Relatos de Vida

“La belleza de estar ahí arriba, no puede expresarse en palabras”

“Hombre de las nubes” como se lo supo llamar, Daniel Herlein es piloto de combate, de línea, instructor de vuelo. Es seguramente quien ostenta más horas de vuelo en la Patagonia Austral. Hace 37 años que vino decidido a vivir a la Patagonia. En muchas ciudades recibe el reconocimiento no solamente de sus pares, sino también de los habitantes que lo reconocen por su labor y su pasión comandando un avión.  

  • 08/12/2018 • 13:40

Daniel Herlein nació en Colón, Provincia de Entre Ríos, en el año 1952. A los 10 años se trasladan a Paraná y nos cuenta “que ahí nos quedamos para siempre, por lo menos mi hermana, porque yo a los 17 años rendí en la Fuerza Aérea, entré como cadete, y prácticamente no volví a Paraná. Hace 37 años que estoy en la Patagonia”.

“Egreso de la Fuerza Aérea, fui piloto de combate y a partir de 1981 estoy en la Patagonia. En el año 1982 hice 8 vuelos de búsqueda de flota inglesa y no entré en combate por poco tiempo” recordó.

Daniel voló aviones como los Mirage III y V en Buenos Aires. Por concurso se ganó el derecho de asignarle el lema que él creó y que el Mirage V ostentó “Duc in Altum, conduce hacia lo más alto”.

En este contexto, Daniel nos cuenta que “creo que soy el piloto con más horas de vuelo acá, porque tengo 12 mil horas de vuelo reales” en la Patagonia; y en este momento de la charla precisa que decide venirse al sur argentino, más precisamente a Comodoro Rivadavia, porque “allí había llegado un Fokker nuevo de Holanda y a mí me gustaba la Patagonia”.

Entre tantas tareas relacionadas con su pasión, con su vida, en el año 1985 se traslada a Caleta Olivia donde construyó un “Aeropuerto –que se inauguró en el año 1991-, además de una Escuela de Pilotos Comerciales y Despachantes de Aeronaves en dicha localidad del norte de Santa Cruz. Eso lo hicimos con los intendentes Papousek (Emilio) y Benítez (Miguel)”.

El Aeropuerto está ubicado a 8 kilómetros al norte de Caleta Olivia, y se llamó “Aeropuerto Municipal de Caleta Olivia” y en este sentido destacó que “cuando se quiere las cosas se pueden hacer, porque lo único que gastamos fue un Decreto” se sonríe al mencionarlo ya que “fue producto del esfuerzo de empresarios que donaron combustible, Vialidad que prestó las máquinas, la Fuerza Aérea” por mencionar a quienes contribuyeron en la realización de esta obra. “La Escuela es un orgullo para mí, porque fue reconocida como ejemplo hasta en Méjico”, destacó Daniel.

Luego fue piloto de la Gobernación de Santa Cruz, desde 1989 hasta 1993, año que comienza a trabajar como Jefe de Operaciones y Comandante de la línea aérea de la Empresa El Pingüino.

“Yo siempre venía para acá, porque desde Caleta hacíamos clearing bancario; ahí lo conozco a Domingo Bertelli. Él me conoce, ve lo que yo hacía; y como se genera una vacante, me llama y con gusto acepté porque yo quería seguir volando. Así fue como entré como piloto de la Gobernación”.

Daniel fue piloto del avión provincial “San Juan Bosco” “hasta su último día, cuando en su momento, el Dr. Kirchner –Gobernador de la Provincia- compra el Beechcraft. Yo fui el primer comandante de ese avión y llegué a ser Comandante Instructor de los dos aviones” de Santa Cruz.

Muchísimas son las anécdotas y recorridos que nos cuenta Daniel durante la charla, como fue también, cuando decidió irse a la Base a Marambio y piloteaba un Twin Otter con skies.

Hoy con 66 años, Daniel nos comenta que “puedo seguir trabajando en Aeroclubes, pero no en aviones de línea aérea”; pero sí nos indica que en Río Grande está como Gerente de Calidad porque “precisan instructores de más de mil horas y yo tengo 1.200 de instructor”. 

