Silvia Benitez

“Le escribí una carta a mi esposo por si no volvía”

Silvia Benítez padece leucemia meloide crónica y durante los últimos meses buscó dadores y se aferró a la vida con uñas y dientes. Sin embargo ya no se sentía bien y entonces le escribió una carta a su marido, para que supiera qué hacer si ella se moría. “No sé si la leyó, pero ahora quiero que la rompa” contó ayer, después de que el martes apareciera su donante 100% compatible.

  • 24/05/2018 • 08:03
Silvia Benítez tiene leucemia meloide crónica
Silvia Benítez tiene leucemia meloide crónica

Con apenas 24 años, Silvia se enfrenta a una enfermedad cruel y que le cambió la vida. Su rostro fue protagonista de una campaña para la donación de médula ósea que ella misma impulsó, cuando el año pasado le diagnosticaron leucemia mieloide crónica.

Durante estos meses le puso el cuerpo a un tratamiento difícil, con quimioterapia, pero también se lo puso a cualquier actividad pública que le sirviera para difundir su mensaje de concientización, incluso a la Corrida Atlética de TiempoSur, que este año tuvo la donación de médula como lema.

El martes por la tarde, finalmente la llamaron del INCUCAI para decirle que su donante había aparecido, que era alemán, que la compatibilidad era del cien por ciento y que no faltaba nada para el trasplante.

Ayer Silvia fue a contar la buena noticia a los estudios de Tiempo FM, acompañada de su esposo, Gustavo, y de su hijito de cinco años. “Todavía no lo puedo creer, ya no me quedan lágrimas de tanto que lloré” porque, en realidad, “me quedaban muy poquitos meses”, reconoce.

Silvia dice que cuando recibió el llamado y le dijeron que tiene la posibilidad de seguir viviendo “con mi marido no podíamos parar de llorar, miraba a mi hijo y él me decía que no llore más porque le salían gotitas del ojo”.

Recordó que el 9 de abril fue su último día de vida normal, la última vez que fue a su trabajo, antes de entrar en una etapa de mucho sufrimiento físico y anímico. “Ahora tengo mucho sueño, me canso, me agito, tengo mis defensas bajas por eso uso barbijo”.

Por eso, viendo que últimamente se sentía cada vez peor, Silvia tomó una decisión durísima, y le escribió una carta a su esposo para que supiera qué hacer con su hijo y sus hermanos si acaso ella no lograba seguir viviendo.

“Le escribí una carta que tiene una carilla entera, ahí le puse cada palabra de amor que yo tengo hacia él, las cosas que pasamos. En la carta le dije que si no volvía, le dejaba lo más grande que yo tengo en mi vida. Aparte yo tengo tres hermanos a cargo mío y le dejé detallado lo que quería hacer. No sé si la leyó, le pedí que la leyera cuando me fuera” contó ayer entre lágrimas.

Pero ahora, con la noticia de la aparición del donante “le puedo decir que la rompa, que no la lea porque es muy triste. Son cosas que le pedí que haga, porque yo no sabía si volvía”.

Es que “hubo una semana que directamente dije que no quiero seguir, quería sacarme todo, dejar todo esto. La semana que viene recién voy a cumplir 25 años. Había bajado los brazos pero tengo un nene de cinco años que me espera todos los días en casa” agregó Silvia, que el 19 parte hacia Buenos Aires para hacerse el trasplante en el Hospital Británico.

Finalmente, Silvia aseguró que la campaña para la donación de médula ósea va a continuar, así como su página porque “esto no es sólo para mí, sino para todos los que están en mi situación. Además, hay que concientizar sobre la donación de órganos y la creación de un banco de sangre en Río Gallegos”.