Palabra autorizada

Aconsejan invertir más en tratamientos e investigación contra las adicciones

Así lo indicó el psicólogo Gustavo Irazoqui, quien se especializó en adicciones y analizó la problemática. Dijo que “en Río Gallegos lo que más se consume es cocaína”, aunque advirtió que “el principal problema es el alcohol antes que las drogas”.  

  • 05/08/2018 • 09:11
Gustavo nació en Río Gallegos y trabaja en Buenos Aires.
Gustavo nació en Río Gallegos y trabaja en Buenos Aires.

Por Fernando Torneau

La drogadicción es uno de los problemas que pega fuerte en Santa Cruz y la solución no aparece.

TiempoSur sigue de cerca el caso y en la continuidad de una serie de entrevistas hoy es el turno del psicólogo Gustavo Irazoqui.

El tiene 34 años, es casado y tiene un pequeño hijo. Cuando terminó el secundario en Río Gallegos, se marchó hacia Buenos Aires para estudiar psicología en la Universidad Maimonides, luego hizo un postgrado en el Centro de Terapias Cognitivas y su carrera en el trabajo con las adicciones comenzó cuando tuvo que realizar la tesis para recibirse.

En ese momento el tema fue la actualización en el tratamiento conductual de las adicciones, trabajando luego con “José Capece”, un psiquiatra muy conocido en el mundo de las adicciones.

“Esto fue hace unos 10 año atrás aproximadamente, cuando empecé a trabajar en diferentes modalidades como comunidades terapéuticas, consultorios externos, tratamientos ambulatorios, hospitales de día y un montón de lugares además de seguir estudiando el tema”, comenzó contando.

Luego Gustavo regresó a Río Gallegos para vivir aquí entre 2013 y 2017, para partir nuevamente a Buenos Aires, donde actualmente trabaja en el Dispositivo Pavlovsky junto a un equipo de trabajo con el que publicaron un informe en el Diario “Página 12”, sobre adicciones, que fue titulado “Es la droga, estúpidos”.

A continuación, la entrevista con este joven psicólogo que nació, se desarrolló y sigue de cerca la problemática de las adicciones en todo el país y también en Santa Cruz.

 

-¿Cómo surgió ese informe publicado en Página 12 que tanto dio que hablar en todo el país?
-Nuestra nota surgió por dos motivos: primero porque nosotros, en el Dispositivo Pavlovsky no sólo hacemos tratamiento ambulatorio de adicciones, sino que también hacemos investigaciones, damos clases, brindamos capacitaciones y estamos metidos en el día a día y la actualidad del mundo de las drogas tanto a nivel nacional como internacional, siempre leyendo informes y noticias para estar al tanto de lo que está pasando.

Cuando pasó lo del “Pity” Alvarez empezamos a ver las notas que empezaron a salir en los medios, las entrevistas en los diferentes canales y sentimos la necesidad de meternos a opinar también nosotros porque notamos que se estaba utilizando la noticia de una persona que era adicta a las drogas y asesinó a alguien para estigmatizar a todas las personas que consumen drogas e inclusive en un programa salió un psiquiatra muy conocido en Capital, en el mundo de las adicciones, a decir que toda persona que consume pasta base es un potencial asesino y nosotros sentimos la necesidad de salir a rebatir eso, porque no es así científicamente.

Notamos que se estaba hablando desde un sentido común y por ahí en un café podés hablar desde el sentido común, pero un psiquiatra, en la tele, tiene que hablar con rigor científico y por eso la idea de la nota fue refutar eso y el director, que es Federico Pavlovsky, escribe siempre en Página 12 notas de historia y como tenía el contacto, pudimos llegar con esa nota, porque también la firmó gente muy capacitada en Capital sobre el problema de las adicciones.

 

-Fue impactante el título del informe “Es la droga, estúpidos”.

