Identificación

Estudiantes fueron a Malvinas para nombrar la tumba de José H. Ortega

Alumnos secundarios de la localidad bonaerense de Balcarce viajaron hasta las Islas Malvinas para nombrar la tumba que contiene los restos del héroe riogalleguense. Estuvieron en la ciudad capital compartiendo charlas.

  • 12/02/2018 • 09:41
Los jóvenes visitaron el Centro de Veteranos de Río Gallegos.
Los jóvenes visitaron el Centro de Veteranos de Río Gallegos.

El viernes pasado catorce jóvenes del Colegio Nacional N° 3 Carmelo Sánchez, que resultó ganador del proyecto “Mis Huellas en Malvinas” promovido por la Fundación “No me Olvides”, arribaron a Río Gallegos y tenían como destino final las Islas Malvinas. Los jóvenes de la localidad bonaerense de Balcarce llegaron este sábado a las Islas para nombrar la tumba que contiene los restos del héroe riogalleguense José Honorio Ortega.

A través del Proyecto ADN que promovió el veterano de guerra Julio Aro, se pudo ubicar e identificar, entre otros, el lugar de los restos del héroe riogalleguense. Cabe mencionar que la Fundación “No me Olvides” es la impulsora de la investigación y el proyecto de realización de exámenes de ADN para identificar a los 123 caídos argentinos sepultados en el cementerio de Darwin, en Malvinas.

La misión de los alumnos es acompañada además por el veterano de guerra Daniel Cucci y la profesora de historia Mariana Rodríguez, quienes llegaron con el contingente a Malvinas a las 14:00 el sábado 10, tras pernoctar en Río Gallegos, donde participaron de un agasajo comunitario.

En la capital santacruceña fueron recibidos por la representante de la Fundación, Rosalinda Godoy, y por la Asociación Centro de Veteranos de Guerra José Honorio Ortega, para participar de una charla-debate en el Complejo Cultural Santa Cruz.

La gobernadora de Santa Cruz Alicia Kirchner, junto al vicegobernador Pablo González, dio la bienvenida a la delegación y le agradeció el trabajo realizado.

Próximo a partir hacia el territorio argentino usurpado por el Reino Unido, Aro compartió con Télam que “cada viaje a Malvinas es diferente. Uno allá se enamora y luego de esa experiencia ya no es la misma persona. Lo importante es poder ponerse en el lugar del otro”.

Luego de la charla-debate, los padres del soldado santacruceño, Sonia y José Ortega, compartieron una cena con los jóvenes en la que les contaron historias de su hijo, que tenía la misma edad que ellos cuando partió a la guerra y les agradecieron que trabajen por la causa Malvinas.

Cucci expresó que “la emoción es muy fuerte” al volver al archipiélago luego de aquellos días de 1982: “Mi deuda ahora es poder volver con mis dos hijos, de 21 y 24 años”, dijo a los presentes.

Godoy consideró que “recibir en esta casa a estos jóvenes es un orgullo, una satisfacción que nos da la pauta de que todo el trabajo humanitario que se llevó adelante nos sigue dignificando. Esta realidad nos da esperanza para el camino a la paz, como dice el lema de esta fundación”.

Los alumnos, que realizaron actividades solidarias durante más de un año en su comunidad de Balcarce, permanecerán en Malvinas hasta el próximo sábado, estadía durante la cual pondrán “de manera simbólica” el nombre del soldado santacruceño en el lugar donde descansan sus restos.

El proyecto para la recuperación de las identidades de los combatientes caídos tomó forma en 2008, cuando Aro y otros veteranos viajaron a Londres para intercambiar experiencias con excombatientes británicos, para poder ayudar a otros compañeros, reseña la fundación en el sitio http://nomeolvides.org.ar/proyecto-adn/.

El último día de la visita, el coronel británico Geoffrey Cardozo entregó un sobre a un excombatiente argentino y le dijo: “Ustedes sabrán qué hacer con él”, relata.

Cuando volvieron, hicieron traducir los documentos y en base a ellos realizaron el mapa del cementerio de Darwin, con los datos que habían sido recabados por ese militar inglés encargado de recoger los cuerpos en el campo de batalla, registrar las pertenencias que tuvieran entre sus ropas y darles sepultura.

Los soldados argentinos no tenían chapas identificatorias pero sí cartas y otros elementos que figuraron en este informe, y dieron muchos indicios para poder saber quién estaba enterrado en varias tumbas.

Una década después, la identificación fue llevada finalmente a cabo por el Equipo Argentino de Antropología Forense con la asistencia de la Cruz Roja Internacional.