Tiempo de Pensar

La Generación Distribuida a través de las Energías Renovables la clave para incorporar el respeto a los DDHH

Juan Szymankiewicz, referente de la Federación Argentina de Municipios, analizó cómo se reduciría la emisión de dióxido de carbono a partir de la Generación Distribuida y el papel del ciudadano.

  • 02/04/2018 • 12:41

Por Juan Szymankiewicz

La generación distribuida (GD) abre la puerta hacia un futuro justo y limpio, reduciendo drásticamente la emisión de dióxido de carbono (responsable del cambio climático) y donde principalmente los ciudadanos deben exigir al Estado el derecho al acceso a la energía y de esta manera podrán tener acceso a una buena salud, educación y, sobre todo, el desarrollo sustentable de la Provincia.

Los Derechos Humanos consagran que el ser humano tiene como derecho inalienable la salud, la educación, el agua, el alimento, la vivienda digna, y otros que debe garantizar el Estado a su población. Evidentemente estamos en falta, en varios de estos aspectos, ¿cómo obtendremos salud sin hospitales con equipamientos que consumen energía?; ¿cómo tendremos escuelas sin luz eléctrica, sin agua en los sanitarios y sin acceso a Internet? ¿Cómo podemos obtener agua potable, conservar alimentos? Entonces, podemos inferir que la energía es un Derecho Humano de por sí.

Ahora, ¿cómo una Provincia como Santa Cruz  logra llegar el derecho a la energía a su población? Debería asumir el desafío y trabajar en consecuencia con políticas, leyes y normativas que aseguren la energía para todos sus ciudadanos. Se debe garantizar la generación propia con la provisión en calidad, cantidad suficiente y al menor costo posible.

La generación distribuida (GD) con energía solar, eólica, de biomasa sustentable, hidráulica y mareomotriz, constituyen el camino para asegurar este derecho y, por consecuencia, los demás derechos lleguen a la población; ya que se genera donde se consume, sin interminables cableados y pérdidas de energía, sin altos costos de mantenimiento de líneas de tendido eléctrico, y principalmente produciendo a medida que se consume, con la posibilidad de ir ampliándolo en forma gradual. Unas infraestructuras públicas locales permiten  planificación urbanística y energética, códigos de edificación, movilidad eléctrica, etc. Se trata de desplegar esa multifuncionalidad que tienen las energías renovables, en un sistema de cooperación  como un modelo descentralizado, lo que hace que una ciudad sea más autosuficiente y no dependa tanto de las grandes usinas para su abastecimiento.

Además la GD de fuentes renovables si se utilizan de forma adecuada, éstas pueden contribuir al desarrollo social y económico, en los siguientes aspectos:

Contribuir al desarrollo social y económico; a través de la disminución de costos de producción y distribución en zonas rurales o aisladas, principalmente por la adopción de tecnologías competitivas; así como mediante un impacto positivo en la generación de empleos.

Aumentar y agilizar el acceso a energía;  mediante la incorporación de redes descentralizadas que explotan energías renovables a redes centralizadas de energía y el uso de fuentes renovables en otros servicios energéticos.

Garantizar la seguridad en el suministro de energía; donde el uso de energías renovables puede atenuar la vulnerabilidad a las alteraciones del suministro y a la volatilidad de los mercados, especialmente por el agotamiento de los recursos fósiles.

Reducir impactos negativos en salud debido a la mala calidad del aire; debido a que las tecnologías que no se basan en la combustión pueden reportar beneficios en la reducción de contaminación atmosférica a escala local y minimizar los efectos sobre la salud, particularmente en poblaciones vulnerables.

Disminuir tasas de letalidad por proyectos energéticos; generalmente los proyectos de energías renovables representan menos riesgos de accidentes y por ende víctimas mortales comparados con los proyectos de extracción de hidrocarburos por ejemplo.

Argentina es un país altamente dependiente de los combustibles fósiles; sin embargo, sus condiciones geográficas, geológicas y climatológicas le otorgan una amplia riqueza en recursos naturales, lo que a su vez representa un inmenso potencial para generar energías renovables.

En el Congreso de la Nación se aprobó en el 2017, la Ley  27424, está faltando su reglamentación que promueve la GD en el territorio nacional. Y si bien muchas provincias ya han avanzado con legislación propia, es necesario que desde el Ministerio de Energía de la Nación se implemente un plan de promoción para avanzar con las instalaciones.

 

Los puntos más importantes alrededor de los cuales se debatió la Ley son:

  • El instrumento tarifario, es decir, cómo y cuánto se le pagará al usuario/productor por la energía que genere y vuelque a la red.
  • Los actores intervinientes, es decir, cuál será el límite en la capacidad de generación permitida.
  • Los fondos que financiarán el programa de promoción.
  • El impulso a la industria nacional.

 

Para trabajar ahora en Santa Cruz es necesario que nuestros diputados elaboren un anteproyecto de energía distribuida a partir de las energías renovables para arribar a ciudades autogeneradas.

Desde el punto de vista regulatorio, la “generación” no es servicio público y solo es “competencia nacional” en el supuesto que se genere para el “interconectado”.

Caso esto no suceda, (genere para interconectados provinciales o en el ámbito de una municipalidad), su regulación y competencia, pasa a ser provincial o municipal, según sea el caso.

