La provincia coteja los datos de pobreza que dio el INDEC con las mediciones propias

Hace menos de un mes el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, (INDEC), publicó los datos de pobreza en la Argentina, que surgen de comparar el segundo semestre de 2016, con el primero y el segundo de 2017. Así surgió que en Río Gallegos, la única ciudad que se mide, hay 21.418 personas pobres, es decir, que no alcanzan a cubrir la canasta básica total y que 3.628 vecinos son indigentes, o sea que tienen ingresos por debajo de los 7.700 pesos.

Cuando esos datos se dieron a conocer, el gobierno de Alicia Kirchner los aceptó, o al menos no los puso en duda públicamente. De hecho, a instancias de tomarle juramento al nuevo ministro de Economía, Ignacio Perincioli, Kirchner pidió “trabajar mucho para vencer la pobreza” que “creció en todo el país” y sostuvo que para eso hay que pensar, no solo “en términos económicos, como lo piensa el INDEC, sino en términos educativos, sociales y de salud”.

Lo cierto es que luego de la publicación de los números, la ministro secretaria General de la Gobernación, Claudia Martínez, solicitó a los técnicos del área de Dirección Provincial de Estadísticas que elaborasen un informe.

Sucede que son ellos quienes cargan los datos en el sistema online que provee INDEC, que antes de hacer públicas las estadísticas, envía los informes a las provincias, cosa que esta vez no sucedió.

Fue entonces que los trabajadores elaboraron un informe en el que explicaron que durante los dos primeros periodos la pobreza se redujo en un 21% en los hogares riogalleguenses, pasando de 9.6% a 7.6 % y que había también bajado un 28% en el caso de las personas, pasando de 13,4% a 9.6%.

En cambio, cuando se analizan los últimos dos períodos, se observan incrementos de 62% en la pobreza. En el caso de los hogares, pasaron del 7,6% a 12,3%, mientras que hubo un alza del 93% en el caso de las personas, determinando que ciudadanos pobres de esta capital pasaron de ser el 9,6% al 18,5%.

“Cuando el INDEC publicó los resultados del 1er trimestre de 2017, no dimos a conocer ninguna postura al respecto, porque los coeficientes de variación que determinan la representatividad del muestreo eran altos o muy bajos, lo que implica un llamado de atención sobre los resultados” puede leerse en el informe de la Dirección provincial.

El documento precisa que en el último semestre, el índice de personas pobres “crece de manera desproporcionada en comparación al índice de hogares”, ya que, uno se incrementa en un 63% y el otro un 93%.

“Esta diferencia puede deberse al área geográfica relevada en cada semestre, relevándose hogares pobres mucho más numerosos en el segundo semestre de 2017, lo cual provocó un incremento considerablemente mayor de personas pobres” sostiene el escrito entregado a la Ministro, aclarando que esta duda podrá confirmarse con el promedio de personas por hogar pobre en ambos periodos.

Además, el informe del INDEC incluye una advertencia, respecto del coeficiente de variación que fue “superior al 12%”, una medida estadística que advierte de la falta de representatividad de los datos calculados.

Para medir Pobreza e Indigencia se tiene en cuenta los ingresos de todos los miembros del hogar. Este resultado se cruza con el monto que alcanzó la Canasta Básica Total (Pobreza) y la Canasta Básica Alimentaria (Indigencia) que es la que se cruza con los ingresos de los hogares.

“Hemos vivido desde el 2016 el mayor índice de caída de la obra pública, que genera desocupación, la incidencia del aumento de tarifas y combustibles, la incidencia de la política hidrocarburífera y del desfinanciamiento del Estado provincial (inflación) por ello hemos declarado la emergencia comercial, la emergencia hidrocarburífera y la emergencia agropecuaria” se lee en uno de los párrafos finales del informe de la Dirección provincial de Estadísticas, que espera que el INDEC conforme la base de datos y las comparta.