Río Gallegos

Un varón en la Conmujer y un municipio sin mirada de género

La Municipalidad de Río Gallegos es una de las pocas que todavía no creó su área de la Mujer. Cuando el debate es que más mujeres ganen espacios de decisión, el Municipio decidió relegarle a un varón la presidencia del único órgano consultivo vinculado a políticas de género. ¿Cómo llegó Eduardo Murúa a la presidencia de la Conmujer?

  • 26/05/2018 • 11:05
Eduardo Murúa, nuevo titular de la Conmujer
Eduardo Murúa, nuevo titular de la Conmujer

Por Sara Delgado

Esta semana, un hecho insólito puso en evidencia la mirada que tiene el municipio de Río Gallegos sobre las problemáticas de las mujeres. En la capital de Santa Cruz, el movimiento fenomenal de las argentinas que rechazan la desigualdad estructural en la que se encuentran, y el surgimiento de distintas agrupaciones y espacios riogalleguenses que reivindican la igualdad de derechos, fueron absolutamente invisibilizados por las autoridades locales.

El de Río Gallegos es uno de los pocos municipios de Santa Cruz que todavía no tiene un área específica para la mujer, y su excusa para no crearla es que no tiene dinero. En esta capital santacruceña apenas existe un órgano consultivo para debatir asuntos vinculados a la problemática femenina: la Conmujer, el Consejo Municipal de la Mujer, en donde esta semana designaron a Eduardo Murúa como su presidente.

Pero Murúa no fue impuesto, se lo votó. Lo votaron los varones y las mujeres que integran ese Consejo, luego de que fuera propuesto por el concejal Daniel Roquel y que lo habilitara una asistencia casi perfecta al organismo.

Nadie dice que hubiera un impedimento para que Murúa esté al frente del único órgano dedicado a discutir las políticas de género, o que no hubiera acompañado al Consejo desde que asumió como director de Desarrollo Comunitario, el debate en todo caso es moral. ¿Está bien que un hombre esté al frente de la Conmujer? ¿Acaso una de las peleas que dan las mujeres no es lograr más espacios de representación pública?

Tanto él como el concejal Roquel pertenecen al espacio que sistemáticamente le negó presupuesto a la posibilidad de un área para que las mujeres de Río Gallegos pudieran pensarse desde el ámbito público; son miembros del mismo gobierno municipal que incluso le retacea herramientas a la Conmujer, tal como se vino denunciando hasta el año pasado.

Para el feminismo, existe un término: mansplaining, algo así como “los varones lo explican”, básicamente una posición que condiciona a la mujer, que le recorta la posibilidad de intervenir en público. El año pasado el término tuvo más relevancia, cuando la UBA armó un panel integrado sólo por hombres, para discutir sobre violencia obstétrica, un tema que sólo afecta a las mujeres que pueden parir.

La elección de un varón en la Conmujer no sorprende, para una gestión que naturaliza la desventajosa participación de las mujeres y de los cuerpos disidentes en su gabinete, y que antepone un tema presupuestario a una agenda femenina que es urgente, ¿por qué urgente? Porque la violencia de género que sufren muchas mujeres en Río Gallegos no es un asunto estrictamente judicial.

Por ejemplo, el 12 de abril del año pasado, la Secretaría de las Mujeres de la Provincia reunió a todas las áreas de la mujer de Santa Cruz, menos a esta capital, y firmaron la puesta en marcha de un Protocolo para que exista una sola forma de atender a las víctimas. En ese Protocolo, los municipios garantizan un alojamiento para las mujeres y sus hijos y líneas rotativas para denunciar la violencia machista. Partiendo desde ahí, hasta la creación de patrocinio legal gratuito o licencias por violencia doméstica para las trabajadoras municipales, la comuna podría pensar un sinfín de respuestas desde una secretaría o dirección específica.

Es cierto que el feminismo busca la igualdad, por sobre todas las cosas, pero ese es un camino que se transita, antes que nada, aceptando que las mujeres, que somos la mitad del mundo, estamos en una condición de desigualdad. Elegir, aunque haya sido en votación unánime, a un varón para presidir la Conmujer, es negar eso.

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