Repercusiones

El cierre de la confitería ícono del centro riogalleguense

De un día para el otro café Mónaco, el que por años vio ingresar por su puerta varias generaciones, cerró. Estuvo apostado por décadas en la esquina de Kirchner y San Martín, y hoy los motivos de su parate son inciertos.

  • 09/01/2019 • 10:36

Aún no están muy claros los motivos por los que el café Mónaco dejó de atender a su público, pero lo cierto es que su cierre este fin de semana que pasó generó un revuelo en la comunidad de Río Gallegos. Renovación, fuerte competencia, la inflación, nuevos dueños son algunas de las especulaciones que comenzaron a circular sobre este repentino cierre, que para muchos tiene similitud con el destino que tuvo el Cine Teatro Carrera.

Fue sumamente significativo por encontrarse en el corazón de la ciudad capital, y ser el sitio que albergó a políticos y vecinos, y además de ser testigo de cientos de protestas sociales y sindicales. Además, fue el espacio escogido para realizar talleres y disertaciones, e incluso el local comercial que albergó y dio calor a través de una taza de café a aquellos vecinos que el domingo al mediodía eran parte del tradicional izamiento dominical.

Al respecto, el Arquitecto Diego López, de la Asociación de Arquitectos de Santa Cruz, habló con Tiempo FM sobre cómo ahora se ve modificado el centro de la ciudad tras este cierre. Cabe mencionar que la Asociación escogió al café Mónaco, en pleno corazón de Río Gallegos, para sus talleres por ser el epicentro de las reuniones sociales de los habitantes de esta ciudad durante décadas.

"Me enteré por chusmerío, por decirlo mal y pronto", dijo, indicando que por los dueños también desconoce por qué se tomó esta decisión, incluso indicó que pasó por afuera de Mónaco para ver el motivo del cierre.  

"Es la esquina de la ciudad donde todo tipo de manifestaciones se llevan adelante, incluso el espacio del café es un símbolo para toda la comunidad", rememorando que cuando lanzaron el ciclo de charlas las hicieron en ese espacio porque cualquier transeúnte casi sin quererlo era parte de estas disertaciones.

"Si cierra es una pena", puntualizó, añadiendo que sería una pérdida como otros espacios emblemáticos e históricos que se levantaron pro el esfuerzo de familias de la zona.

Consultado sobre su punto de vista de cómo está la ciudad indicó: "Para que Río Gallegos sea turístico primero debería empezar por ser una ciudad amable con la gente que vive aquí". Agregó que en la localidad falta que la comunidad sienta su ciudad como propia y los gobernantes se preocupen además de talar árboles, por ejemplo, plante, por hablar de forestación.   

Resaltó además que para que Río Gallegos repunte también se debe respetar el patrimonio arquitectónico, y para que esto se dé debe haber políticas de Estado para sostener el patrimonio. "Tiene que ver con la identidad y el sentido de pertenencia, que es contagioso", manifestó.