El pedido de renuncia, el vacío legal y la falta de Carta Orgánica Municipal

Cuando en noviembre de 2007 se volvió a establecer la necesidad de avanzar en la Carta Orgánica Municipal, habían pasado 13 años de la sanción de la Constitución Provincial que instó a los municipios a su dictado. A las reconocidas autonomías políticas, administrativas, económicas y financieras, la carta magna local también agregaría autonomía institucional.

Ante tantos beneficios que traería aparejado, no parece casual que pasado los años no se avance con una norma que podría establecer un calendario electoral propio, con sistema de elección separado del provincial, y hasta podría establecer la forma de remoción de los intendentes. Más bien, parece decisión de la política no convocar a dar esta importante discusión.

Ayer, por poner un caso, un vecino de la ciudad presentó una nota en mesa de entradas del municipio de Río Gallegos (lo mismo hará en el Concejo Deliberante) pidiéndole al intendente Roberto Giubetich que dé un paso al costado, teniendo en cuenta la gran cantidad de falencias que tiene su gestión.

Sin embargo, al igual que ocurrió en otros municipios, cada vez que se habla de pedidos de renuncia a un jefe comunal –independientemente de las motivaciones que podría tener ese pedido basadas en cuestiones fácticas o intereses políticos- nadie duda en reconocer un vacío legal a la hora de tomar cartas en el asunto.

El caso Caleta Olivia- Un caso testigo que se puede usar de ejemplo es el de Caleta Olivia, en épocas en las que gobernaba el ex intendente José Manuel Córdoba. En ese caso, quienes formularon la acusación fueron los concejales, unos 24 cargos en total.

“Pedirle la renuncia no es lo adecuado, sabemos que es muy difícil que alguien renuncie por motus propio”, había dicho en esa oportunidad el concejal Juan José Naves (FPV/PJ). De hecho, el edil se respaldó en la ley 55 de municipios, la única hoy habilitada –con muchas limitaciones- para estos casos.

En ese momento, fueron los concejales los que armaron la sala acusadora y juzgadora y enviaron todo el material al Tribunal Superior de Justicia. Previamente habían recurrido a la Cámara de Diputados, aunque desde la Legislatura se excusaron en no tener las herramientas legales para tratar ese pedido. Finalmente y ante tantos escollos, el tema se diluyó y Córdoba finalizó el mandato.   

El pedido de renuncia de un vecino de la ciudad a un intendente no parece el adecuado ni el legal, sólo podría establecerse como parámetro de malestar o estado de ánimo de uno o más integrantes de una comuna, disconformes con el proceder de un jefe comunal, pero no más que eso. De hecho, siquiera un pedido del Concejo Deliberante –como ya  mostramos- han tenido éxito ante el vacío legal por falta de Carta Orgánica.

Albornoz: “Ya pasaron dos años y no hay herencia para echarle la culpa”

Mario Albornoz presentó una nota en la Municipalidad de Río Gallegos en la cual pidió la renuncia del Intendente Roberto Giubetich ante lo que considera el estado deplorable de la ciudad por su falta de gestión.

“Ya pasaron dos años y no hay herencia para echarle la culpa” remarcó al tiempo que dijo que hoy en día la comunidad está expuesta a las enfermedades e insalubridad por la falta de gestión.

"Estamos hartos", enfatizó, indicando que son cientos los riogalleguenses que están viviendo de forma inhumana y el Jefe Comunal “no es capaz de pasar una máquina por las calles”. Asimismo, lamentó que desde el Concejo Deliberante tampoco se exija ni haga algo para remediar la crítica situación.