Quita del subsidio

"Hoy quien sostiene el transporte público en la ciudad es el trabajador"

Nación notificó que este 31 de diciembre se corta todo tipo de subvención destinada al transporte de larga, media y corta distancia, noticia que le provocó un dolor más de cabeza a la Intendencia que aún no puede resolver cuál será el destino del servicio público de pasajeros.    

  • 30/12/2017 • 12:22
Rubén Aguilera, secretario general de UTA. (C.R)
Rubén Aguilera, secretario general de UTA. (C.R)

El pasado domingo 10 de diciembre durante el desarrollo del tradicional izamiento dominical el intendente Roberto Giubetich había anticipado que hasta el 1° de abril de 2018 se extendió el contrato con la empresa Montecristo para que siga al frente de la prestación del servicio de transporte público de pasajeros en Río Gallegos, momento en que además deslizó “vamos a ver cómo se puede subsanar el tema de los subsidios para poder exigir más a la empresa y no tener que buscar que los usuarios afronten el costo”, haciendo alusión a la quita de ayudas económicas por parte del Gobierno nacional al sector.

En este marco incierto y en donde las empresas están analizando de dónde sacarán el dinero para paliar subas anticipando muchas de ellas que serán en el costo del corte del ticket, Rubén Aguilera, secretario general de la UTA, indicó que de vivir un 2017 complicado, se vendrá un 2018 aún más difícil y con más ajuste. En diálogo con TiempoSur manifestó que los sectores de corta, media y larga distancia se verán perjudicados, siendo esta última la más golpeada porque de 2012 no percibe ningún tipo de subsidio. Sumado a esto, la llegada de las low cost generaría un castigo mayor. Indicó que de 32 rutas de larga distancia se recortó a 12.   

Sobre qué panorama avizora desde el 1° de enero, Aguilera expuso que ve complicado implementar la quita de subsidio que pretende el Gobierno, y expresó: "La ciudad de Río Gallegos merece un transporte público eficiente. Estamos convencidos que si anda es porque anda, y el mayor esfuerzo es de los trabajadores, más que la empresarial o política".

Puntualizó que hoy quien sostiene el transporte público en la ciudad es el trabajador, y éstos son los que están en una situación incómoda porque hay incertidumbre si hay una renovación o no posterior a los 90 días que se generó: "Que pasará después de eso no lo sabemos".

El gremialista deslizó que desconoce si esta situación de desconcierto es por una estrategia empresarial o entre la firma y la comuna, mientras que la variable de ajuste son los trabajadores y el usuario: "Tenemos que ser cautos y esperar", puntualizó, anticipando que en febrero o más tardar marzo ya se sentarán a dialogar para conocer la situación del transporte de pasajeros en la ciudad.

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