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El ingenio ataca todos los frentes

Los estudiantes de la Escuela Industrial N° 1 de Caleta Olivia a fuerza de prueba y error crearon un revestimiento asfaltico. El objetivo de este proyecto fue reparar las veredas y calles dañadas de su ciudad al tiempo que se reutilizan los desechos sólidos urbanos. El sentido de pertenencia de docentes y alumnos  los llevó a obtener el segundo puesto de “Maestros argentinos”.

  • 26/11/2018 • 12:19

Ellos eran conscientes de gran problemática que aquejaba a su localidad: la falta de tratamiento de los residuos sólidos y urbanos. Es por eso que los estudiantes de la Tecnicatura Maestro Mayor de Obra 6° “B” (Promoción 2017) comenzaron a pensar qué utilidad se le podía dar a los desperdicios. Junto a sus docentes, la Prof. Julia Olivera y la Prof. Claudia Sesto, apoyados por sus pares de 5° Año "A", y con la colaboración de docentes y alumnos de la tecnicatura Equipos e Instalaciones Electromecánicas, coincidieron que un buen uso que se le podría dar a la basura era atacando otra problemática: los baches.   

Los estudiantes afirmaron que en Caleta Olivia la contaminación de basura y suciedad es una realidad, y la acumulación de basura en la calle se da por un servicio de recolección deficiente o/y por la negligencia de los vecinos.

Pero a este penoso panorama de observar basura en la vía pública, se le el de calles y veredas rotas.

“No nos quedamos con los brazos cruzamos, y accionamos”, manifestaron. Por este motivo es que investigaron y tomaron contacto con otras realidades. Sabiendo que en la ciudad del Gorosito no hay un control sobre los residuos sólidos urbanos que se desechan, sí los hay en otras ciudades, motivo por el cual extrapolaron esas experiencias a Caleta.

Expusieron que se estima que hay unas 90 toneladas diarias de residuos sólidos urbanos arrojados al basural, y el 20% de este toral lo conforman plásticos y vidrios que se pueden reutilizar. Con estos datos es que se cuestionaron si es posible y de qué manera se puede utilizar la basura mediante su organización y dándole una disposición final.

“Sí se puede”, enfatizaron.

Su mundo mejor

Llegados a la conclusión de que es posible darle una reutilización práctica a los desechos, ahora se toparon con la tarea de ver de qué forma usarla. Seguía en ellos la preocupación de que en la mayoría de los barrios de Caleta Olivia no hay veredas o bien están dañadas, lo que lleva a los peatones a caminar por la calle con el peligro que esto implica.

En las aulas se pusieron a pensar cómo relacionar ambas problemáticas y darles una solución. Fue así que se dividieron en cuatro grupos para encarar  distintas tareas. Uno se abocó a ver de qué forma los desechos pueden ser reutilizados. Para esto se diseñó y fabricó una trituradora de plásticos y de vidrios. Cabe mencionar que la construcción de la máquina también fue realizada con materiales reciclados del mismo taller de la EICO.

Otro grupo investigó sobre los asfaltos que existen en la actualidad, y la posibilidad de incluirle a éstos residuos como parte su composición y así reutilizar los desechos y atacar estas dos problemáticas.

Un tercer grupo indagó sobre la creación de hormigones reemplazando alguno de sus componentes por plástico y vidrio utilizando los residuos. Y finalmente el otro grupo investigó qué tipo de revestimiento podrían llegar a lograr usando estos materiales como materia prima.

Después de muchos ensayos, prácticas y conclusiones arribaron a la conclusión y pudieron afirmar que lograr un hormigón con componentes plásticos y vidrios es viable, y así comenzaron a trabar con éstos.

Las primeras pruebas de hormigón a base de plástico, a diferencia del tradicional, arrojaron resultados muy malos, reconocieron los estudiantes. Pero no se desanimaron. “No nos desmotivamos, sino que seguimos trabajando en crear uno (hormigón) resistente”.

Efectuaron más pruebas a base de cambios de dosificaciones de cantidad de materia prima hasta encontrar la resistencia necesaria. “Las pruebas superaron las expectativas por la resistencia de este hormigón modificado”, celebraron.

Finalmente "Revestimos reciclando por un mundo mejor" que brinda una solución ecológica para la producción de materiales para la construcción, generando productos más livianos incorporando material reciclado, es una realidad.

Reconocidos a nivel nacional

Por esta iniciativa el equipo docente de la EICO fue uno de los finalistas del reconocimiento “Maestros argentinos”, el que resalta no solo la labor en aula, sino además reparte $3 millones entre los equipos docentes de todo el país.

Los diez ganadores presentaron iniciativas que involucran problemáticas ambientales, campañas de concientización sobre enfermedades locales, el fomento de la lectura, la inclusión, la fabricación de artículos ortopédicos y de juegos didácticos. También se destacaron los proyectos de construcción con materiales sustentables, talleres artísticos abiertos a la comunidad, puestas de danza y teatro que incluyen los contenidos vistos en las aulas y hasta un equipo que cultiva plantas ancestrales de los pueblos originarios.

El segundo puesto quedó en manos del equipo de la Escuela Industrial "General Enrique Mosconi" con el proyecto “Revestimos reciclando por un mundo mejor”.

“Lo que nosotros hacemos influye posteriormente; reciclando uno contagia a los demás”, afirmaron los estudiantes.

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