En situación de calle

Gabriel, Pablo y José duermen afuera del Hospital

Gabriel, Pablo y José tienen entre 27 y 20 años. Están en situación de calle desde hace meses y duermen afuera del Hospital. Son adictos y necesitan ayuda.

  • 15/06/2018 • 07:57
Gabriel, Pablo y José son adictos y quieren que alguien los ayude a salir de la calle
Gabriel, Pablo y José son adictos y quieren que alguien los ayude a salir de la calle

Por Sara Delgado

El trio llega al diario por la noche y pide una entrevista. El vocero es Gabriel Oyarzun, un pibe de 27 años que se crió en hogares y que se pasó la adolescencia con problemas de consumo de alcohol y hasta anduvo por el ex Centro Juvenil para chicos en conflicto con la ley penal.

José tiene 20 y es su hermano. Tiene la mirada perdida y no puede hablar. Hace un gesto para que otro responda por él. Según cuenta Gabriel, lo que pasa es que como a su hermano le duele mucho la muela, “se echó alcohol etílico en la carie”. El tercero, es un amigo, tiene 26 años y está en la calle hace tres meses.

Quieren contar que ellos duermen afuera del Hospital, que los lugares de tránsito no los contienen, que la sociedad no los mira.

“Nosotros no vamos al centro Social porque hay mucha injusticia. Ahí todas las camas tienen nombre” dice Gabriel, acerca del hogar de transito que inauguró el Gobierno Provincial sobre calle Lisandro de la Torre, a donde van a comer y a pasar la noche los que están en situación de calle.

Gabriel no termina de ser claro sobre por qué no les gusta ese lugar, aunque reconoce que no pueden dejar de tomar alcohol, y uno de los requisitos del Centro social es estar sobrio.

Como todas sus mantas y colchones que estaban en el edificio abandonado de Perito Moreno y Kirchner, se mojaron con las lluvias, esta semana los tres se fueron a dormir afuera del Hospital, donde pusieron un colchón.

Pero no son los únicos “hay noches que somos como ocho o diez y nos peleamos por el lugar” cuenta Pablo, que también nació en Gallegos y tiene a una familia con la que no hay diálogo.

Al menos tres veces por semana, iban a comer al Hogar de Cristo, pero parece que ahí se recortaron las raciones. “Ya no dan comida nos dijeron y nos gustaría que eso se resuelva ¿acaso la empresa más grande no está en el Vaticano?” se queja Gabriel.

¿Qué consumen? “Alcohol, a veces lo estiramos con jugo porque no tenemos más nada. Y drogas también, lo que pinte” responde Pablo, que se enoja cuando se acuerda que a veces los mandan a internarse por sus adicciones.

“Y qué ganas te van a dar de hacer un tratamiento si a la noche te tenés que ir a la calle? Anoche estuvimos hasta las cuatro de la mañana jugando a la pelota en el 240 para no escarcharnos”, cuenta Gabriel, que antes de terminar la nota pide “una moneda y un ibuprofeno” para la muela de su hermano.