Esa es una de las principales razones, por lo que “la generación distribuida” es atractiva para los ámbitos provinciales y municipales, pero no para la Nación (porque no la puede regular, más allá de que existe la Ley 27424/17 (a la fecha falta la resolución y su reglamentación).

La posibilidad de generar por lo menos una matriz alternativa, a partir de la generación distribuida, es explosiva, en movilización de recursos locales, desarrollos de pymes, además de brindar una solución real para ahorro energético, generación limpia, desarrollo rural en puntos alejados, radicaciones industriales y otros.

Además de ello, esa misma matriz, permite crear soluciones muy interesantes, en el desarrollo de los conceptos de POBREZA ENERGETICA, como DERECHO HUMANO FUNDAMENTAL, permitiéndole soluciones reales a los ámbitos municipales.

Detalle de algunos oficios, según la necesidad del mercado laboral anticipada en  la Generación Distribuida a través de las Energías Renovables.

1. Instalador de eólico de baja potencia

2. Mantenimiento de eólico de baja   potencia

3. Instalador de plantas de biogás y biomasa

4. Operador de plantas de biogás y biomasa

5. Gasista matriculado, (con orientación de eficiencia energética)

6. Especialista en fibra de vidrio

7. Especialista en fibra de carbono

8. Mecánico de máquinas viales y automotor de híbridos

9. Instalador solar térmico (gasista matriculado 50.000 Kcal)

10. Instalador fotovoltaico (electricidad industrial nivel I y II)

11. Instalador de generadores eólicos de baja potencia ( 500 W a 250 Kw)

12. Instalador de micro turbinas hidráulicas.(500 W a 250 Kw)

13. Instalador de turbinas de vapor, y calderería.

14. Cursos de soldadura industrial

15. Inspector de soldaduras industriales

16. Especialista en aislaciones térmicas

17. Refrigeración solar térmica, refrigeración frio-calor.

18. Montador de construcción industrializada construcción en seco

19. Matricera y moldeo

20. Mantenimiento general

21. Soldador de membranas geotextiles

22. Tornería

23. Bobinador

24. Mecánico electrohidráulico

25. Mecánico electro neumático

26. Mecánico naval. (Con tecnologías hibridas)

27. Mecánico aeronáutico (especialización en helicópteros, aviones, planeadores y drones)

28. Piloto de drones (especializado para relevamientos de terrenos, seguridad de redes, relevamientos de catástrofes)

29. Herrería industrial.

30. Carpintería metálica (hierro y aluminio)

31. Carpintería estructural (madera)

32. Carpintería general (muebles y revestimientos)

33. Instalador especialista en recursos hídricos, riegos y canalizaciones (eficiencia en aprovechar el recurso agua)

34. Productor de alimentos orgánicos

35. Productor de piscicultura

36. Especialización en cultivos hidropónicos

37. Administrador eléctrico.

38.  Proyectar equipos y sistemas de energía renovables

39. Planificar el mantenimiento de las instalaciones de sistemas de energías renovables

40. Organizar y gestionar proyectos de energías renovables

41. Materiales biodegradables

42. Especialista en remediación y reparaciones ambientales

43. Especialista en tratamientos de aguas

44. Productor de algas, comestibles, tratamiento de recursos acuáticos

45. Especialista en tratamiento de suelos y residuos

46. Especialización en organización agropecuaria

47. Auxiliar Contable (Contaduría financiera básica).

48. Aprendiendo a aprender de lo aprendido.

49. Conferencias y seminarios cortos, de necesidades locales. (Análisis de mercados comerciales, análisis de panoramas socio ambientales, análisis de recursos regionales, etc.)

50. Supervivencia en ciudades ante desastres ambientales. (Sistema de módulos cortos)

 

Contexto

Durante la vigésima primera Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), las Partes aprobaron el Acuerdo de París con el objeto de reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza. En ese marco, los países reconocieron que el cambio climático es un problema de toda la humanidad y que, al adoptar medidas para hacerle frente, se deben de promover y respetar las obligaciones relativas a los derechos humanos.

El cambio climático ha sido reconocido como la mayor amenaza ambiental de nuestros tiempos, ya que genera diversos riesgos para la vida y el bienestar de los individuos y las comunidades alrededor del mundo. El quinto Reporte de Evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) provee de un panorama detallado de los cambios observados y predecibles derivados de este fenómeno que afectarán a la población humana, los ecosistemas naturales y el medio construido del que dependen, lo que a su vez tendrá un impacto profundo en el disfrute de los derechos humanos, como el derecho a un medio ambiente sano, a la salud, a la alimentación, al agua, a la vivienda digna, a la propiedad y, en última instancia, a la vida.

De ahí, la urgente necesidad de implementar medidas y acciones que mitiguen las emisiones de GEI; reduzcan la vulnerabilidad y aumenten la resiliencia  del ambiente a los efectos adversos del cambio climático. Todo esto en un contexto donde la quema de combustibles fósiles ha sido la fuente predominante para el suministro energético en el modelo de desarrollo actual y, por ende, la principal causa del rápido aumento de las emisiones de GEI, los proyectos de energías renovables resultan indispensables para avanzar hacia un desarrollo bajo en carbono.

 

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