Seccional 3ra.

Policía investiga el presunto abuso sexual a una jovencita de 15 años

El hecho fue denunciado en la noche del domingo, por la madre de la menor, quien habría estado reunida junto a un grupo de personas en una casa. De acuerdo a los dichos que fue recabando la presunta víctima, supo que habría sido abusada. El supuesto sospechoso fue identificado, quien fijó domicilio, por disposición de la sede judicial interviniente.

  • 06/11/2018 • 07:43
No tengas miedo, denunciá. (Foto ilustrativa)
No tengas miedo, denunciá. (Foto ilustrativa)

La denuncia fue radicada en la noche del domingo en la Seccional Tercera, por una mujer, quien denunció que su hija de 15 años habría sido abusada durante una reunión con amigos.

Según se pudo conocer, la menor de 15 años habría asistido a una reunión con un amigo y conocidos a una casa en jurisdicción de la Seccional Tercera, si bien la víctima no recuerda bien lo que sucedió, de acuerdo a los dichos de otros asistentes pudo saber que habría sido abusada y le avisó a la madre. Por el hecho se dio aviso al Juzgado de Instrucción N°2, de donde se dispuso que las investigaciones continúen a cargo del personal de la dependencia.

Con el correr de las horas, el personal policial logró identificar al presunto sospechoso del hecho, a quien lo trasladaron a la dependencia, donde fue identificado y se conoció que tendría 19 años.

Mientras tanto, en la mañana de ayer se activó el protocolo para estos casos, por lo que la menor fue llevada ante el cuerpo forense, donde la revisaron y fue asistida.

Ya en horas de la tarde y por disposición del magistrado interviniente, el joven de 19 años fijó domicilio quedando a disposición del magistrado interviniente.

 

¿Cómo actuar?

Los distintos centros de salud con un dispositivo médico legal para dar inmediata atención a las personas que se presentan luego de haber sido víctimas de un abuso sexual.

Los abusadores buscan la impunidad amedrentando a sus víctimas para que no denuncien, para que guarden el secreto. Ese silencio se sostiene por temor y a costa del sufrimiento, la confusión y la desazón de la víctima. Muchos casos son denunciados recién a partir de la evidencia de un embarazo. Otros son denunciados mucho tiempo después, e incluso algunos nunca llegan al conocimiento de la Justicia.

 

La prueba

La prueba es muy difícil de obtener. Suelen jugar muchos intereses, fundamentalmente en el abuso sexual intrafamiliar. La experiencia indica que los miembros de la familia suelen tomar partido por alguno de los involucrados. Incluso la madre de la víctima no siempre acompaña el proceso. Sin lugar a dudas la prueba más clara es el ADN que puede obtenerse mediante la aplicación del Dispositivo de Abuso Sexual disponible en todos los hospitales de esa provincia, así como la prevención del embarazo y de enfermedades de transmisión sexual. Sin embargo esto solo es posible cuando la denuncia es inmediata a la producción del abuso o bien cuando a raíz del abuso se produjo un embarazo. Estos hechos ocurren entre cuatro paredes. Los indicios cobran fuerza en relación al relato de la víctima, son datos que parecen no tener significación propia, que no aportan la evidencia de un testigo directo, pero que permiten corroborar circunstancias, conductas, costumbres alteradas, cambios en la personalidad y/o en el rendimiento escolar. El abusador suele ser el referente de la víctima en distintos ámbitos, se muestra como el adulto que se ocupa de sus cosas y de este modo se asegura el control del secreto. El abusador detecta el estado de vulnerabilidad y de este modo elige a su víctima.

 

El relato

En todos los casos la investigación se activa por la denuncia. La declaración de la víctima es central para la investigación. El relato se realiza en Cámara Gesell, procurando que la víctima declare por única vez en ese momento. Algunas veces se puede hacer rápido, pero en muchas otras no. La víctima debe estar preparada anímicamente para pasar por esa instancia y son los profesionales del SAVD (Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito) quienes sugieren el momento más oportuno para hacerlo. La psicóloga forense toma la declaración y realiza la pericia psicológica. Esta pericia evalúa si el relato es creíble, si detecta o no una tendencia a la fabulación, si se advierte algún interés, si se evidencia un relato armado, entre otros aspectos. Esta pericia valida el relato de la víctima.

 

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