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Fierros y ecología

Ambas cosas se ensamblan en dos proyectos nacidos del taller de 5° y 6° año de la Tecnicatura en Automotores, del Industrial N°6 de Río Gallegos. La experiencia de construir un automóvil ecológico alimentado por baterías eléctricas y medirse ante escuelas técnicas de todo el país, logrando destacarse. Por otra parte, la fabricación de biodiesel tras un largo trabajo de investigación y pruebas. El ingenio y el trabajo a flor de piel en los jóvenes.

  • 17/09/2018 • 12:43

Siempre se reconoció a la Escuela Industrial N°6 X Brigada Aérea por el proyecto educativo, el ambiente y un denominador común: la segunda casa de cada uno. Esto, porque muchos pasan igual –o más- cantidad de horas en la institución que en su casa.

Muchas de esas horas son debido a los talleres que realizan. Todos, en el hangar del Industrial –ahora está en construcción el nuevo edificio. 

Uno de los proyectos que más ha llamado la atención, es el del aula-taller de 5° y 6° año de la Tecnicatura en Automotores, en el cual participan los alumnos de dichos cursos y los maestros de enseñanza práctica.  Es la construcción del automóvil ecológico alimentado por baterías eléctricas.

En el taller cotidianamente se realizan las actividades planificadas anualmente por los maestros de enseñanzas prácticas, con objetivos de complementar los saberes adquiridos en la teoría. Sobre esto, y los dos proyectos que combinan los fierros con lo ecológico, habló Pablo Rizzonico, quien está cargo del taller, detallando cómo es la labor, el desempeño y compromiso de los estudiantes, y la satisfacción como docentes y grupo, entre otras cosas.

Auto eléctrico

El taller existe desde el comienzo de la Tecnicatura, en el año 2006. El proyecto se empezó a planificar a fines de 2014 y comenzó a hacerse realidad en el 2015. Ahí fue cuando se inscribieron en el “Desafío Eco YPF”, momento en el cual la organización les envió el kit de motor con los comandos y las baterías. Era hora de poner manos a la obra.

En primer lugar, sobre la respuesta de los chicos y cómo se desenvolvieron, Rizzonico remarcó que “los alumnos muestran un interés mayor a las nuevas tecnologías entendiendo así que va a ser el futuro”, resaltando que son ellos quienes construyeron el auto, con la supervisión de los maestros y auxiliares.

En este caso, el auto es un proyecto basado en el reglamento que establece el Desafío, y trabajar en el mismo “generó una unión en el grupo humano de alumnos y docentes donde se pudo exprimir al máximo las capacidades de los alumnos” logrando obtener así un nivel mayor en calificaciones y capacidades como técnicos.

De la competencia participan equipos de todas las provincias del país, lo cual representa aproximadamente más de mil alumnos de escuelas técnicas. En este contexto, el docente destacó la importancia de haber podido ser parte.

El colegio es reconocido nacionalmente por competir en feria de ciencias y competencias como la de Blas Pascal, “pero esta competencia es la más acorde a las prácticas que se llevan a cabo en el taller de Automotores. Por eso es de suma importancia para nosotros debido a que en la construcción de un auto eléctrico de competición se aplican la mayoría de los contenidos planificados por la tecnicatura”, definió.

Y dicho sea de paso, también lograron consagrarse en el Desafío Eco. En el año 2015, consiguieron ni más ni menos que el 2° puesto en Diseño e Ingeniería. Sí, en la primera participación que tuvieron.

Al respecto, Rizzonico indicó: “La felicidad y el nivel alcanzado de los alumnos es el premio para los docentes comprometidos en este taller, el premio entregado por la organización Desafío Eco, al diseño e ingeniería es fruto del esfuerzo, dedicación y compromiso de los alumnos con el proyecto. Tuvimos muy buenos resultados en carrera aparte del premio los cuales fueron en ascenso dejando en claro la forma de trabajar y empeño que teníamos en el proyecto”.

 

Elaborando Biodiesel

Los alumnos de 6° continuamente trabajan en proyectos institucionales, evaluados por los docentes. Uno de los proyectos más importantes en que la tecnicatura trabajó fue la fabricación de biodiesel. El mismo, “es un trabajo de investigación y pruebas impecable de tal manera que tenemos un vehículo IME RASTROJERO –Modelo 77- funcionando con biodiesel fabricado en el taller por alumnos”, contó.  

El proyecto netamente de automotores arrancó en 2011, con el profesor José Luis Agraso –hoy jubilado-. Inició “con un trabajo de investigación impecable, junto con la profesora de biología Analía Guggiari, basado en muchas teorías. Fue cuando en casi ningún punto del país se estaba fabricando el biodiesel, si bien en el resto del mundo ya era utilizado. Todas las pruebas y errores acá no se habían hecho muy bien”, detalló Rizzonico.

Básicamente, el proceso consiste en recuperar el aceite vegetal utilizado en casas de comidas rápidas, restaurantes y lugares de ese estilo. Se trata del aceite con el que fríen papas fritas, milanesas y demás. Eso se filtra, se mezcla con soda cáustica, logrando que se desprenda un líquido –glicerol-, el cual se debe separar y luego se mezcla con metanol.

“Lo difícil de todo esto son las cantidades. Y la prueba y error, para que sea realmente un combustible y no un lubricante”, explicó el profesor, añadiendo que, con el resultado obtenido tras los pasos indicados anteriormente, se vuelve a filtrar y pasa por un proceso de aireado para batirlo y darle aire al gasoil, de modo que pasa a ser biodiesel y ya se pueda utilizar en los vehículos.

Llegó la hora de probarlo en el rastrojero. Le colocaron un tanque auxiliar de 10 litros aproximadamente, con un bypass en la línea principal de combustible que va del tanque a la bomba inyectora, lo cual genera que, con solo abrir una canilla y cerrar el paso de combustible del tanque se tenga el biodiesel en la línea.

Fue un proyecto muy largo, de una larga investigación y que hoy en día funciona, logrando un combustible que se puede utilizar en cualquier tipo de vehículo de ciclo diesel. Todo esto, en el Industrial N°6 de Río Gallegos, donde los alumnos y docentes lograron unificar los hierros y la ecología a través de sus conocimientos.

 

 “Desafío ECO YPF” 

Se trata de una competencia única con autos eléctricos diseñados por estudiantes de escuelas técnicas de la Argentina.

El espíritu de este certamen es el de inculcar a los estudiantes nociones básicas del cuidado del medio ambiente y en particular promover el aprendizaje integrado, utilizando el proceso de diseño y construcción para la aplicación de principios científicos, conceptos matemáticos y de sistemas tecnológicos.

 

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