Los niños rehenes por denuncias falsas

La organización cumplió un año, su reclamo hizo se nacional, y cruzó la frontera hasta Chile, Uruguay, y hasta España, aunque en Argentina no ha tenido demasiada difusión en los medios de comunicación.

Es AAFANI, Agrupación Argentina de Familias por los Niños, que nada tiene que ver con un movimiento antiabortista, sino  que se encarga de asistir legalmente y contener mediante psicólogos y trabajadores sociales a padres, que no pueden ver a sus hijos luego de una separación, ya sea porque el padre o madre lo impide y utiliza en la mayoría de los casos denuncias falsas.

“Primero comenzó como un reclamo de padres y madres que por distintas razones están impedidos de ver a sus hijos, luego se trasladó a toda la familia, ya sea tíos, abuelos y sucede cuando hay una separación, uno de los progenitores corta el vínculo y lo hace a través de los hijos, que no tiene contacto con nadie de la otra familia. Así se le quita identidad a la criatura, por eso la lucha es por los chicos, no por los grandes”, contó a TiempoSur Gabriel Di Cianni, quien comenzó el reclamo y creó la agrupación.

Di Cianni sostuvo que la ley dice que no debe existir más de 10 días de impedimento para ver a los hijos luego de una separación, pero ”hay muchos casos en los cuales denuncian al padre o madre por violencia, la Justicia te pone una perimetral de no acercarse y hasta que se comprueba que es mentira pasan mínimo 3 meses, y en ese tiempo a tu hijo no lo viste”. “Esto no es una cuestión de género, le pasa al padre como madre”, aclaró.

Las denuncias falsas de maltrato contra el niño tardan en comprobarse, pero cuando peor son las denuncias de abuso sexual. “Es muy difícil porque luego, aun siendo inocente, queda el estigma y así tampoco podés conseguir trabajo porque en el certificado de antecedentes figura la denuncia”, advirtió.

Por esto, señaló que “no existe ninguna ley que condene a quien hace denuncias falsas”, punto por el cual trabaja la  asociación. Lo peor, aseguró, es que la Justicia pierde tiempo -por la burocracia-  en estas denuncias falsas “y no se ocupa de las verdaderas víctimas”.

PAÑUELAZO

Para visibilizar el reclamo, Di Cianni junto a Julián Smeriglio crearon un pañuelo con el lema “No más hijos rehenes”. “Hay muchos reclamos por todo el país de gente con esta problemática”, precisó, y adelantó que realizan un relevamiento para conocer cuántos casos existen en el país. El pañuelo identifica el “símbolo de lucha”.

“El problema de los grandes, es de los grandes, pero se utiliza al niño y con recursos legales se obstruye el vínculo, pero no se afecta al grande, sino al niño, y más cuando es durante los primeros años en donde sufren un daño muy grande”, afirmó.

La organización apunta a la legislación  con petitorios y recolección de firmas para que se revean los casos o se revisen de forma más rápida. Este año, en el mes de mayo, la Legislatura del Chubut aprobó el Registro de Obstructores Familiares en donde “quedarán registradas todas aquellas personas que tengan sentencia firme en los términos de la Ley Nacional N°24.270 que obstruyan o impidan a los niños y adolescentes en forma directa o a través de terceros, tener comunicación, convivencia o contacto con sus progenitores, abuelos y otros parientes o personas con las cuales tengan un vínculo afectivo”.

CONTACTO

La Asociación cuenta con abogados, psicólogos y trabajadores sociales que padecieron esta situación, y contiene al padre o madre ya que “esto te destruye psicológicamente”.

Por la red social Facebook AafaniArgentina es el modo más simple de contactarse, en donde se completa un formulario para conocer el caso. “La idea es centralizar el reclamo y que la gente se comprometa”,  destacó. “Imaginate que de un día para el otro no puedas ver a tu hijo sólo porque a alguien se le ocurrió”.