Una historia de amor

La eterna sonrisa de Belén

Fue el rostro de la campaña de donación de médula ósea. Antes de partir, dejó cartas a sus seres amados. A su marido, Jorge Godoy, le dejó una de amor. En la única en que se despidió fue en la dedicada su hijo Valentín, escrita en la última etapa de su internación. La voluntad de Belén sigue en su familia.

  • 22/07/2018 • 09:45
Sonriendo junto a su familia.
Sonriendo junto a su familia.

Por Mariano González

 

“Estoy en la sonrisa de tu recuerdo. Estoy en el silencio de tu suspiro” dice un poema que Jorge Godoy, el marido de Belén Burgoa compartió días atrás en sus redes sociales. Y es que Belén tenía eso, algo que todos recordarán: su sonrisa, siempre firme hasta en los peores momentos. Y esa mueca en sus labios se convirtió en el talismán de fuerza para su familia.

Belén jamás dejó de sonreír pese a todo.

Y en algunos de esos días difíciles, fue dejando cartas a sus seres amados. En la única en la que se despidió fue en la que le dedicó a su hijo Valentín, donde le dejó sus proyecciones a futuro. En la que le dejó a su hija y a su marido, fue su voluntad, que pudieran seguir adelante. Y en eso incluyó la campaña de donación de médula ósea.

 

Una historia de amor

Antes de todo esto, Belén tuvo una historia de amor. De chicos en una Iglesia conoció a quien mucho tiempo después se convertiría en su pareja y compañero, Jorge Godoy. Pasaron varios años, casi al final de su secundaria, donde tuvieron su primer romance. Pero también fue efímera la relación en ese momento. De grande ya en Buenos Aires y casi finalizando los estudios, volvió a reencontrase con Jorge, volviéndose inseparables por 22 años. Tras cuatro años de pareja, decidieron casarse.

Y hoy a pesar de la distancia más larga que pueda separar a dos personas, Jorge la sigue recordando de la mejor manera.

“Era la mejor mujer del mundo. Es muy difícil describir la plenitud y la perfección en una persona. Era mi mejor amiga. Era una relación hasta simbiótica, hacíamos todo juntos. Salíamos a correr, discutíamos de trabajo, era una mujer excepcional, excelente madre y esposa. Fue una excelente mujer. Amiga de mucha gente, respetada por todo el mundo, incuestionable” dijo Jorge en diálogo con TiempoSur. El contacto se logró gracias a la página “TodosxBelen”, que sigue generando conciencia sobre la donación de médula ósea.

Pero la sonrisa estuvo allí siempre.

“En el velatorio junté un montón de fotos y decoraré el ambiente con su sonrisa.  Era la misma, una sonrisa pura y perfecta” dijo Jorge.

 

Como se mencionó líneas atrás, Belén dejó cartas. Una para cada uno de sus seres más queridos. A su hija, le pidió que realizara el viaje de quince años que tanto había anhelado. A Jorge le dejó una carta de amor, optimista sobre los proyectos que iban a cumplir a futuro. La de su hijo fue escrita en los últimos días y se la tuvo que dictar a su amiga incondicional que nunca la abandonó. No podía ver por culpa de un hongo que le afectó las retinas, pero las palabras ya fueron de despedida. “Nos pidió estar bien de alguna manera, y de eso nos agarramos los tres para salir y avanzar”.

 

Seguir adelante

Pero hoy la lucha sigue y el día a día se enfrenta con la ausencia de un ser querido. Quizás esto sea algo con lo que uno sólo puede aprender a convivir.

“Estamos como podemos” admite Jorge ante una pregunta un tanto tonta tras un hecho así.

“Es muy complejo, con dos hijos pequeños y uno de ellos que tiene la misma enfermedad y que hay que seguir con el proceso parecido.

Valentín está atravesando la misma enfermedad que su madre. Hace que las defensas sean bajas y algunas infecciones tarden más en sanarse, por lo que deberá recibir transfusiones en Buenos Aires y quedar internado allí. Viajarán el martes y el miércoles ya empieza con el tratamiento.

“Luego se harán controles de sangre para ver que los niveles sigan normales, que la gammaglobulina haga efecto. Fuera de eso no tiene inconvenientes” detalló.

“Vamos a seguir con la campaña porque es lo correcto. Queremos llegar a ser la provincia con más donantes de médula ósea” se esperanzó.

Jorge contó que Río Gallegos cuenta con un centro de referencia de Incucai.

“La idea es continuar y alcanzar a las personas que quieren ser donantes de médula ósea”. Jorge espera que pasen unos pocos días más para ir a golpear puertas. Quiere reunirse con referentes de Salud de la Provincia y plantear que la donación sea una política pública.

 

Belén falleció el pasado 4 de julio. La noticia generó conmoción en una comunidad que desde hace tiempo había prestado atención a su caso y había respondido a las campañas de generación de conciencia sobre la médula ósea. Cientos de personas se habían acercado a donar sangre e incluso la corrida atlética de TiempoSur había levantado la bandera de esto. Pero ese 4 de julio Belén, cansada, se despidió de todos. No sin antes dejar un mensaje de lucha y de amor. Y su sonrisa siempre será recordada.