“El (concejal) que no entienda que Alcohol Cero salva vidas, debería dar un paso al costado”

La Ley 3484 “Tolerancia de Alcohol Cero al Conducir” aprobada el 25 de agosto de  2016 por la Legislatura invitó a adherir  a municipios de Santa Cruz, pero la capital provincial por ahora no se sumó a una iniciativa que se estima podría llegar a convertirse en normativa en todo el país.

La norma entró en vigencia en diciembre de 2017.

“Siempre fue difícil instalar alcohol cero, porque trabajamos siete años para que sea ley, pero trataremos de seguir para que se instale en Río Gallegos”, dijo María Sanz, a cargo de la APSV.

La discusión para adherir se realizó en el Consejo de Seguridad Vial Municipal, y aunque tuvo el visto bueno en el órgano asesor, no lo tuvo en el recinto con los ediles, ya que de hecho ni siquiera fue sometido a votación y el proyecto –aparte de la ley- quedó en comisiones.

En este año electoral puede ser más difícil que la iniciativa cuente con adherentes. “Los concejales tiene miedo o piensan que les resta votos. Pero suma vidas. El que no entiende que salva vidas, que hay que concientizar y prevenir un hecho evitable, debería dar un paso al costado. No creo que resista mucha discusión”, abundó Sanz.

Las Heras, 28 de Noviembre, Río Turbio, Los Antiguos y San Julián adhirieron o ya contaban con ordenanzas de tolerancia cero al alcohol. Las demás comunas se rigen por la Ley Nacional de Tránsito, que estipula, 0,5 por litro de sangre.

“La seguridad vial no es para hacer política partidaria, sino que es política de Estado, y el que no vea eso, y que hay que cuidar la vida de los ciudadanos, que haga otra cosa”, agregó y recordó que el propio intendente Roberto Giubetich “si quiere” puede “aprobarlo por decreto”.

En un relevamiento que realizó TiempoSur luego de la aprobación de la ley provincial, cuatro concejales de la UCR estaban en contra y los tres del FPV-PJ  (incluido el ex edil Osvaldo Scippo) estaban a favor.

El jefe comunal sostuvo que “para manejar” estaba de acuerdo, pero que su posición cambiaba en su rol de Intendente. Dentro de sus argumentos, marcó la falta de alcoholímetros (tenía seis en 2016) y equipamiento, sumado a la falta de espacio en los corralones (punto último que cambió ya que ahora existe otro predio luego de los robos y actos vandálicos a los vehículos que allí se guardaban).