-El título fue llamativo y entra en ese juego, porque la idea era advertir que hay personas que asesinan todo el tiempo, no necesariamente siendo un consumidor de drogas sos un potencial asesino, porque no es así.

Inclusive mostramos un informe de “Evil Nat” que sacó un informe en 2010 en su página web indicando que la droga que mayor daño produce a una persona y a otros por asesinatos y accidentes es el alcohol y en el artículo citamos la nota, porque a nadie se le ocurriría decir que el alcohol te convierte en un potencial asesino, porque dirían que quien dijo eso está loco, pero cuando alguien lo dice por la pasta base nadie piensa que está loco.

Entonces, queríamos desmitificar eso porque todos conocemos alguien que consume drogas y no conocemos alguien que hay asesinado a otra persona. No son asesinos ni van a asaltar gente o robar un banco. Existen las personas que lo hacen y existe esa relación, pero no está comprobada científicamente. Es más algo que se habla en la calle que algo real.

 

-Vos naciste en Río Gallegos y hace poco volviste a vivir unos años acá. ¿Alcanzaste a analizar la problemática en la provincia?

-Es un problema real y llegué a conocerlo porque cuando llegué a Río Gallegos mi idea era trabajar en adicciones, porque es mi pasión, y empecé a buscar dónde trabajar porque trabajar sobre adicciones en un consultorio externo y sin equipo es bastante difícil. Las chances de que ayudes a recuperar a alguien son mucho menores.

Entonces, cuando llegué a Río Gallegos me puse a buscar, pero no encontré mucho. Encontré en ese momento el CETRIPCO (Centro de Tratamiento Integral para Patologías del Consumo) que depende del Centro de Salud Mental, que en ese momento no estaba trabajando muy bien para mi gusto, y no encontré más que eso a nivel estatal, mientras que sí hallé el grupo de alcoholismo, narcóticos anónimos y alcohólicos anónimos, con lo cual me apoyaba porque si venía alguien a verme a mí, les podía decir que vayan también a ver al grupo de narcóticos anónimos, porque como terapeutas nos podemos apoyar, pero la oferta estatal era escasa y hoy por suerte el CETRIPCO está trabajando bastante mejor que cuando yo llegué.

Sin embargo, así y todo hay mucha población que consume y la oferta para recuperación es poca. Y estamos hablando de Río Gallegos, que es el lugar con más recursos, porque en el interior de Santa Cruz es peor y directamente era casi inexistente la respuesta estatal.

-Acá se cuestionó la falta de centros de día.

-Mirá, en particular en Santa Cruz hace falta de todo. Pensá que en Capital hacen falta lugares de tratamiento y la ONU dice que en Argentina y los países latinoamericanos invierten entre dos y cuatro dólares anuales por cada persona que tiene problemas con las drogas, por lo que básicamente no tenemos presupuesto.

En Argentina, del 100 por ciento del presupuesto, el 95 se dirige a la lucha contra el narcotráfico y un cinco por ciento a tratamientos, por lo que la realidad es que faltan recursos.

Nosotros, en el Dispositivo Pavlovsky, hacemos tratamientos ambulatorios con un equipo interdisciplinario en el que hay psicólogos, psiquiatras, toxicólogas, talleristas y coordinadores de grupo con los que brindamos un tratamiento ambulatorio intensivo.
Ambulatorio significa que es de puertas abiertas, mientras que intensivo significa que atendemos todos los días, porque tenemos grupos todos los días, dos horas, ya que no creemos que la gente tenga que ir a un tratamiento como el de un hospital de día o una comunidad terapéutica todo el día, porque es de puertas cerradas, por lo que queremos desmitificar eso, pensando que una persona que tiene problemas con las drogas es como una que tiene ataques de pánicos, que tiene otros problemas, y que necesita un tratamiento intensivo, porque ser adicto a las drogas es intenso, lo que necesita que vayan todos los días para poder parar, pero también tienen su trabajo y sus estudios o tienen familia y amigos. Entonces, queremos remarcar que una persona puede tener problemas de drogas, pero va a su trabajo, ve a su familia y va a un grupo de adicciones para luego volver a su casa. Y así se va trabajando con un tratamiento ambulatorio e intensivo de alta disponibilidad, lo que significa que tenemos grupos de lunes a lunes, incluido los feriados, sábados y domingos, porque son los momentos en los que la población de adictos más necesita ese apoyo. Es por eso que también tenemos grupos mañana y noche.

