Denuncia

Acusan de estafa a un cura procesado por abuso sexual

La investigación sobre La Congregación de los Malos Hábitos, referida a las denuncias por abuso sexual contra sacerdotes del Instituto Discípulos de Jesús de San Juan Bautista llegará a juicio oral con el principal responsable en libertad, aunque se siguen sumando delitos a su historial. Agustín Rosa, acusado repetidamente en la justicia canónica y penal por su rol en los delitos sexuales que tuvieron como víctimas a jóvenes con vocación religiosa que tenía bajo su protección, es ahora señalado por una familia salteña por estafa.

  • 10/09/2018 • 11:34

Varios de los testigos que declararon en la causa penal mencionaron la avidez desmedida de Rosa por recibir donaciones y recaudar dinero, al punto de someter a condiciones de extrema pobreza a miembros de la congregación y privarlos de medicación indispensable cuando estaban gravemente enfermos. El instituto se hizo cargo de parroquias, hogares de ancianos e infantiles en la Argentina y en el exterior. Posee sedes en Chile, España y México.

Ahora denuncian a Rosa por haberse quedado con una propiedad millonaria en Jujuy. Era de un médico enfermo que falleció misteriosamente. Un hermano del muerto publicó un libro para dar a conocer detalles del supuesto fraude.

 

"Perdón para el abusador"

La primera denuncia judicial contra Rosa y miembros de la congregación tomó estado público cuando Yair Gyurkovitz sostuvo que a los 16 años, en la sede del instituto en Santa Cruz, sufrió abusos sexuales de parte del cura Nicolás Parma de 38 años, miembro de la misma comunidad.

Luego, desesperado porque sus padres enviaron a su hermano menor a la misma residencia, Yair le escribió a Rosa para contarle lo que pasaba. Este le aconsejó perdonar al abusador. Luego el propio Rosa abusaría de él, en Salta. “Me decía que mi papá no había estado en mi infancia y que él era mi nuevo papá”, relató el joven.

La forma que usaba Rosa para abordar a los adolescentes era alegar que tenía que revisar sus órganos masculinos, porque el tamaño del pene podía ser una causa de malos sueños, o diagnosticar varicocele, una dolorosa afección de los testículos. Gyurkovitz acusó a los dos sacerdotes por abuso sexual. Rosa fue detenido, aunque ahora goza de total libertad a la espera del juicio. Parma, en cambio, fue localizado en Barcelona, a cargo de una parroquia y frecuentando el Camp Nou, pero todavía no fue arrestado.

Intervienen jurisdicciones diferentes, ya que los abusos contra Yair y otro compañero que sumó recientemente su denuncia penal se produjeron en la provincia de Santa Cruz, en circunstancias en que los chicos estaban a miles de kilómetros de sus familias. Con profunda fe, habían sido confiados por ellos a los curas que se aprovecharon de su aislamiento en la Patagonia para cometer los abusos.

Valeria Zarza y Gracia Ramia, dos ex monjas de la congregación fundada por Rosa, sumaron sus testimonios. Ramia acusó a otra monja mayor de edad -a quien consideraba su guía espiritual- de haber abusado de ella cuando tenía trece años. La fiscal calificó el delito padecido por la nena como "abuso sexual gravemente ultrajante".

Zarza, que fue la mano derecha del "padre fundador", sufrió represalias por haber testimoniado en contra de Rosa: fue acusada de haber abusado de la sobrina de uno de los curas más cercanos al máximo referente del instituto. Acosada y amenazada, tuvo que abandonar la provincia aunque se mantiene a derecho. (Fuente: TN)

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