Edgardo de Bortoli rompe la barrera del tradicional arte vitro

Los seguidores del circuito artístico local sin lugar a dudas en esta ocasión se encontrarán con una propuesta diferente, la que intenta romper con algunas barreras y presentarse ante el público no sólo como una obra en sí misma, sino que como portadora de un mensaje tal vez para nosotros desconocido, pero muy cercano al artista, una realidad a la que cuesta a veces escapar cuando se vive en ciudades donde el individualismo gana terreno.

Los inicios de Edgardo de Bortoli en el arte del vidrio se dieron en los 2000 a través de la técnica tradicional de vitrofusión, impulsado por una publicidad de televisión donde invitaban a realizar un taller de la técnica, según contó el propio artista a TiempoSur. La experiencia fue positiva desde sus primeras intervenciones, durante las primeras clases pudo terminar sus primeras piezas, mostrando un avanzado poder de adaptación, acompañado por la ansiedad, lo que lo ubicó al poco tiempo como ayudante del taller, hasta el momento de independizarse.

“Comencé a dar clases e investigar, siempre buscando algo más hasta que llegué al hilo de vidrio, lo que me cambió la cabeza, la forma de pensar y comencé a trabajar en que podía desarrollar”, dijo y continuó: “Por lo menos 6 años que vengo trabajando a full. Esto es algo que no he visto en otro lugar, uno no quiere que se parezca a algo que alguien ya hizo”.

Muchos de sus trabajos han logrado unir la fragilidad del material empleado y una realidad que lo moviliza desde hace un largo periodo. En este sentido, De Bortoli explicó: “Un día mirando a la gente en situación de calle comencé a sacar fotos y en un momento uní las dos cosas, estoy trabajando con un material que es tan frágil y necesitaba hablar de la fragilidad de las imágenes que yo tenía”.

Luego de su paso por nuestra ciudad y un tiempo más en Buenos Aires, el artista tendrá nuevamente la oportunidad de exponer su obra en el SOFA Chicago, el mayor encuentro de vidrieros del mundo, donde con éxito ha dejado ya su huella. “Es una experiencia super importante, donde se encuentra lo mejor del vidrio mundial, lo que no significa que yo sea el mejor”, minimizó su participación y dijo: “Para mí es la meca, es una oportunidad única, es Disney, porque además de poder llevar mi obra voy a ver todo lo último  que están haciendo los vidrieros del mundo que van a este lugar”.