Río Gallegos

No se acató la conciliación, hubo desmanes y se aplicarán sanciones

Los municipales siguen con medidas de fuerza y en rechazo a la intromisión del Ministerio de Trabajo en el conflicto hubo protestas en el Palacio Comunal y la dependencia local del ente nacional. Vuelta a las viejas prácticas de arrojar basura en edificios y calles. "No se entiende esta escalada de violencia", remarcó Giubetich.

  • 19/06/2018 • 07:38

La de ayer no fue una marcha cualquiera. En estos tres meses de reclamos por mejoras salariales por parte de los agentes municipales de Río Gallegos este lunes que pasó se vivió un episodio que terminó de quebrar relaciones entre el SOEM y el Ejecutivo municipal. El propio intendente Roberto Giubetich durante este fin de semana había indicado que no comprendía la escalada de agresión que comenzó a tomar el conflicto durante un periodo en que las paritarias siguen abiertas y los pagos se están realizando en tiempo y forma.

Como estaba estipulado pasadas las 09:00 se reunieron en las instalaciones del sindicato municipal los trabajadores del sector para analizar los pasos a seguir ante el dictado de la conciliación obligatoria por parte del Ministerio de Trabajo de la Nación y además el denominado faltazo de los funcionarios del Municipio a la paritaria del viernes pasado.   

Durante el encuentro se determinó rechazar la conciliación obligatoria al considerarla maliciosa e improcedente, por lo cual se extenderá la retención de tareas con acciones sindicales hasta el viernes 22, jornada en la que se reunirán una vez más en asamblea especulando que hoy podrían ser citados por el Ejecutivo para una nueva paritaria. Finalizado el encuentro y como ya es habitual, los trabajadores marcharon hacia el Palacio Comunal haciendo antes una parada por la cartera laboral nacional.

Una vez que marcaron presencia ubicados frente a la Municipalidad un grupo de manifestantes ingresó al edificio y provocó una serie de desmanes, que demandó -al igual que sucedió la semana pasada en Obras Públicas- de la presencia policial.

Rompieron bolsas de residuos en el pasillo del edificio de la Municipalidad y también detonaron petardos, lo que provocó daños en cristales. Personal de la Comisaría Primera realizó los trámites correspondientes ante la denuncia de daños en el histórico edificio, y además de recabar testimonio de testigos, efectuó las pericias correspondientes. Asimismo, tiraron basura y cubiertas en la esquina de las calles Entre Ríos y Zapiola, a pocos metros de las instalaciones de la Dirección de Comercio, lo que imposibilitó el tránsito, al igual que en la intersección de Mariano Moreno y Estrada, y la Autovía a la altura de la rotonda Bark.

 

Asumir consecuencias

En horas de la tarde, a través de un comunicado, desde el Ejecutivo municipal expusieron que durante la protesta rompieron vidrios, se arrojaron bombas de humo, cortaron la luz y desparramaron basura, además de amedrentar a aquellos pares que se encontraban trabajando. Por este motivo se debió suspender la actividad hasta tanto las condiciones volvieron a la normalidad. Precisaron que el personal debió refugiarse en distintas oficinas y en el patio interno hasta que retornó a su puesto de trabajo. 

Al respecto, Giubetich dijo que estos hechos se suman a lo anteriormente denunciado por los daños producidos en la flota municipal del Corralón, y las amenazas que han sufrido agentes comunales que prestaban funciones en anteriores ocasiones.

"La conciliación pone plazos para que las partes puedan sentarse a dialogar y que esto nos permita accionar para salir de la crítica situación sanitaria y ambiental que estamos atravesando. No se entiende esta escalada de violencia", manifestó.

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