Salud

Cuando prevenir es mejor que curar

Este martes, la quiropraxia cumple 123 años de existencia y los riogalleguenses la utilizan cada vez más para cuidar su salud. “La gente se va animando de a poco porque desconocían este tipo de cuidado”, aseguró Martín López, uno de los especialistas que sanan con sus manos. Conocé de qué se trata.

  • 16/09/2018 • 11:14
Martín cura gente con sus manos.
Martín cura gente con sus manos.

Muchos la confunden con masajes o con kinesiología. Y no es ni lo uno, ni lo otro. La quiropraxia cumple este martes 123 años de existencia en el mundo, aunque recién ahora comienza a tener un auge importante en Río Gallegos, donde los vecinos la utilizan cada vez más para cuidarse, ya que no es una práctica que no sólo se utiliza para curar, sino primordialmente para prevenir.

Los especialistas la definen como una práctica que detecta subluxaciones vertebrales o vértebras que por alguna razón no están bien acomodadas en el cuerpo.

Ellos trabajan sobre la columna para permitir que el sistema nervioso funcione con todo su potencial y así mejorar la calidad de vida de la gente.

Uno de esos especialistas vive en Río Gallegos y es Martín López, un joven que tiene 33 años y estudió kinesiología en Córdoba, pero que en 2016 comenzó a estudiar quiropraxia en la Fundación “Quiropraxia para Todos”, en Buenos Aires.

“Yo fui a buscar la quiropraxia como una herramienta más para la kinesiología y me encontré con una profesión de la salud totalmente diferente, con otra visión y con otra filosofía. Al principio costó el cambio, pero una vez que entendés la filosofía, la historia y los resultados, te convencés de lo que podés ofrecer”, le contó a TiempoSur.

 

Mejor prevenir...

Desde su experiencia, Martín contó que la mayoría de la gente asiste por dolores, pero advierte que la idea de la quiropraxia, o la misión, es la que la gente llegue sin dolor y la utilice para potenciar su salud, liberando el sistema nervioso, que es en lo que ellos se enfocan para funcionar mejor.

“Obviamente que también trabajamos con dolores, pero la premisa es que vengan sin dolor”, aseguró.

Acerca del crecimiento de la cantidad de vecinos que asisten para cuidarse de esta manera, expresó: “La gente se va animando de a poco porque desconocían este tipo de cuidado, pero ahora lo van conociendo mucho “de boca en boca” o por publicidad y porque se comenta mucho el resultado y eso hace que se recomiende, así que se va sumando cada vez más gente.”

 

En qué consiste
Lo cierto es que esta práctica, que cumple 123 años de existencia, ahora cuenta con el aporte de la tecnología para tratamientos que consisten en detectar una vértebra que esté fuera de lugar, que esté comprimiendo un nervio, interfiriendo en los impulsos mentales.

“Lo que yo hago, mediante diferentes técnicas que existen, es evaluar ya sea con el “Thermoscan” (un aparato que escanea el cuerpo y detecta dónde está la falla), con palpación muscular, palpación ósea, evaluación de largo de piernas y otro tipo de evaluaciones neurológicas, detectando la subluxación, que es la vértebra que está fuera de posición”, indicó.

Luego agregó que una vez que detecta y analiza, lo corrige con sus manos, aplicando una fuerza con una dirección específica para corregir la subluxación, ligando el nervio para conectar el sistema nervioso con el resto de las células del cuerpo.

“Nosotros no lo llamamos tratamiento, porque en realidad es un cuidado y consideramos que debe ser para toda la vida, porque una persona tiene sistema nervioso toda la vida. Esto es como cepillarse los dientes, para toda la vida”, advirtió.

 

El proceso

Según relató, la etapa inicial del tratamiento dura tres meses y es una etapa intensiva, en la que se corrige la subluxación y luego se pasa a una etapa de reestructuración, porque muchas veces la columna se reestructura y se alinea, con curvas que se pueden reducir.

“Eso dura aproximadamente ocho meses y a partir un año en adelante pasás a un cuidado de mantenimiento que es para toda la vida. En esa etapa se reduce la frecuencia de visitas, que inicialmente es cada una semana o 15 días, para pasar a ser cada un mes, sólo para un ajuste o chequeo de columna”, señaló.

Martín dijo que la clave en todo esto es entender que “el sistema nervioso hace funcionar a todo el cuerpo y con esto se previenen muchas enfermedades, se mejora el rendimiento físico y emocional.”

Sin embargo, agregó que también trató a gente que tenía problemas en el sistema digestivo y mejoró mucho o gente que mejoró mucho el sueño y su calidad de vida. “Se nota mucho en la energía vital”, aseguró.

 

El emprendimiento

Luego de años de trabajo, Martín decidió emprender y junto a un amigo abrieron su propio centro llamado “Alma Kinésica”.

“Esto lo abrimos con un amigo, que es mi socio, y fue quien me insistió, así que nos animamos y abrimos hace tres meses, por lo que ahora estamos esperando crecer y con la confianza de poder ayudar a muchas personas con su salud. Lo que pretendemos es que las personas puedan vivir y rendir mejor”, comentó.

Para finalizar, indicó que “el 18 de septiembre se cumplen 123 años de esta profesión que no es muy conocida, pero la idea es que la gente la reconozca en la ciudad y luego a nivel provincial porque en el resto del país es muy conocida.”