Medioambiente

De Tijuana a Ushuaia para concientizar sobre la contaminación con el desecho de plásticos

Martina De Marcos, una científica marina de 26 años, lleva ocho meses recorriendo ciudades y dando charlas para generar reacción frente a prácticas que pueden desembocar en una catástrofe ambiental.

  • 11/11/2018 • 09:37

Multiplicar el mensaje, contagiar el entusiasmo y recorrer miles de kilómetros para crear conciencia sobre el daño que el ser humano provoca en los ambientes marinos con los desechos que,  de forma desaprensiva, descarta. Martina De Marcos tiene 26 años, estudió Ciencias Marinas en Australia y desde hace ocho meses recorre América latina.

"Esta primera etapa del proyecto abarca desde Tijuana hasta Ushuaia. El 16 de diciembre termina el recorrido y vuelvo a Australia por seis meses para reorganizar el proyecto y luego retornar en el segundo semestre del año que viene", le cuenta a Infobae esta científica que se crió en el barrio porteño de Retiro.

La mayoría de las veces en colectivos, en autos prestados y en avión (cuando encuentra pasajes baratos) va recorriendo pueblos y ciudades en donde ofrece charlas para generar conciencia sobre el mal uso del plástico y el daño que provoca en los ecosistemas marinos. "Buscamos que se genere conciencia pero también que la gente piense en cambiar sus hábitos", agrega en plural porque va acompañada de Ezequiel Bonomi, su novio.

"Leí las estadísticas y vi cuánto dura el plástico por más que se rompa y quede pequeño; cómo afecta a los animales. Entonces, decidí hacer algo en mi región, sobre todo con el enfoque que la ONU le dio a la ecología este año: la basura plástica", indica.

La presencia del plástico en los océanos es una verdadera catástrofe ambiental. Según cifras de la ONU, cada segundo se arrojan 200 kilos de ese material a las aguas. Ese mismo reporte asegura que si las formas de consumo y de gestionar los desechos no cambian, habrá unos 12.000 millones de toneladas de residuos plásticos en el año 2050.

Multiplicar el mensaje, contagiar el entusiasmo y recorrer miles de kilómetros para crear conciencia sobre el daño que el ser humano provoca en los ambientes marinos con los desechos que,  de forma desaprensiva, descarta. Martina De Marcos tiene 26 años, estudió Ciencias Marinas en Australia y desde hace ocho meses recorre América latina.

"Esta primera etapa del proyecto abarca desde Tijuana hasta Ushuaia. El 16 de diciembre termina el recorrido y vuelvo a Australia por seis meses para reorganizar el proyecto y luego retornar en el segundo semestre del año que viene", le cuenta a Infobae esta científica que se crió en el barrio porteño de Retiro.

La mayoría de las veces en colectivos, en autos prestados y en avión (cuando encuentra pasajes baratos) va recorriendo pueblos y ciudades en donde ofrece charlas para generar conciencia sobre el mal uso del plástico y el daño que provoca en los ecosistemas marinos. "Buscamos que se genere conciencia pero también que la gente piense en cambiar sus hábitos", agrega en plural porque va acompañada de Ezequiel Bonomi, su novio.

"Leí las estadísticas y vi cuánto dura el plástico por más que se rompa y quede pequeño; cómo afecta a los animales. Entonces, decidí hacer algo en mi región, sobre todo con el enfoque que la ONU le dio a la ecología este año: la basura plástica", indica.

La presencia del plástico en los océanos es una verdadera catástrofe ambiental. Según cifras de la ONU, cada segundo se arrojan 200 kilos de ese material a las aguas. Ese mismo reporte asegura que si las formas de consumo y de gestionar los desechos no cambian, habrá unos 12.000 millones de toneladas de residuos plásticos en el año 2050.

Esto tiene una incidencia directa en la fauna marina y también puede tenerla en las personas. Por caso, científicos de la Universidad de La Plata lo encontraron el año pasado en el contenido intestinal de 87 peces de 11 especies en seis sitios entre La Plata y Berisso: el 100% de ellos tenían microplásticos.

La Agencia Internacional de Energía lanzó en las últimas semanas otro informe alarmante: "El problema es que los esfuerzos de reciclaje y gestión de residuos no están a la par con el crecimiento masivo en la producción y el consumo de plástico". Según esa agencia, hoy recolecta menos del 20% de los residuos plásticos para su reciclaje.

En la Argentina la situación es similar; según la Cámara Argentina de la Industria Plástica (CAIP), la mitad de la capacidad de reciclado del plástico está ociosa.

Desde el sector también advirtieron sobre el impacto negativo que tendría la prohibición de plásticos de un solo uso (vasos descartables, sorbetes), que se está implementando en algunos municipios bonaerenses como el de Pinamar. Según la entidad, esta medida "podría provocar el cierre de 30 empresas más y la suspensión de 3.000 trabajadores, con una pérdida económica de $ 600 millones al año".

De Marcos está convencida de que un cambio es posible y que a la solución se llega en conjunto: "Todos somos parte del problema, entonces todos somos parte de la solución".

Fuente: Infobae.