Desaparición del ARA San Juan

Resistencia por Malvinas analiza denunciar por falso testimonio a los peritos

Así le manifestó a TiempoSur “Toni” López, integrante de la organización Resistencia por Malvinas. Además explicó que el ARA San Juan realizó maniobras en Caleta Olivia y viajes de bautismo. Por otra parte se conoció un documento que revela que el ARA San Juan había detectado la presencia de un submarino. El jueves se espera que Babi brinde su declaración testimonial. 

  • 31/01/2018 • 12:31
El capitán Balbi deberá presentarse mañana a declarar.
El capitán Balbi deberá presentarse mañana a declarar.

En la jornada de ayer el integrante de la organización Resistencia por Malvinas, Antonio “Toni” López, está en Caleta Olivia debido a que se presentará como testigo de la querella en la causa del submarino ARA San Juan, dialogó con TiempoSur para contar que están analizando la posibilidad de realizar una denuncia por falso testimonio. 
La cual sería contra los peritos que hicieron el informe, en el cual se establece que el submarino ARAS San Juan no estaba en condiciones de navegar. 
López además explicó que ese informe es falso, porque el ARA San Juan participó de varias maniobras en la ciudad de Caleta Olivia, sino también hizo viajes de bautismos a unos 80 metros de profundidad. 
“Ningún capitán cargaría en el submarino a gobernadores, senadores y diputados sabiendo que la embarcación no estaba en condiciones de navegar”, explicó.   

Documento secreto
El 9 de julio de 2017, a las 19:48, el ARA San Juan “detectó por audio el rumor sonar de un posible submarino nuclear”. El acercamiento de la supuesta nave de guerra del Reino Unido había sido “constatada una hora antes ya que se la tenía por registrador”. Por ese motivo, la tripulación que había zarpado de la Base Naval de Mar del Plata el 1° de julio, a las 15:00, recibió la orden de “disminuir los ruidos al máximo” y proceder “a grabarlo”.
Los tres sonoristas con los que contaba el buque argentino en esa misión -la anterior a la del trágico desenlace con la desaparición de 44 tripulantes y la embarcación- “coincidieron en la clasificación” del submarino, es decir que se trataba de un navío “nuclear”.
Las tres grabaciones de los ruidos del submarino que los acechaba tuvieron una duración de “10, 6 y 2 minutos” y fueron enviadas a la Armada Argentina. El dato hasta hoy se mantuvo en secreto.
No fue el único ocultamiento que realizó la fuerza, durante las horas de crisis que precedieron a la desaparición del ARA San Juan. A través de un “mensaje naval” con el sello de “SECRETO”, y fechado el 10 de noviembre de 2016, es decir un año y cinco días antes de su desaparición, el ARA San Juan había sido “limitado” en su “profundidad operativa” a solo “100 metros”. Había una razón: a una mayor profundidad “no permite garantizar su estanqueidad”, especifica el documento.
Por estrictas cuestiones de seguridad, los submarinos deben ingresar a un dique seco para las pruebas hidráulicas de válvulas de casco y tuberías cada 18 meses y realizar las verificaciones y reparaciones que aseguren su navegabilidad y que no se pueden hacer a flote mientras el submarino está en el agua.
El ARA San Juan no lo hacía desde “un tiempo sustancialmente mayor de los 18 meses previstos doctrinariamente”. Es más del doble del lapso recomendado por el fabricante de la embarcación. Por esa razón se limitó la “profundidad operativa” a 100 metros para garantizar la navegabilidad del submarino.
El “mensaje naval” titulado “Estado Operativo-Limitaciones” del ARA San Juan fue firmado por el capitán de navío Héctor Aníbal Alonso, jefe del Estado Mayor del Comando de la Fuerza de Submarinos y por el capitán de navío Carlos Alberto Acuña, Comandante de la Fuerza de Submarinos, entre otros.
Por entonces ese no era el único inconveniente que tenía el submarino ARA San Juan. “A partir del quinto día de navegación y al momento de querer propulsar en etapa 1 para comenzar la exploración en el área de patrulla, falló el sistema de propulsión, entrando recién en el tercer intento”. Según el reporte “Confidencial” de la Armada Argentina fechado el 14 de agosto de 2017, cuyos detalles se publicarán en varias notas, la falla de propulsión del navío “se mantuvo en toda la navegación”, esto es hasta el 19 de julio, día en que el submarino regresó a la Base de Mar del Plata.
El buque de guerra también navegaba con otra serie de inconvenientes, entre ellos la pérdida de “50 litros diarios de aceite”, lo que provocó “una disminución en los niveles en los reservorios del sistema hidráulico”.
Antes de desaparecer el ARA San Juan tenía a bordo “80 trajes de escape”, todos vencidos. Además, de las 100 pastillas que debía portar para la producción de oxígeno en caso de una emergencia, sólo había 14.

El jueves declara Balbi

El capitán Enrique Balbi deberá asistir mañana al Juzgado Federal de Caleta Olivia para declarar como testigo por la desaparición del ARA San Juan con sus 44 tripulantes. 
Sin embargo, no tendrá que estar acompañado por abogados patrocinante ya que el pedido de comparecencia no reviste el grado de indagatoria sino de testimonial.
Es probable que la jueza Marta Yáñez, le solicite testimonio de cuál o cuáles fueron sus superiores que redactaron los informes que el vocero naval difundiera diariamente a través de canales de televisión y otros medios periodísticos luego que el 15 de noviembre último se perdiera todo contacto con el submarino cuando navegaba a la altura del golfo San Jorge, tras haber zarpado desde Ushuaia rumbo a Mar del Plata.
Cabe recordar que el lunes, el cabo primero Humberto Vilte -timonel- y el teniente de fragata Juan Gabriel Viana -navegante- que conformaban la tripulación del submarino ARA San Juan y salvaron sus vidas porque se quedaron en Ushuaia,  prestaron declaración testimonial ante la jueza federal de Caleta Olivia Marta Yáñez y reconocieron que hubo fallas en el submarino.
El abogado querellante Luis Tagliapietra, presente en la audiencia, dijo que ambos admitieron que tanto en la última como en anteriores navegaciones el sumergible acusó algunas fallas, pero que ellos no las consideraron de peligro para la navegación. (Fuentes: TiempoSur, Infobae y El Patagónico)