Eso que nosotros hacemos es lo que la ONU pide mediante el informe JIFE (Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes) a la comunidad científica en los Estados que invierten para que lo hagan con tratamientos ambulatorios, intensivos, con accesibilidad y basados en evidencias. Es decir, que esté probado que funcionan, porque, por ejemplo, los hospitales de día no han demostrado mucha eficacia en general y nosotros creemos que son necesarias, pero para una pequeña población de la gente que consume, que es la que tiene un consumo grave problemático fuerte y se pone en peligro así mismo o a un tercero, pero esa es una población mínima del total que consume.

Sin embargo, en Argentina sólo el cinco por ciento del presupuesto se destina a tratamientos y de ese cinco por ciento el 70 por ciento va a parar a comunidades terapéuticas, por lo que la plata nacional que están poniendo, la ponen en lugares que no demostraron tanta efectividad.

 

-En tu regreso a Río Gallegos, ¿pudiste investigar sobre las drogas que más se consumen?
-Sí, en Río Gallegos lo que más se consume es cocaína, que inclusive hay muchísima más y ahora tiene una edad de inicio más temprana.
También se consume mucha marihuana, pero lo que advertí es que hay muchísimos problemas con el alcohol.
En todo el país, y en Río Gallegos también, si vas al hospital y te ponés a ver los ingresos por consumo de sustancias, lo que más entran son chicos intoxicados con alcohol o con algún coma alcohólico, mientras que cuando pensamos en problemas con las drogas, dejamos medio afuera alcohol porque es legal, pero a nivel de salud pública o en cuanto a los daños ocasionados, la droga número uno es el alcohol y se lo estamos vendiendo a los chicos en todos lados, y lo estamos consumiendo delante de ellos.

Por eso hay que repensar un poquito eso y en Río Gallegos el principal problema es el alcohol antes que las drogas, que también traen un problema asociado y es que, al ser ilegales, nos metemos con el mundo del narcotráfico y muchos de los problemas que generan las drogas tienen que ver con ese acercamiento al mundo del narcotráfico.

Pero además hay otro problema, porque cuando alguien tiene un problema de adicciones, hablamos de la única enfermedad mental que está penada por la ley. Entonces, si yo fuese un consumidor de marihuana y la tengo para consumir, estoy violando una ley penal, no una ley civil, por lo que puedo ir preso por padecer de una adicción y eso trae un problema.

 

-El Gobierno nacional avanza con un nuevo Código Penal, en el que la tenencia de drogas para consumo personal no estará penada. ¿Qué pensás?
-Yo estoy completamente a favor de la despenalización e inclusive de la legalización por varios motivos, pero principalmente porque al legalizarlo, tenés un dinero extra que ya no usarás para combatir al narcotráfico, porque el narcotráfico se va cuando la droga es legal, ya que la podés conseguir de forma legal en lugar de comprarle a un desconocido o en algo oscuro.

Entonces, toda la plata de la lucha contra el narcotráfico la puedo invertir en tratamientos, en mejores profesionales y en investigaciones para desarrollar mejores tratamientos.

