Hockey Pista

Con el valor de lo hecho

Calafate Hóckey se consagró bicampeón nacional. Ya había conseguido ese título el año pasado en Esquel y ahora repitió en San Juan. Ganó el torneo de principio a fin. El llegar a este torneo no les fue fácil. Tuvieron que, además de entrenar, trabajar y mucho afuera de la cancha para poder reunir la plata como para viajar. Esto, sumado a las largas horas por tierra que hicieron para ir y volver, lo convirtió en el verdadero y gran logro del equipo. Más que el título, como le dijo a TiempoSur el capitán, Mauro Amado. Acá, la entrevista completa.   

  • 18/05/2018 • 11:56
El momento pos premiación.
El momento pos premiación.

Fue un gran logro el que consiguieran, semanas atrás, los jugadores de Calafate Hóckey. El equipo de la Villa Turística se consagró campeón por segunda vez consecutiva a nivel nacional. Ya lo había hecho la temporada pasada en Esquel y ahora volvieron a repetirlo en San Juan. Y esta historia no podía haber tenido mejor final. Tampoco mejor escenario para que la misma se desarrolle. Es que hablar de San Juan es sinónimo de hóckey. En cualquiera de sus versiones.

Para la mayoría, el logro, la conquista, sería el éxito en sí mismo. Para los jugadores calafateños está claro que no. Alcanza con repasar lo que fue el camino hasta la consagración para poder entenderlo. Muchas horas de preparación fue la que tuvieron. O la que la realidad les permitió. Esta, fue inferior a la considerada como ideal. Poner plata de su bolsillo y hasta hacer alguna que otra actividad como para llegar al monto final para poder viajar. Si de viaje hablamos, el de ida les tomó casi 34 horas. El de vuelta, algo parecido. Cinco personas en una camioneta, lanzados a la ruta, con turnos de manejo y descanso. Si es que dormir en el asiento de un auto se puede llamar descanso. Haber llegado casi con el tiempo justo como para jugar, competir y hacerlo a alto nivel. Además, ganar. Aunque ellos, ya habían ganado.   

De esto y más, habló con TiempSur el capitán de Calafate Hóckey, Mauro Amado.

 

-Contame del torneo, ¿cómo fue?

Íbamos con muchas expectativas. Nos tocó una zona complicada en la primera fase. A Lomas de Rivadavia no lo conocíamos. Nos tocó el primer partido jugar contra ellos. Hubo nervios por tratarse del debut y por enfrentar a un equipo nuevo pero a todo eso lo llevamos de la mejor manera. Nos pusimos rápidamente arriba en el marcador y sacamos una buena ventaja. Eso nos permitió darles minutos a los jugadores más jóvenes, que estaban haciendo sus primeras armas a nivel nacional. Con Ushuaia Rugby Club, nos jugábamos la clasificación. Por suerte estuvimos en gran nivel en ese partido y pudimos ganarlo. Pasamos como primeros en la zona.

En semis nos tocó jugar con El Chaltén. Nos hubiera gustado enfrentarnos a ellos en la final pero no pudo ser. Fue un partido muy trabado y de diferencias mínimas pero se ganó. En la final, jugamos contra Universidad de San Juan. Ellos tenían muchos jugadores de experiencia, con largo rodaje en césped. Con buen estado físico. Nosotros no teníamos un equipo tan largo. Ese partido jugamos con los mismos cinco de principio a fin. La entrega y la concentración fue increíble. Además, los hermanos Bull (Alexis y William) hicieron una final y un torneo espectacular. Sumamos a Leandro Leotta para este certamen y la verdad es que nos dio una mano muy grande.

 

-En el 2017 fueron campeones de este mismo torneo. Más allá de que sus expectativas eran buenas, ¿imaginaron este final?     

La verdad que no. Sabíamos que íbamos a tener que jugar contra El Chaltén y el equipo sanjuanino en algún momento e iban a ser dos finales. Lo soñamos pero nunca nos lo creímos. Fuimos paso a paso. Cuando nos encontramos en la final, entendimos que teníamos que dejarlo todo y así fue. Se nos dio por suerte y ahora somos los primeros bicampeones nacionales.

Estamos muy contentos. Más que nada por cómo se dio el viaje. Tuvimos que poner mucha plata de nuestros bolsillos. Hicimos hasta guiso de lentejas antes del torneo para vender y juntar algo de dinero. El apoyo incondicional de la familia fue muy grande e importante. Le damos mucho más valor por todo lo que hicimos para viajar que por el título en sí.

 

-¿Cuándo se dieron cuenta que estaban como para repetir el título? 

Los partidos de grupo pueden ser buenos o malos. Nosotros tuvimos de todo un poco. Está claro que hay que ganarlos como sea y lo hicimos. Cuando vimos el cruce de semifinales, nos dimos cuenta que ese era el partido a ganar. Nos conocemos mucho y creo que por eso fue un partido muy trabado. Ellos tienen un equipazo y la verdad es que nos costó mucho. Recién sobre la hora pudimos sacar la diferencia que nos dio el triunfo. Con los sanjuaninos la cosa fue diferente. Sabíamos que si manteníamos una buena concentración lo podíamos ganar. Fuimos arriba todo el partido. La experiencia del año pasado nos llevó a poder vivir y resolver esta final de otra manera.   

 

-¿Cuáles fueron las claves para la obtención de este bicampeonato?

Con este equipo hace más de tres años que venimos jugando juntos. Compitiendo en buenos torneos y ganando. Los chicos más jóvenes nos aportaron mucho. Ellos hicieron un cambio de mentalidad importante. Antes, si algo salía mal la cosa terminaba en peleas y desconcentraciones. Ahora ya no se ve eso. La unión es total. Valoro el crecimiento del equipo en ese sentido. Creo que es lo que nos permitió dar el salto de nivel y obtener también estos últimos títulos.

 

-Los partidos se jugaron en el estadio Aldo Cantoni. Con mucha historia éste para el deporte sanjuanino y nacional. Hace poco se jugó ahí la Copa Davis por ejemplo. ¿Qué sintieron? 

Fue algo impresionante. El primer día que llegamos y lo vimos no lo podíamos creer.

Nos sorprendió todo. Los vestuarios, las tribunas, el piso de la cancha, las ubicaciones para la prensa son de primer nivel. Los sanjuaninos viven el hóckey de una manera especial. Para nosotros esa era una buena medida. Por eso también decidimos hacer el esfuerzo y viajar a competir. Fue una experiencia única.  

 

-¿Cómo se explica el bicampeonato con la cantidad de jugadores que practican la actividad en su ciudad y la provincia y la dificultad para competir internamente?

Eso hablamos un poco entre nosotros en el viaje y también con Leo (Leotta). Hay lugares en donde se juega seguido y todo el año. Y no solo competencias internas sino también que tienen la posibilidad de competir en otros lugares aprovechando las distancias más cortas y los costos menores. Acá, a nosotros, el clima no nos acompaña. Sumado a esto, tenemos muy pocas horas de gimnasio para poder entrenar. Tenemos una liga de tres equipos. Nos la rebuscamos como podemos. Esta es la realidad del hóckey pista en la Patagonia.   

 

-¿Qué falta para llegar a tener una competencia como la que se necesita?

Creo que todo pasa por la parte económica. Hay equipos que quieren jugar y desarrollar la actividad pero el impedimento para poder viajar y demás hace que terminen desistiendo de la idea. Lo lindo sería que este título que logramos, y que también supo conseguir El Chaltén en otras oportunidades, sirva para que el deporte nuestro pueda crecer de una vez por todas. Que se hable de esto es importante y que se hagan cosas mucho más.

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