SIETE PECADOS CAPITALES

SOBERBIA

La historia de cómo una parte importante de la ufología argentina, nació en Caleta Olivia en 1968, para (sin querer) tratar de romper con la soberbia idea de que somos únicos en el universo. La Comisión de Estudios de Fenómenos Aeroespaciales que creó en 2011 la Fuerza Aérea Argentina. El mendocino que trabaja en la NASA y que dijo que en Marte podría haber vida.

  • 08/12/2018 • 11:38
Museo del Ovni, inaugurado en 1992 en Colonia, Entre Ríos.
Museo del Ovni, inaugurado en 1992 en Colonia, Entre Ríos.

*Por José Antonio Villanueva

Una parte del cielo se nubló. Lo observó el marido de Silvia y a los gritos le avisó. Silvia bañaba a su bebé de un año, pero salió lo más rápido posible.

-Salí, apurate- Mirá!!, le dijo el marido (trabajador petrolero) y apuntó al cielo de invierno.

Con el niño en brazos y junto a los vecinos vieron una nave circular gris oscura, de la cual se desprendieron cinco objetos más que se alienaron en forma de V y que en un instante se perdieron rumbo al océano.

La vida de Silvia a los 30 años y de la investigación de objetos voladores no identificados en Argentina cambió luego de ese suceso inexplicable de manera científica (aunque fue un hecho fáctico). Sucedió en Caleta Olivia el 18 de agosto de 1968, casi exactamente hace 50 años.

 

“Eso marcó a mi madre. Le hizo un click y comenzó a comprar libros de la temática OVNI, que en esa época te llevaban a domicilio”, contó Andrea Pérez Simondini quien tenía 2 años ese día, e hija de Silvia Dillon, o más conocida como Silvia Pérez Simondini, la primer testigo investigadora  que creó del grupo “Visión Ovni” en 1991 y ambas  fundadoras de CEFORA(2009),  la Comisión de Estudio del Fenómeno OVNI de la República Argentina.

En la década del 70, Silvia se trasladó a Buenos Aires. Conoce investigadores, pero también investiga. (Por cuestiones de trabajo de su marido vivieron también en Salta y hasta en Perú).

Pero en 1991, la curiosidad la lleva a radicarse en Victoria, Entre Ríos. Ese año suceden   avistamientos y diversos sucesos que hasta ahora no se explican científicamente, pero que luego se bautizaron como “Las luces de Victoria”. Fue tanta la repercusión que un equipo de ATC (Canal Siete) y el Diario Clarín acudieron al lugar y lograron filmar “en la Estancia La Pepita, propiedad de Nacho Basaldúa, un prestigioso juez de esta ciudad, la evolución de una luz, a muy baja altura con movimientos erráticos”, señaló el diario La Capital

En el camping de Victoria, Silvia y Andrea –madre e hija- fueron testigos nuevamente. “Se vio un objeto en el horizonte, color ámbar. Se nos vino encima, encendió una luz unos segundos, se apagó y fue como si nunca hubiera habido nada”, relató Andrea.

Le siguieron más avistamientos, marcas circulares en los campos, y una revisión que determinó que “lo extraño” sucedía desde hacía décadas en este pequeño pueblo. Crean el Museo del OVNI.

 

La comisión

El fenómeno OVNI en Argentina fue cuestión de Estado. El 5 de mayo de 2011 el Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Argentina, Brigadier Normando Constantino, creó bajo la Resolución 414, la Comisión de Estudios de Fenómenos Aeroespaciales “que dependerá de la Secretaría General del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina”, señaló en su Artículo 1.

Esta Comisión -integrada por especialistas de diferentes áreas y que trabajará de manera interdisciplinaria- deberá “asesorar la institución en la materia y asuntos relacionados con los Fenómenos Aeroespaciales que no han sido identificados”, detalló el Artículo 2.

“Desde el período 2011-2015 hubo dos conducciones. La del Capitán Mariano Mohaupt le dio una iniciativa con colaboradores y prestigiosos investigadores del campo civil. Le dio entidad la comisión. El segundo período, del Comodoro Guillermo Aloe, nos permitió acceder a información en la Fuerza Aérea en el seno de sus archivos”, precisó Andrea Simondini. 

“Sin embargo desde 2015 a la fecha hay un Comodoro retirado que tiene otra visión y usa herramientas que desechamos,  pero nosotros no hablábamos de extraterrestres, sino que hablamos de fenómenos observables no explicables, y creemos que hay que trabajar como la ciencia, con un abordaje interdisciplinario”, aclaró.

