 30 de diciembre pasado. En febrero regresará a los ensayos para una coproducción entre Teatro Colón y Disney que se estrenará a fines de febrero.