Entonces, más allá de quien quiera hacerlo, yo estoy a favor.
En el caso de la despenalización, significa que tener droga sea un delito, pero que no te juzgue el fuero penal, por lo que es un delito que se paga con plata y nadie va a ir detenido ni preso por consumir. También estoy a favor de eso para desestigmatizar la idea de que un adicto es igual a un delincuente.
En cuanto a lo que impulsa el Gobierno, la iniciativa dice que en el nuevo Código Penal sólo va a ser no punible en escasas cantidades, lo que seguro es una mejora con respecto a la ley actual porque hoy hasta la tenencia con escasas cantidades está penada en la ley, aunque la Corte Suprema sentó jurisprudencia con algunos fallos, lo que hace que nadie vaya preso tras un juicio por escasas cantidades, pero te pueden llevar detenido porque la ley no está y este cambio que piden en la reforma dice algo muy interesante y es que en los casos de escasas cantidades lo va a definir un juez, lo que significa que llega a una instancia legal y también te pueden llevar detenido. Es decir, que estamos casi casi en la misma situación que antes y no es un gran cambio.

-El año que viene hay elecciones y la problemática de las drogas siempre es un tema que aparece en la discusión. ¿Qué les dirías vos a ellos sobre el tema?
-El principal problema que yo vi en el momento de luchar contra las drogas en Santa Cruz es de recursos humanos.

Por ejemplo, si quisiera armar un dispositivo ambulatorio como el que pide la ONU, yo necesito un psiquiatra, un toxicólogo, un psicólogo, un operador socioterapéutico y generalmente esas personas son difíciles de encontrar. Por ejemplo, a mí no se me viene a la mente un psiquiatra para esto en Santa Cruz y si lo tengo que sumar, capaz él en el ámbito privado está ganando 100 mil pesos por mes y yo lo tengo que traer para que dirija un centro de adicciones y por ahí le van a ofrecer 30 mil pesos por mes y va a tener que atajar centros todos los días porque hay que trabajar muy fuerte.

Entonces, uno de los principales problemas que yo voy a tener es presupuesto y recurso humano. Quien quiera trabajar contra las adicciones en Santa Cruz, tiene que invertir plata y todos sabemos que estamos en una situación económica que no es la mejor, por lo que no lo veo muy por ese lado.

La otra cosa que hay que hacer, es que quien esté a cargo de la planificación en la política de drogas, nombrar a alguien que esté formado y empezar a articular con diferentes espacios para armar algo que es difícil de implementar en Santa Cruz y en toda Argentina.

En todo el país, la gran mayoría de los hospitales no recibe adictos. Si vos sos un adicto en Capital, vas y no te atienden. Quizás la diferencia es que en Capital hay muchos privados que atienden y en Santa Cruz no.

-¿El problema de las drogas va más camino a controlarse o descontrolarse?

-La verdad es que eso es muy difícil de saber, pero lo que sí te puedo decir es que los países que más presupuesto invierten contra el narcotráfico, como Estados Unidos, son en los que más se consume en el mundo.

Es porque por la relación oferta/demanda hace que la droga sea muy cara y cuando es muy cara se vende muy bien, por lo que los traficantes tienen mucha plata para corromper los lugares por los que se van moviendo.

Después, tenés los pocos países en los que se ha podido bajar, como Portugal, donde se legalizó y están invirtiendo esa plata en tratamientos e investigaciones o espacios para que los jóvenes puedan participar por diferentes problemáticas.
Yo no le veo mucha salida en tanto y en cuanto nuestro foco esté puesto en invertir toda la plata en lucha contra el narcotráfico y no pongamos nada de plata en tratamientos e investigación.

Hay un periodista irlandés muy famoso que se llama Johann Hari, que escribió el libro “Tras el muro”, en el que decía que pretendemos que la droga no entre a nuestro país, que es enorme, mientras que no podemos mantener la droga fuera de una cárcel, que es un cuadrado mega controlado, en el que para entrar te hacen inspección de cavidades.

Ahí hay droga y nosotros estamos intentando que la droga no entre a un país, por lo que es algo imposible. Estamos gastando plata que cae en saco roto. Eso dice él y yo pienso exactamente lo mismo. Tenemos que dejar de poner tanta plata en la lucha contra el narcotráfico y ponerla en la investigación para efectuar tratamientos más eficaces.