Todavía sin medidas

Continúan las denuncias por acoso sexual en la Fuerza Aérea

A poco de que se cumplan dos meses de que este diario diera a conocer el testimonio de un grupo de mujeres que acusa a un superior de acoso sexual, ya dos personas radicaron sus denuncias en comisarías. Una jueza tiene el caso pero la Fuerza Aérea todavía no tomó medidas.

  • 17/10/2018 • 10:18
Más mujeres aseguran haber sido acosadas sexualmente por el mismo jefe en la base
Más mujeres aseguran haber sido acosadas sexualmente por el mismo jefe en la base

*Por Sara Delgado

El 21 de agosto, TiempoSur publicó el testimonio de cinco mujeres que denunciaron a un alto mando de la base militar de la Fuerza Aérea de Río Gallegos. En su relato, decían haber hecho presentaciones en el área de Género conjunta, sin embargo el varón acusado siguió en funciones.

Las mujeres que rompieron el silencio para que cesaran los actos de acoso sexual que, según contaron, iban desde mensajes hasta hostigamiento laboral por no acceder a lo que su jefe proponía, atravesaron estos meses con temor a represalias.

Luego de la publicación, otra mujer denunció en la Seccional Cuarta de Río Gallegos que era víctima del mismo acoso sexual y las autoridades policiales decidieron enviar el asunto directamente al Juzgado de Instrucción. Paralelamente, otra voluntaria hizo lo mismo en la Seccional Tercera.

Mientras tanto, la Oficina de Género que las FAA crearon para atender al personal femenino del Ejército, la Armada y Fuerza Aérea, todavía sigue instruyendo un informe administrativo, o al menos eso es lo que le explicaron a funcionarias de la Subsecretaría de Las Mujeres de Santa Cruz, que se acercaron a la institución para conocer qué habían hecho al respecto.

Incluso las mujeres aseguran que aquellos que en la unidad les pedían “consideración” por el acosador y “silencio” para que el tema no se filtre, hoy “ni siquiera nos miran a la cara”.

Ellas dicen que las llamadas a cualquier hora, el reclamo de besos y abrazos, las persianas que se bajan en la oficina, los mensajes subidos de tono o los pedidos de sexo oral cesaron. Sin embargo, también durante estos casi dos meses otras mujeres decidieron contar sus experiencias.

Una de ellas estuvo en comisión en esta capital hace un tiempo y ahí conoció a este alto mando acusado de acoso sexual. “Era muy insistente y yo se lo dije a otro superior porque no le tenía miedo pero cuando quiso darme a entender que yo lo provocaba, preferí no denunciar nada porque no me querían creer” dijo.

E.G también dice que es así. Vía redes se comunicó para contar que “…Y no, apenas me pasó yo hablé con un encargado que tenía ahí en Gallegos, suboficial… Me había enterado que habían muchas mujeres que el hombre acosaba! Realmente no es tener miedo, es estar cansada de que nadie te escuche y siempre te dicen ‘y bueno, por algo te pasa’”.

Todas aseguran tener registros del acoso sexual, capturas de pantalla, mensajes y hasta fotos. Como P.L. que lo conoció años atrás en otro ámbito, siendo todavía menor de edad.

Lo cierto es que las mujeres y el varón al que acusan de hostigarlas por su condición de género siguen compartiendo espacios físicos, lo que habla de la actitud indiferente de la base militar, que no garantiza la protección a las presuntas víctimas. Pero además tampoco la jueza de instrucción que recibió las denuncias policiales tomó cartas en el asunto, ya que no llamó a las denunciantes para que ratifiquen sus dichos ni ordenó medidas de prueba.