Se viene un alza en los insumos

Los trabajadores como variable de ajuste para mitigar la suba del precio del pan

Se prevé un aumento que rondará el 15% en la materia prima de panificados, porcentaje que se verá reflejado en el precio final del producto. Desde el Sindicato de Panaderos alertaron que el comerciante tratará de que el impacto no sea brusco y de eso dependerá de achicar la planta de personal. 

  • 31/01/2018 • 09:46
Estiman que se vendrá un aumento en el producto final de entre un 7 y un 10%.
Estiman que se vendrá un aumento en el producto final de entre un 7 y un 10%.

Para las próximas semanas se vendrá un nuevo aumento en las panaderías, dado que se espera el aumento entre un 10 y un 15% de todas las materias primas utilizadas para la elaboración de los panificados. A nivel nacional los comerciantes y empresarios del rubro indicaron que harán lo imposible para mantener el precio de los productos en el mostrador aunque anticipan que algún tipo de aumento habrá. 
“Tenemos conocimiento de la suba y están especulando con el precio de la materia que ya subió un 10% en diciembre y ahora para febrero será de un 15%”, le indicó a TiempoSur Ernesto López, secretario adjunto del Sindicato de Panaderos de Santa Cruz.
Los comerciantes coinciden en que el porcentaje de aumento de los panificados en general está relacionado a distintos factores; mientras que la materia prima es la misma para todos, no todos tienen los mismos gastos. Asimismo, exponen que no es lo mismo una panadería en el centro de la ciudad y otra que se encuentra en un barrio o a las afueras; hay quienes deben pagar alquiler por el local mientras que otros son dueños; sumado a ello la boleta de luz y gas; entre otros factores, que todo se ve reflejado de manera proporcional en el porcentaje de aumento que el consumidor deberá abonar. Pero además en los últimos tiempos lo que comenzó a ser variable para el dueño fueron “los costos” de la mano de obra, es decir, los trabajadores. 
“Todo impacta en el producto final, pero están tratando (comerciantes) de absorberlo, y lamentablemente es a través de los despidos”, mencionó el sindicalista. 

Continuar abiertos 
López indicó que muchos dueños de panaderías están buscando el modo de abaratar costos, pero manteniendo igual (o acrecentar) la producción”. 
Precisó que ya en la zona norte de la provincia se registraron una serie de despidos en panaderías, en donde casi una veintena de empleados quedaron en la calle.
En Perito Moreno hubo 7 despidos; en Las Heras 8 despidos; Puerto Deseado 5 despidos; “y así en todas las localidades. Están achicando por todos lados”, dijo. 
Puntualizó que como gremio están dialogando constantemente con los trabajadores y empresarios para que los primeros no sean justamente la variable de ajuste para intentar mantener los precios. “Tratamos cómo podemos superar en conjunto esta situación porque es una problemática a nivel nacional. 
Se evalúa e intentamos que no impacte negativamente, pero el producto final se elevará entre un 7 y un 10%”.

Por qué el alza
El pasado 9 de enero la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA) anunció un aumento de hasta el 12% en el kilo del pan. Las causas tienen que ver, principalmente, con el valor de la harina y con la suba de costos de producción. “La industria del pan de todo el país viene sufriendo una pérdida continua de rentabilidad, de la que venimos alertando desde comienzos del pasado año”, indicó FAIPA en un comunicado, en el que remarcó además que “la situación se ha ido generando por los gravosos incrementos que han venido sufriendo desde hace dos años los servicios y tasas de electricidad, gas, agua y otros que la alcanzan, así como por la presión impositiva y previsional que al momento y pese a los anuncios aún se mantiene, igual que la escalada de precios de nuestros insumos, que no cesa”.
Según la entidad, muchos industriales “ni siquiera van a poder afrontar su pago, transformándose en un costo adicional imposible de absorber, y que repercutirá necesariamente en el precio del pan y de los demás productos que se elaboran en la panadería artesanal, con la consiguiente caída en las ventas”.
A este panorama se sumaría la “clandestinidad y la venta de panificados en lugares no autorizados por el Código Alimentario Argentino”, por lo que consideró que la industria “viene siendo arrinconada por una situación económica que roza con lo insoportable, mediando morosidad, cierres constantes de establecimientos y la pérdida de puestos de trabajo”.