De hecho CEFORA, impulsó el pedido de la desclasificación de archivos de expedientes OVNI al gobierno, (algo que todas las organizaciones que investigan este fenómeno  también exigieron en países vecinos de Latinoamérica y el mundo). “Estamos integrados por analistas, que tiene su profesión pero se dedican a investigar, como así también ingenieros, físicos, controladores aéreos, meteorólogos, e intercambiamos  información a nivel internacional, e incluye programas espaciales”, detalló Andrea.

 

-¿Qué evidencia pudieron encontrar?

En el suelo encontramos alteraciones de elementos físicos y químicos, con valores que son coincidentes y reiterativos, y no solo en las muestras que tomamos, sino en comparación con otros casos. Hay alteraciones y se concentra en la salinidad en los lugares de incidencia. Son datos concretos, constantes y verificables al punto de forrar pisos estadísticos. Tenemos y tomamos muestras. Trabajamos con la Facultad de Veterinaria de la UBA,  Agronomía y por ejemplo los casos de mutilación de ganado asociado a la observación de luces en relación a esas muertes.

-¿Hay muchos casos de avistamiento en la Patagonia?

La Patagonia es un lugar emblemático, el problema es que no hay investigadores que releven los casos, y solo sabemos de los casos por las notas periodísticas. Es bueno aclarar que cuando se denuncian que se vio un OVNI, se le da connotaciones extraterrestres, pero el 95% de los hechos tiene explicación, por eso es importante la investigación de campo en donde uno profundiza esa investigación. El fenómeno es igual que en el resto del mundo. Todos coincidimos que  ese 3 o 5% no se puede explicar y en ese porcentaje nos concentramos.

- ¿La gente se burla cuando saben lo que investigan?

Como seguimos el camino de la ciencia, hemos construido un puente bastante interesante. Cuando vamos a ver un caso, relevamos la evidencia. Nos capacitamos y lo llevamos a laboratorios de Universidades y organismo científicos, y eso nos ha hecho ganar un prestigio, y por eso pasa lo contrario: tenemos el apoyo de Universidades.

 

-¿Por qué abocarse a investigar OVNIS?

Despierta curiosidad. Yo tengo  amigas que viajan a Miami a comprar y no lo entiendo. El tema es apasionante y en mí despierta cosas, como a mi madre que quiere saber que vio ese día. Me gusta lo que genera la investigación desde la evidencia. Si bien me causa curiosidad si existe vida en otro planeta, no es la prioridad, mi búsqueda es la investigación en sí. Lo vivo desde otro lugar.

Ufólogos de todo el mundo  coindicen que este año fue en el que la fenomenología tuvo mayor “evidencia física y  relevable” en todo el mundo.  Pero Andrea estima que actualmente si por ejemplo, arribara un OVNI en una ciudad “como está la vorágine de la información, el 50% creerá  y el otro 50% no va a creer, porque siempre está el argumento del fraude”.

Y recordó algo cierto: “Hoy discutimos incluso si el hombre llegó a la luna”. En síntesis opinó que “termina  siendo una cuestión filosófica”. Tal vez, tenga razón.

 

UN MENDOCINO EN MARTE

El teléfono de Gerónimo Villanueva no paró de sonar (y creo aún no para) desde el 26  de noviembre, cuando el módulo espacial InSight de la NASA aterrizó con éxito en Marte luego de haber viajado más de 450 millones de kilómetros.  Es la primera misión que estudiará el interior del planeta para aprender cómo se formaron todos los cuerpos celestes con superficies rocosas, incluida la Tierra y la Luna.

Gerónimo, mendocino, Ingeniero recibido en Mendoza y Dr. en Astrofísica (en Alemania), y quien ganó una Beca de la Academia Nacional de Estados Unidos por tres años, fue quien en 2005, luego de cuatro años de análisis en la NASA -en donde trabaja desde hace 13 años- dijo que podría existir vida en Marte. (Aclaró que su  participación en InSight fue un “acompañamiento científico”).

 “Cuando era chico me gustaba hacer software, robots y demás. NASA se fue generando como un objetivo cuando hacía mi Doctorado. Vez que es un lugar más natural, uno se especializa para lo que hago. Fue muy tarde mi carrera que lo tuve como objetivo a la NASA”, contó el mendocino que trabajó en la Agencia Espacial de Alemana y Europea.

 

-Es decir que no existe esa idea romántica de que miraba al cielo de noche…

Cuando era chico quería ser Bill Gates. La NASA uno lo ve tan lejano al proceso, como inalcanzable, pero cuando sigue la carrera es más natural el camino. Uno llega a la NASA tímido, como que será el más tonto del barrio, con la gran duda, pero lo primero que te das cuenta es que la gente es muy agradable, es muy estimulante el entorno.

