Peritos de la Corte dirán si el hombre que irrumpió en la casa de Reyes es inimputable

Por Sara Delgado

La causa “Jason M y otros sobre averiguación de delito” se tramita en los estrados del Juzgado Federal, a cargo de Javier Leal de Ibarra, después de que la diputada Roxana Reyes denunciara la irrupción de su vivienda, en febrero del año pasado.

La madrugada del 31 de enero, Jason (35), un hombre de nacionalidad colombiana que estaba hacía poco en Río Gallegos -con un permiso precario-, entró a la casa de la legisladora de Cambiemos, donde provocó destrozos. Tras que lo detuvieran, Reyes se contactó con el programa que Jorge Lanata tiene en Radio Mitre, para denunciar que todo obedeció a un claro “mensaje mafioso” y también contó a Télam que la había amenazado de muerte el intruso.

"Entré a la casa y vi que no había intención de robo. No se había tocado nada, solamente rompió mis fotos, tendió mi cama en forma particular e hizo posteos contra Mauricio Macri y Eduardo Costa, con quien trabajo", dijo, sin mencionar que Jason estaba en ese momento bajo un brote delirante.

Las fuentes de la investigación aseguraron que la idea del joven con padecimiento mental, habría sido la de “exorcizar” a Reyes para “convertirla” al kirchnerismo.

Pero luego apareció un video, filmado  días antes de que ingresara ilegalmente a la casa de la Diputada, en donde se lo ve a metros del Municipio, gritando enajenado: “Contra ti, oh príncipe de la gloria, espíritu de gracia. Contra los ñoquis, estafadores… (que están) contra el Gobierno de Cristina Kirchner y de Alicia Kirchner. Porque yo las protejo, yo las cubro como una gallina que cuida a sus polluelos…”.

Luego del episodio en casa de la Diputada nacional, un comunicado de Cambiemos, que de nuevo, nada dice sobre el padecimiento mental de Jason, expresa: “Los santacruceños no podemos acostumbrarnos a vivir con miedo, ni a naturalizar este tipo de hechos. Por eso decimos basta y juntos vamos a seguir trabajando para transformar Santa Cruz. Vamos a cambiar Santa Cruz”.

Desde hace cuatro meses, Jason está en el Centro de Salud Mental con consigna policial, y su defensora, Leticia Diez, pide que sea sobreseído porque Jason es inimputable, entre otras cosas, porque no comprendió la criminalidad de sus actos esa noche.

Según el cuerpo pericial del Tribunal Superior de Justicia, Jason “no tuvo capacidad de comprensión de los hechos…” y al momento de la pericia, estaba mejor de su “sintomatología delirante” gracias “al tratamiento que recibe en la actualidad” y que, “si bien puede prestar declaración, la misma es limitada dado su patología de base…”.

También está el informe del Centro de Salud Mental, que dice que “se encuentra en condiciones de prestar declaración indagatoria, siempre teniendo en cuenta su patología de base”.

En el Centro de Salud Mental, él tiene un acompañante terapéutico y consigna policial, pero desde el Órgano de Revisión que depende del TSJ,  se pidió sistemáticamente que le den el alta, dado que estaba compensado y que con medicación, no representa un peligro para sí o para terceros.

Es por eso, que en su resolución del 28 de mayo, Leal de Ibarra le ordena al Ministerio de Desarrollo Social de Santa Cruz, que en el plazo de diez días, gestione un hogar para Jason, y también acepta la intervención del cuerpo de peritos de la Corte Suprema, que van a decidir si acaso puede juzgar al joven colombiano por los hechos de vandalismo en la casa de Reyes o si, por el contrario, lo declara inimputable.