“Vivo feliz porque me invitan como en El Chaltén, Julio Baró del Aeroclub; de Puerto Santa Cruz, donde también me recibieron con mucho cariño y allí diserté sobre Saint Exupery. El cariño que me expresan no tiene límites”, aseguró.

 

El significado de “volar”

Una vez en otra entrevista que se le realizó a Daniel lo supieron denominar como “el hombre de las nubes”. En esta oportunidad, le preguntamos a Daniel qué significaba para él volar un avión, ser piloto, a lo que nos respondió “cada despegue es un desafío. Vos tenés que tener una actitud ofensiva, tenés que querer despegar; porque el peor o el momento más difícil, es el despegue. Entonces esa adrenalina que se genera en ese momento, también la necesitás. El desafío de despegar, el vértigo cuando estás despegando, y después cuando estás volando, el placer de ver la tierra desde arriba a la altura que sea. He volado Mirage a 20 mil metros de altura y es hermoso; como así también, a 150 metros o 2000 metros de altura y es hermoso. Ese desafío constante e inminente como esa diferencia entre un vuelo y el otro, porque no existe ningún vuelo igual a otro, no existe ni un despegue ni un aterrizaje igual a otro. Eso es lo que te moviliza y la belleza de lo que significa estar ahí arriba, no sé si es posible que se pueda expresar con palabras”, manifestó con emoción mientras nos respondía.

40° aniversario de la Cruz de los Soldados de la Paz en Güer Aike

En otro tramo de la entrevista hablamos con Daniel sobre el homenaje que se realizó en la Cámara de Diputados con motivo de cumplirse el 40° Aniversario de la Cruz de los Soldados por la Paz que está emplazada en Güer Aike.

Se trata del proyecto 651/18 del diputado Jorge Arabel, que fue sancionado por unanimidad en la Legislatura de Santa Cruz. Dicho homenaje fue el reconocimiento a la acción realizada allí por un grupo de 25 soldados del Ejército Argentino, los que a principio de diciembre de 1978 instalaron una enorme cruz de palos de alumbrado como ofrenda de paz ante la inminente guerra que amenazaba con el país hermano.

Es importante mencionar que uno de aquellos actores contemporáneos fue Daniel Herlein. Piloto, soldado y amante de la paz, que transcurrió muchas horas a bordo de su A4B Sky Hawk, esperando la fatídica orden de despegue para atacar Pudahuel, la que nunca llegó.

Al respecto, Daniel dijo: “El día que el diputado Arabel (Jorge) propone el homenaje a la “Cruz de los Soldados de la Paz en Güer Aike”, ese día fallece mi suegra. Mi suegra –Ana Zulema Alvarado- fue una de los tantos chilenos que, hace 50 años, vino a la Patagonia a sumar con su esfuerzo, vino con una ilusión de vivir mejor, vino en busca de un amor, se casó con Hectalí Alvarado, el primer guardahilo del Correo, tuvieron un ramillete de hijos y por eso, también, en honor a ella, a los muchos amigos chilenos y argentinos, es que yo reverencio esta cruz y quiero que se cambie las armas por plegarias y se haga todo lo que sea necesario para que no estemos en guerra”.

“La cruz, en definitiva, fue un deseo y fue puesta en la primera semana de diciembre, hace 40 años, y a mí me bajaron del avión el 26 de diciembre porque debía atacar Pudahuel”.

 

Su reconocimiento a médicos y enfermeros de los aviones sanitarios

En los últimos tramos de esta larga charla que mantuvimos con Daniel, nos contó que “hace poco tiempo me invitaron al Hospital para dar una charla sobre los aviones sanitarios. Finalizando mi charla, quise hacer un reconocimiento a los médicos y enfermeros, porque ellos hacen arriba de un avión cosas increíbles. Hacer una terapia intensiva tremenda arrodilladas”, y es por eso que compartió con nosotros la semblanza que hizo de ellos, que dice “esto lo vengo diciendo hace años y ante usted lo quiero repetir, dedicado a los médicos y enfermeros de a bordo.

Yo los vi trabajar.

Yo los vi sufrir.

Yo los vi angustiarse para que ese paciente llegue a destino, en un lugar donde prácticamente de rodillas, como rogando a algún Dios, realizaban su increíble trabajo durante tres o cuatro horas de vuelo.

Quiero que me consideren no solamente un testigo, sino su más fiel admirador”.