Pedaleando desde La Quiaca a Ushuaia para agradecer

Hace 9 meses Carlos Morales partió desde San Clara del Mar, un pueblo que queda a 18 km de Mar del Plata, hacia La Quiaca. Lo hizo con su bicicleta, desviándose de la línea recta unos 5 mil km.

Desde la ciudad jujeña, el objetivo era cruzar el país de punta a punta. Ushuaia era el punto. Y así fue que hace dos días, en suelo santacruceño, se dispuso a pasar la frontera. Al llegar al sur ya cuenta con un carro-cama, calentador, mate y otras pertenencias que se hizo en el camino gracias a la donación de la gente.

Pero la situación se complicó. Mejor dicho, el clima. Los vientos soplaban fuertemente, alcanzando los 120 km/h aproximadamente, llegando a caer de su bicicleta. Optó por quedarse en un refugio, esperando que el viento calme, pero esto no ocurrió por lo cual retornó a Río Gallegos.

Desde este mediodía se encuentra en el mástil de Av. Kirchner y San Martín, donde charló con TS-Digital acerca de esta travesía. El motivo, el camino que le queda y la sorpresa que se llevó en esta ciudad capital, algunos de los temas sobre los cuales se explayó.

Ahora, la idea es ver si alguien lo puede llevar o su hijo tratará de mandarle el pasaje el lunes/martes para ir a Ushuaia.

Promesa y sorpresa con Río Gallegos

“Es un trago amargo no haber podido cruzado, pero bueno, no se puede contra la inclemencia del tiempo. Esta es una zona muy difícil”, dijo Carlos. Desde Río Gallegos tratará de ir en camión o automóvil a Ushuaia, dejando la bicicleta aquí para buscarla más adelante y partir hacia Venezuela.

Esta travesía “básicamente es un agradecimiento”, manifestó respecto al motivo, sin ahondar en los detalles. “Cuando me hace una nota no me explayo mucho con el tema porque doy testimonio de forma individual. Como lo lee mucha gente considero que no hay que invadir y se deben respetar las creencias de cada uno. No estoy evangelizando, es un viaje de agradecimiento”, agregó.

La promesa que hecha es hasta Venezuela. Desde allí se irá a Estados Unidos, “donde tengo un amigo que trabaja en el programa Over hollins, arreglan autos, y me van a hacer un carro-cama nuevo porque el que tengo es casero y cuesta mucho llevarlo”.

En otro tramo de la entrevista comentó, respecto a la ciudad: “La verdad que me sorprendió, para bien. Llegué mal de salud, había estado con hipotermia porque me agarró el agua durante cuatro horas, estuve internado dos días y llegué anímicamente bastante mal y acá en la YPF del centro los chicos y la gente me ayudaron mucho. Son muy solidarios, más allá del dinero es la predisposición, el charlar. En vez de tocar bocina se bajan y eso hace la gente educada. Del viaje hasta acá ha sido lo mejor”.

*Carlos es nacido en Punta Alta, vivió unos años en Ushuaia y ahora reside en Santa Clara del Mar. Tiene 60 años y antes de comenzar trabajaba en el rubro de la construcción.