Educación

"Manitos Verdes" en el Madres a la Lucha

En el barrio se instaló un invernadero, el que funciona como espacio de encuentro y además de aprendizaje para que niños y adultos aprendan a cultivar los propios alimentos. Cómo es el proyecto que se sustenta de la solidaridad y sentido de permanencia de los vecinos.

  • 19/07/2018 • 12:38
Al taller educativo Manitos Verdes asisten 32 niños. (C. G)
Al taller educativo Manitos Verdes asisten 32 niños. (C. G)

El barrio Madres a la Lucha cuenta con más de 700 familias sin urbanizar, con lo cual no poseen algunos servicios básicos, y los que lo tienen se encuentran en situaciones precarias, como la electricidad. Se organizan mediante una asamblea barrial, para la cual se recauda dinero mediante varias actividades, y es donde se determinan las actividades que se van a apoyar.

Allí cuentan con un SUM (manzana I), un espacio levantado por los propios vecinos con colaboración del sacerdote Juan Barrios. Allí se realizan los festejos de cumpleaños, días del niño, meriendas, talleres, navidades, asambleas y otras actividades de la comuna. 

Es en este lugar donde funciona la Escuela Popular a la cual asisten más de 200 niños y adultos; hay clases semanales de apoyo escolar, teatro, danza, cine y fotografía, peluquería, música y reciclado, las que se suman a las propuestas del merendero, la huerta infantil “Manitos Verdes”, y los talleres y charlas de género y comunicación. Asimismo, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de la Municipalidad de Río Gallegos brinda en el mismo lugar talleres de fortalecimiento que se ofrecen a vecinos de barrios periféricos en situación de vulnerabilidad.

El invernadero Manitos Verdes se encuentra ubicado en la Manzana K, Casa N°6 del barrio Madres a la Lucha. Es la huerta comunitaria educativa del barrio que tiene como objetivo habilitar un espacio educativo para niños y grandes en donde enseñar-aprender a cultivar los propios alimentos.

Esta idea que surgió en una asamblea, y  luego de un año de trabajo colectivo se financió con la colaboración de todos los vecinos, donaciones, y ventas de alimento, de manera completamente autogestiva. Para lograrlo, aportaron la comisión del barrio, voluntarios, vecinos independientes y miembros de la asamblea poderosa, todos unidos con un mismo fin.

Al taller educativo Manitos Verdes asisten 32 niños menores de 10 años en dos turnos, mañana y tarde los sábados. Allí aprenden a reproducir las plantas de manera práctica, toman la merienda, juegan, y se festejan cumpleaños. El servicio es provisto de manera voluntaria por seis adultos. Con vistas a ello, se ha realizado un cronograma de capacitaciones que imparte el INTA a los voluntarios adultos, en los horarios destinados para la formación de sus integrantes, que son los lunes, miércoles y viernes de 15:00 a 18:00.

Se mantiene reuniones regulares con los padres, ya que la idea es que continúen el trabajo en sus hogares en el cantero que cada uno tiene en su casa, y por el cual se llevan plantines sus propios plantines hechos en clase. Asimismo, se les enseña a hacer separación de residuos con la intención de que realicen compost  domiciliario.

El proyecto educativo "Manitos Verdes" se logró y funciona actualmente de manera autogestiva sin financiación externa, con lo cual mediante la colaboración de la Fundación Banco Santa Cruz se podría impulsar y lograr aún más autonomía. Cabe mencionar que la Subsecretaría de Agricultura Familiar (SsAF) Ministerio de Agroindustria también asiste.

Con la infraestructura mencionada se podría ampliar los horarios educativos y lograr una habilitación para arancelar los servicios para niños de otros barrios, ya que no hay ninguna institución privada que ofrezca algo similar. Con lo recaudado se buscaría ampliar o construir otro invernadero en el plazo de un año.

El suburbio a pesar de las dificultades que padece, trabaja de manera colectiva y voluntaria permanentemente sosteniendo varias actividades autogestivas, por ejemplo “Sonrisas Poderosas” (el merendero) recibe actualmente alrededor de 50 niños diariamente, de lunes a viernes de 17:00 a 19:00 y funciona gracias a un grupo de vecinas organizadas que se encargan de preparar la merienda y distribuir las donaciones de forma equitativa para que los niños puedan tener su taza de leche toda la semana.