Pide salir de la cárcel para bajar de peso

Matías Arévalo está detenido en prisión preventiva acusado de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”. A través de la defensora jefa, Gladys del Balzo, solicitó a la jueza Patricia Asaro poder asistir los días viernes al Centro de Día de Trelew a realizar actividad física para poder bajar de peso y aumentar su masa muscular.

“No se trata en el caso de una actividad lúdica lo que se pretende, sino que se enmarca en estrictas razones médicas vinculadas a su salud, que es deber estatal preservar”, sostiene el informe presentado por la Defensa Pública.
Los fiscales se oponen a la medida. Y tienen la presunción, según la hipótesis del caso que llevarán a juicio, que Arévalo es un sicario vinculado al tráfico de estupefacientes.

En la audiencia efectuada ayer en Tribunales, el fiscal Daniel Báez se opuso al pedido y sostuvo que existe el peligro de que el detenido se fugue. “Ya estuvo prófugo, y si sale de la cárcel existe el peligro de que se fugue”, sostuvo.
La jueza Patricia Asaro resolverá el pedido por escrito previo analizar el informe que deberá realizar el Cuerpo Médico Forense.
Diego Matías Arévalo está detenido en prisión preventiva acusado de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” por el crimen de Pedro Gustavo Machao (41), cometido a principios de 2017.

Machao estaba detenido con arresto domiciliario sindicado como integrante de una asociación ilícita. La tarde del 16 de enero -según acusan los fiscales-, Arévalo se presentó en la casa donde vivía Machao. Golpeó la puerta de la casa y le preguntó a la mujer de su víctima: “Hola, ¿está Pedro?”.
Al escuchar la respuesta afirmativa, abrió la puerta y le efectuó dos disparos en el corazón a Machao, que estaba sentado en el sillón del living mirando televisión.
El agresor escapó y estuvo prófugo cerca de cuatro meses, hasta que fue detenido en mayo del año pasado en la ciudad de La Plata.
La autopsia del Médico Forense determinó que Machao falleció por una herida de arma de fuego con daño directo al corazón con una sobrevida menor a un minuto. La herida producida por un proyectil de alto poder, presumiblemente 9 milímetros o 357 Magnun, de una distancia mayor de 1,50 m.
En caso de ser condenado en el juicio oral y público, Arévalo enfrenta una pena superior a los 10 años de prisión. (Fuente: El Patagónico)