Boletín de género

La brecha salarial de hombres frente a mujeres trepó al 26%

El Observatorio de la Violencia contra las Mujeres publicó la segunda edición de la estadística de género, el que demuestra diversos aspectos que actúan como condicionantes en la vida de las mujeres.

  • 29/08/2018 • 11:23
Las mujeres jefas de hogar participan en el mercado laboral en un 56,8%. (Imagen ilustrativa)
Las mujeres jefas de hogar participan en el mercado laboral en un 56,8%. (Imagen ilustrativa)

Impulsado por el Instituto Nacional de las Mujeres, el Observatorio de la Violencia contra las Mujeres, dio a conocer un nuevo análisis estadístico que tiene como propósito informar sobre la situación de las mujeres y sobre las desigualdades existentes entre éstas y los varones, a partir de los datos que recoge el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) a través de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que se efectuaron durante el tercer trimestre de 2017.

Esta segunda edición del boletín de género presenta los datos sociodemográficos generales de la población relevada, a la vez que caracteriza la situación socio-laboral de las mujeres, dando cuenta de algunas de las inequidades y restricciones que enfrentan en el logro de su autonomía. Además, se analizó la categoría de jefatura de hogar discriminada por género, por considerar que los hogares se constituyen en espacios generizados donde operan diferentes recursos y oportunidades, que inciden sobre la toma de decisiones y estrategias a implementar en la vida cotidiana de las personas.

La distribución de la población según género y edad marcó que una mayor proporción de mujeres que varones en los tramos de edades más avanzadas de 46 años en adelante, mientras que se invierte la relación en las edades más jóvenes de 0 a 35 años.

La situación conyugal, por su parte, varía según se trate de varones o mujeres. La viudez resulta más significativa entre las mujeres con respecto a los varones (8,2% y 2,1% respectivamente). Por otro lado, se detectó mayor incidencia de mujeres separadas respecto de sus pares masculinos. En oposición, el estado de soltero/a se intensifica especialmente entre los varones (51,5% y 45,3% respectivamente).

El Observatorio también analizó el máximo nivel educativo alcanzado, y se conoció que las personas de 24 años y más, no se observan diferencias significativas entre mujeres y varones, excepto para quienes no han terminado el secundario y quienes tienen la titulación universitaria. En el primer caso son los varones quienes superan en casi 4 puntos porcentuales a las mujeres, mientras que en el segundo caso las mujeres representan el 21,9% y los varones el

16,8%, circunstancia que no siempre encuentra correlato a la hora de analizar la inserción laboral de las mujeres, señala el estudio.

 

Mercado laboral y percepción de ingresos de la población

En cuanto a las tasas de actividad, empleo y desempleo del período bajo análisis presentan comportamientos diferenciados por género. En este sentido se puede destacar que las tasas de actividad y empleo son mayores para los varones, con una diferencia porcentual de más de 20 puntos respecto a la de las mujeres.

Las tasas de desocupación siguen un comportamiento inverso, registrando un porcentaje mayor para las mujeres (9,5%), respecto de los varones (7,3%).

La distribución por intensidad ocupacional entre varones y mujeres muestra diferencias significativas. En este sentido, son las mujeres las que registran mayor proporción en la subocupación horaria (es decir que trabajan menos de 35 horas y desearían hacerlo más), alcanzando el 14,5% con respecto al 9,8% que registran los varones para el III Trimestre. Por otro lado, los varones se encuentran en mayor proporción sobreocupados (alcanzando el 37,5% respecto a las mujeres 20,8%). El porcentaje de mujeres que se desempeñan en ocupaciones plenas es considerablemente mayor que el de los varones 60,8% y 49,8% respectivamente.

No obstante, si se tiene en cuenta el promedio de ingresos totales (laborales y no laborales) se observa que los varones ganan un 26% más respecto de las mujeres.

Desde el Observatorio indicaron que la medición de los ingresos permite aproximarse al análisis de la autonomía económica de las personas. Así, teniendo en cuenta la distribución de ingresos totales según deciles, es posible identificar que el 38,2% de los ingresos de las mujeres se encuentran concentrados en los primeros tres deciles (es decir quienes perciben ingresos más bajos), mientras que los varones concentran sólo el 21,8%. A la inversa, son los varones quienes acumulan el 37,2% de los ingresos correspondientes a los últimos 3 deciles (es decir quienes perciben ingresos más altos), mientras que para las mujeres el porcentaje se reduce al 22,9%.

En contrapunto, la población inactiva, persiste un 25,3% de las mujeres que se dedican al trabajo no remunerado y a tareas de cuidado, siendo que solamente el 3,9% de los varones refieren ocuparse a dichos trabajos. Asimismo es posible identificar mayor proporción de mujeres jubiladas que varones producto del mayor envejecimiento que presentan éstas (mayor presencia en los rangos de edad mayores).

En cuanto a la categoría de inactividad para población que se declara inactiva, según género identificar mayor proporción de mujeres jubiladas que varones producto del mayor envejecimiento que presentan éstas (mayor presencia en los rangos de edad mayores).

Sobre este punto proponen que si se analiza la distribución por género en cada categoría de inactividad, se observa la presencia de varones y mujeres en todas ellas. Pero es destacable que la población que se dedica al trabajo de cuidados no remunerado se encuentra altamente feminizada, representando el 92% en mujeres con respecto al 8% para varones.

 

Jefes y jefas de hogar

Al caracterizar la población, teniendo en cuenta quién declara ser jefe/a del hogar, se observa que de cada 10 personas que se encuentran en esta posición, 4 son mujeres y 6 son varones, repitiendo la tendencia del trimestre anterior.

Respecto al nivel educativo, no se observan diferencias significativas entre jefes y jefas de hogar que han terminado sus estudios primarios. Sin embargo, respecto al nivel secundario completo e incompleto los varones alcanzan un porcentaje mayor que las mujeres. Al contrario, cuando analizamos el nivel universitario se observa que las mujeres jefas representan un porcentaje mayor que los varones (22,9% y 19,3% respectivamente).

En relación con los diferentes tipos de hogar según jefatura, se observa que tanto en los hogares unipersonales, es decir, aquellos constituidos por una sola persona como en los monomarentales/monoparentales, los constituidos por un/a sólo/a progenitor/a, la proporción de jefas mujeres es mayor que la de jefes varones. Es decir, más de la mitad de esos hogares son de jefatura femenina (55,3%). Contrariamente, en los hogares nucleares completos predomina la jefatura masculina respecto a la femenina, en el 46,1% de los casos son varones y solamente en el 16,6% mujeres.

La presencia de las mujeres en el mercado laboral, se ve afectada por la carga de trabajo doméstico y de cuidados que recae sobre ellas. A medida que aumenta la edad de los/as hijos/as se incrementa su participación en el mercado laboral, a diferencia de lo que ocurre con los varones, cuya participación se mantiene estable

Así, cuando los/as hijos/as son menores de 4 años, las mujeres jefas de hogar participan en el mercado laboral en un 56,8%, en tanto esta participación es de un 71,2% cuando los/as hijos/as superan los 13 años. En cambio, en el caso de los varones jefes de hogar ocupados la participación en el mercado de trabajo supera el 90%, independientemente de la edad de sus hijos e hijas.

 

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