“Boxing es mi casa”

Padre e hijo coinciden: “Boxing es mi casa”. En los primeros años recorrieron los pasillos del gimnasio de la avenida San Martín y ahora lo hacen a diario en el Polideportivo de la calle Provincias Unidas; cientos de anécdotas y vivencias recuerdan Héctor y Daniel Camporro.

Diecinueve años de la escuela

En 2019 la escuela de karate del Boxing cumplirá 20 años. Héctor Camporro recuerda cómo fueron los inicios: “Primero practicábamos en la cancha de squash tres veces por semana, cuando se empezó hacer el Polideportivo nos trasladamos a la calle San Martín, y una vez inaugurado el Polideportivo, contamos con nuestra propia sala, algo que el karate se ha ganado”.

“Mi señora y mis hijos Andrea, Mariano y Daniel me acompañan desde los inicios donde se ha formado esta linda escuela, de la que me siento orgulloso por todo el acompañamiento de mi familia que es toda la gente del Boxing. Este club es mi casa, me siento orgulloso de pertenecer a esta institución”. La historia de Héctor con el Boxing comenzó mucho tiempo antes, así lo recordó: “Mi tío abuelo y bisabuelo fueron los primeros garantes, en la década del ‘40, cuando se estaba haciendo el Boxing en calle San Martín esa historia la cuenta en su libro Carlos Zapico”, contó el Sensei.

De generación en generación

La familia Camporro es reconocida en el club y en el karate. Héctor inició este camino, al que se sumaron sus hijos Andrea, Mariano y Daniel, y ahora también sus nietos.

Daniel es uno de los que creció en el club; desde los 6 años practica la disciplina y ahora, recientemente recibido de profesor de Educación Física, se sumó al staff de Wellness. Daniel es reconocido en el karate siendo integrante en numerosas oportunidades de selecciones provinciales y nacionales.

Su padre y maestro, Héctor, cuenta: “Daniel lleva 19 años practicando en el Atlético Boxing Club. Él fue mi primer practicante cuando empecé con esta responsabilidad. Daniel ha logrado obtener la graduación de 3° Dan, fue muchas veces representante de Santa Cruz en torneos nacionales y también en su época ha logrado ser integrante de las Selecciones Nacionales. Luego de culminar sus estudios secundarios decidió ir a Capital Federal donde se recibió de Profesor de Educación Física, me dio la satisfacción de llegar a la graduación más alta que tiene la escuela y también logró su objetivo de vida que es tener su profesión”.

Daniel, por su parte, enfatizó: “Para mí es mi casa, venir todos los días desde hace 19 años. Estoy feliz de ser parte de la escuela de karate, y ahora aportando mi parte como profesor. El Club me abrió las puertas como practicante y también como profesor”.

“El Boxing es mi club, es mi familia; al igual que el karate que transmite eso, ser una familia”, dijo Daniel, quien repitió “para mí era natural venir al club a practicar, si no venía me sentía mal, es como cuando estás lejos de tu casa”.

Más adelante opinó acerca de la actualidad: “El club está muy bien, ha crecido muchísimo, en todos los aspectos. Incluso fui parte el año pasado de las primeras colonias de verano, fue lindo ser parte de esta experiencia, la primera para el club que ha logrado incorporar las colonias durante el verano”.

Daniel envió un mensaje a los practicantes: “A los chicos les digo que tengan ganas de venir todos los días, que se superen día a día que es un beneficio para ellos. Que la práctica la vuelquen a sus casas; como el respeto, la constancia y la superación”.

Una escuela que forma personas

El karate se vive, se siente, se respira en la familia Camporro. Héctor inculcó el amor a esta práctica deportiva a sus hijos y ahora sus nietos siguen el mismo camino. “Ver a mis nietos seguir el camino de su abuelo, de su padre, es un orgullo”, emocionado contó Camporro. “Mis hijos (Andrea, Mariano y Daniel) no eran unos simples practicantes; ellos me aguantaban todos los días desde las seis de la tarde hasta las diez de la noche; los chicos traían sus cuadernos y hacían sus tareas en los mesones redondos del salón de fiesta en la calle San Martín, llegaban muy cansados a casa, y gracias a Dios eso dio sus frutos”.

“Estoy agradecido a todo el Boxing Club. Bracalenti me abrió las puertas a la docencia, y luego cada comisión directiva que ha pasado nos ha acompañado en todo, siempre hemos transitado por el camino correcto, como karatecas que somos”, agregando: “Nosotros no somos más importantes que el Karate Do, tenemos que llevar el nombre del karate con mucho respeto, por eso el Maestro Mitsuo Inoue siempre nos dice que nos presentamos a una actividad milenaria y no tenemos derecho a manchar lo que otros maestros nos han enseñado. Con la premisa de Sensei Inoue de cuidar el karate eso es lo que transmitimos día a día”, señaló Héctor Fabián Camporro, quien actualmente es presidente de la Asociación Shoto Yuku.

“El 2 de marzo de 2019 cumplimos 20 años de continuo trabajo; en estos años hemos logrado insertar el karate en varias escuelas en la ciudad con el profesor Nicolás Camporro; que es mi primo hermano, también Profesor de Educación Física, en El Calafate, en Puerto San Julián bajo las órdenes de Santiago Torres que fue alumno de Emilio Pecchia, quien en fuera practicante del Atlético Boxing Club. Tenemos muchas cosas para festejar de estos 20 años”.