“Cuando era chico quería ser Bill Gates”.

Usted dijo que entre 15 o 20 años se podría habitar Marte.

Sí, creo que va a pasar. Pero implica una complejidad logística enorme, porque un viaje de ida y vuelta es complicado porque son tres años. Si se habita será meramente de carácter científico, sin ningún aprovecho inmediato. La exploración a Marte es parecida a la exploración de la Antártida, porque es un proyecto internacional, no hay un beneficio económico inmediato, solamente es un beneficio para cada país internacional, y se conoce poco. Estados Unidos tiene una parte pública y privada de que en 20 años es muy probable que el hombre llegue.

 

-El sector privado sería Elon  Musk, el millonario dueño de Space X, quien dijo que se iría a vivir a Marte.

Él es un producto de NASA, porque tercerizamos la producción de los cohetes.

 

-¿Hay algún objetivo en particular que quiera llevar adelante en la exploración espacial?

En NASA todos diseñamos nuevas misiones. Ahora estoy trabajando para una misión del 2038, otra para el 2040. Estamos trabajando misiones a largo plazo, son proyectos, ideas que no fecundan y que a  veces se materializan. Estamos  desarrollando ideas para explorar los confines del sistema solar y en 10 y 20 años veremos si lo podremos lograr.

 

-Cuando tenga 60 años podrá recién ver concretado uno de los proyectos.

Eso espero. Estamos en otros a corto plazo y otros de mayor complejidad que requiere más desarrollo tecnológico, en el que planificamos que el lanzamiento sea a mediado de 2020 y 2025 y que esté 15 años viajando en el espacio.

Primera foto que envió la sonda InSight de la NASA.

No está en sus planes volver a la Argentina entonces.

No, no científicamente, pero  siempre voy a tener un vínculo con Argentina y Latinoamérica. Siempre trato de romper esa barrera de lo que me pasó a mí que lo veía como algo inalcanzable. El hecho de uno al ver alguien que trabaja en NASA, uno lo humaniza y lo ve como un proyecto cercano. Y  si hay alguien en Argentina que tiene interés en trabajar en NASA, por qué no, y así de alguna forma yo sea el puente para que esa gente se sienta estimulada y de alguna forma cumplan su sueño.

 

-¿Lo han invitado en Argentina para dar charlas sobre divulgación científica?

Hago charlas de divulgación y  he hablado con algunos gobiernos, pero he tenido más vínculo con Chile, que tiene agilizado esto de traer  investigadores del extranjero.

 

-Hace poco se lanzó SAOCOM 1, el satélite argentino que es único en el mundo y que incluso se hizo de la nada y superó a Japón.

Se ha hecho todo a pulmón con una complejidad y desarrollo tecnológico, y eso sienta las bases para proyectos a futuro,  y es lo que los gobiernos deben fomentar porque tiene millones de aplicaciones. Argentina es pionera en esto, así que a pesar de la complejidades de la Argentina la están luchando y peleando a pulmón.

-Miguel San Martín, el argentino que trabajaba hace más de 32 años en la NASA, dijo que Estados Unidos también se discute, aunque a otro nivel, el por qué de invertir en ciencia  conocimiento.

NASA es un canalizador de recursos del gobierno a la industria tecnológica de un país. Ese dinero no es que se tira y se evapora en el espacio, sino que es la forma de darle dinero a la industria para que se mantenga viva. Muchas veces las industrias tecnológicas tienen ciclos de altos y bajos, de mayor demanda, menor demanda, y lo que se produce hace que las empresas desarrollen tecnología, tal vez del espacio y hacen que se desarrollen otras áreas, y con eso sería un subsidio al desarrollo tecnológico de un país. Estados Unidos a pesar que es un país liberal son conscientes que NASA tiene un  papel importante en generar esa base. Mucho de lo que construimos acá está hecho por  microempresas y esos conocimientos se acumulan y pueden hacer otro tipo de tecnología.

 

EL YO HIPERINFLADO

La soberbia es baja estima. Cuando una persona se siente carente vacía interiormente genera un mecanismo sobre compensatorio, que es la soberbia.

La soberbia es “yo valgo, vos no”, es cerrarse a ser corregido. La persona soberbia o narcisista vive el error como una humillación. No se cree la mejor obra de Dios. Se cree Dios: sobrevalorado, tiene un yo hiperinflado de nada, de aire. Y eso es por la estima débil que tiene.

(Bernardo Stamateas, Licenciado en Psicología,  Sexólogo Clínico, Pastor)