Aurora tiene 97 años

Hija de un fusilado en la Huelga del ‘21 presenta una demanda en la Justicia Federal

Aurora es hija de un peón rural asesinado por el Ejército durante la Huelga del ‘21. Desde 2014 exige saber dónde están sus restos, y el caso llega ahora a la Justicia Federal. Tiene 97 años, pero “hasta que Dios me lleve voy a esperar que me digan dónde están los restos de mi padre”, reclamó.

  • 07/09/2018 • 11:31
A punto de ser fusilados. El de la flecha es Servando Romero y también está Alejo López, papá de Aurora.
A punto de ser fusilados. El de la flecha es Servando Romero y también está Alejo López, papá de Aurora.

Por Sara Delgado

Esta semana va a presentarse en la Justicia Federal, la demanda de Aurora López, hija de un peón fusilado durante el exterminio de más de 1500 ruralistas a manos del Ejército, en los hechos que se representaron como la Patagonia Trágica.

Aurora tiene hoy 97 años y desde 2014 viene exigiéndole al Estado que recupere los restos de Alejo López, fusilado el 18 de diciembre de 1920 en la estación de Jaramillo, durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen.

Aurora no está sola, a su reclamo también le ponen el cuerpo desde la asociación civil La Ruta de la Huelga, integrada por el ex concejal de Gobernador Gregores, Marcelo Serafini, que hasta el momento venían haciendo presentaciones ante organismos de DDHH.

La Ruta de la Huelga cumple treinta años buscando el lugar de los asesinatos de los obreros que reclamaban mejores condiciones de trabajo en territorio de Santa Cruz y llevó adelante la señalización de varios espacios militando memoria, verdad y justicia.

En el año 2013, la universidad pública (UNPA) firmó un convenio con el Archivo Nacional de la Memoria, con el propósito de salir en busca de las tumbas, sin embargo la expedición de la que participó el ex decano de Río Gallegos, Alejandro Súnico, determinaron que era una empresa infructuosa porque al haber sido poco profundas, el tiempo las había erosionado sin que quedaran rastros.

El vínculo entre Aurora y La Ruta de la Huelga empezó hace cuatro años, cuando ella se presentó en una actividad que se hacía en un biblioteca de Pico Truncado -donde reside- y contó que era hija de un hombre muerto por pelear.

Aurora nunca conoció a su padre porque su madre la tuvo dos meses después de su fusilamiento; a penas si vio una foto del momento previo a que lo abatieran las tropas de Varela, aunque no sabe con exactitud cuál de todos en esa fila es él.

“Si es que encuentran los restos de mi padre, yo quiero tener las cenizas aunque sea, y si a esto hay que seguirlo, que se siga. Hasta que Dios me lleve voy a esperar que me digan dónde están los restos de mi padre”, dice Aurora, una mujer chiquita y delgada que todavía conserva algo de fuerza en la voz.

Para Serafini la base documental del caso Aurora “es relevante y va en beneficio de su demanda”, no sólo porque está probado que es hija de Alejo López, sino porque también el peón aparece en escritos de Marinería sobre los cadáveres aparecidos en la estación de Jaramillo.

Eso está testimoniado en “Los Vengadores de la Patagonia Trágica”, el libro de Osvaldo Bayer, donde en el capítulo “Jaramillo”, un escribiente que está tomando nota de los cadáveres que están en ese lugar dice: “…Se encuentran aquí, José Font, argentino, Alejo López, argentino y Servando Romero…”.

Serafini cuenta que cuando se toparon con Aurora, La Ruta de la Huelga había ido a la zona norte buscando la sepultura del último, que es hijo de un reconocido peluquero de Puerto Deseado.

“Cuando él se entera de que habían fusilado a su hijo va con su hermana a esa fosa común y extrae el cadáver para llevarlo y darle sepultura en el cementerio de Deseado. Solo hay dos casos en la historia de la huelga obrera de 1921, de cadáveres extraídos de la fosa común y llevados a un cementerio, el otro es Gracián, asesinado en un paraje entre Gallegos y Calafate” dice Serafini.

En definitiva, si es cierto -como dice el informe de Marina- que López y Romero estuvieron en una misma fosa, probablemente cavada por ellos, porque esa era la metodología de las tropas, entonces hay más personas que pueden hoy reconocer el lugar de la sepultura.

“Para algunos puede no ser importante, pero para una que es hija, es una alegría que se ocupen por lo que ha pasado. Por tantos que han dejado su vida. Gracias a Dios hasta ahora estoy viva, con salud y con buena memoria, y quiero saber” insiste Aurora.

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