Compost domiciliario

Una sencilla forma de ayudar al medio ambiente

Integrante del Encuentro de Recicladores están trabajando arduamente por instaurar culturalmente el compostaje mediante la reutilización de los residuos orgánicos. Cómo comenzaron a compartir sus saberes para así masificar la práctica.

  • 08/10/2018 • 11:06

Recicladores, en 2011, encararon en conjunto con la Asociación Ambiente Sur, el Pro-Huerta (INTA- MDS) y la Agencia Ambiental de la Municipalidad de Río Gallegos un plan piloto de compost como parte de la Campaña del Orgullo por el Estuario.

La tarea consistió en realizar las mediciones de los residuos, incorporación de participantes al plan piloto y la resolución de dudas o consultas hasta la finalización del plan en el 2012.

Transcurrido este tiempo, los integrantes del Encuentro de Recicladores realizaron una jornada de resolución de dudas con los integrantes con el INTA, además de efectuar publicaciones de la información recolectada para divulgar los resultados de los programas de educación ambiental anuales del 2012 al 2014.

Tras asistir a varias capacitaciones en diversos organismos comenzaron a notar que mucha gente se quedaba con muchas dudas sobre esta temática al desconocer -por ejemplo- el lenguaje técnico o por ser las recomendaciones y técnicas óptimas poco aplicables a la realidad de la cotidianeidad de una familia.

Fue así que la idea de comenzar a dar talleres de compost al público en general surgió de la iniciativa de Rita López, integrante de la Asamblea, quien recibía muchas demandas de personas que querían aprender, y no lograban replicar la teoría, por lo que requería que alguien transmita su experiencia de una manera más sencilla. 

Así que, con mucha aprensión propia del nerviosismo del debut más público, empezaron con una capacitación en el Jardín de Infantes N° 15 de Río Gallegos. Al año siguiente la repitieron a raíz de la buena aceptación de los asistentes, y fue hasta el año pasado que se volvió parte de los talleres que se realizan en la Reserva, que se volvió a replicar en este 2018.

Satisfechos con la labor que emprendieron al ir notando cambios de hábitos opinan que sería interesante que los talleres de compost sean institucionalizados con su seguimiento, ya que es un cambio cultural muy difícil. "Hay muchísimos preconceptos peyorativos con respecto a los residuos como el que atrae a las ratas o que genera olor, y la mayoría comete varios errores al comenzar a compostar con lo cual pierden el interés muy rápido", señalaron.

¿Qué es el compostaje?

Es un proceso biológico llevado a cabo por micro-organismos de tipo aeróbico (presencia de oxígeno), bajo condiciones de humedad, temperatura y aireación controladas, que permiten la transformación de residuos orgánicos degradables en un producto estable.

¿Qué es el compost?

El compost o abono orgánico es el producto que se obtiene al finalizar el proceso de compostaje. Está constituido por materia orgánica estabilizada, con presencia de partículas más finas y oscuras. Es un producto innocuo y libre de sustancias fitotóxicas (que puedan causar daño a las plantas).

 

Tres buenas razones para compostar

- Es una práctica sencilla, que a través de la participación activa de los ciudadanos, permite un ahorro energético, económico y ambiental.

- Es una solución a la disposición final de los residuos orgánicos. Ayuda a reducir la cantidad de residuos que irían a los enterramientos sanitarios.

- Se obtiene un abono orgánico que puede ser utilizado como enmienda de suelo. Mejora las condiciones del suelo, permite retener más humedad, contiene más nutrientes y es más esponjoso, cerrando el ciclo de la materia orgánica

 

Por qué compostar

Beneficios individuales: Se obtiene una enmienda útil para las plantas de los jardines, huertas y balcones, ya que mejora la vida del suelo. Además, disminuye la necesidad de comprar fertilizantes químicos y abonos. Asimismo, se fomenta una conciencia del reciclaje y aprovechamiento de los residuos que producimos, y es compatible con las actividades del hogar actual.

 

Beneficios colectivos:

Permite reducir la frecuencia de recolección de residuos ya que los materiales secos se pueden acopiar por más tiempo en el hogar. Se minimizan las inversiones en personal y camiones recolectores de residuos y plantas de tratamiento a gran escala para la producción de compost. Se reduce la generación de lixiviados en el sitio de disposición final de residuos, y en consecuencia la posibilidad de proliferación de agentes patógenos, ratas y animales. Se reducen las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI), en especial de metano, en los sitios de disposición final. Se ahorra energía para recolectar, tratar y disponer los residuos. Se usa menos suelo para la disposición final de residuos.

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