“Ahora el Gobierno está vaciando las Escuelas para Jóvenes y Adultos”

“El gobierno busca sacar la educación de la escuela. El Consejo se jacta del éxito de estos programas y en lugar de fortalecer las instituciones educativas pareciera querer reemplazarlas: hay que decir que estos programas ayudan pero de ninguna manera pueden compensar lo perdido, mucho menos convertirse en ejes de la política de estado en materia educativa". La frase de la diputada Gabriela Mestelán fue pronunciada en febrero de 2017, hace más de un año.

Unos meses más tarde, en julio, afirmó que “todo lo alternativo es bueno pero nada sustituye a la escuela, mucho menos al vínculo irremplazable y prioritario para el proceso de enseñanza y aprendizaje como es el de un alumno y un maestro”. En ese entonces, se refería a los programas ‘FinEs’, ‘Escuelas de verano’, ‘Escuelas y Redes Sociales’ y ‘Escuelas del Futuro’.

“Ahora, iniciado el ciclo lectivo 2018, debemos decir que las autoridades del Consejo están vaciando y licuando de contenidos la Educación para Jóvenes y Adultos. La realidad indica que la mitad de las escuelas EPJA están sin clases porque el Consejo de Educación no permite nombrar profesores, no permiten ofrecer cientos de horas cátedras que hay para cubrir”, detalló la diputada.

Mestelán integra la comisión de Educación en la Legislatura Provincial y realizó una presentación –en la última sesión– donde solicita “a la presidenta del Consejo Provincial de Educación informe los alcances del programa SIGO”. Allí busca conocer qué instrumento legal lo sustenta, cómo “se prevé su implementación respetando la legislación vigente que reconoce la modalidad de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos (EPJA)”.

“En este ‘Sistema Integral de Gestión de Oportunidades’ la palabra educación no aparece: hablan de una forma de estudio flexible y versátil, de gestionar oportunidades y lo único que hacen es destruir los ámbitos que tienen que garantizarlas. Lo hacen desarticulando, con siglas nuevas, con lo que llaman ‘dispositivos’, ‘protocolos’, ‘readecuación’, cuando la educación es construir, no gestionar. Las oportunidades no se gestionan, se construyen de manera colectiva en la institución educativa”, observó.

“En todos estos casos vemos decisiones unilaterales, planteos de mejoras que en la práctica sólo empeoran la realidad de las instituciones educativas. En educación no se avanza sin consensos, sin evaluación conjunta con los docentes, sin diálogo que incluya alumnos. Los planes pensados por expertos en oficinas no han servido nunca, amén de que no hay instrumentos legales, no hay claridad de cómo se va a llevar adelante. ‘SIGO’ es una gran improvisación”, cuestionó.