Informe especial

La democracia en duda

Un dirigente político, constitucionalista, historiadora y sociólogo opinan sobre la represión y graves incidentes afuera del Congreso de la Nación. La democracia frágil, deslegitimada, débil y en duda. El posible delito de sedición y el “espíritu de horda”. Por José Antonio Villanueva. 

  • 24/12/2017 • 11:41
“Desde 1983 la democracia fue frágil”. (Foto La Gaceta)
“Desde 1983 la democracia fue frágil”. (Foto La Gaceta)

El pueblo delibera a través de sus representantes, es la base de la Constitución Nacional y la democracia. Pero qué sucede cuando esta democracia no es necesariamente lo que debería ser o cómo un cree que debería ser. 
Los violentos desmanes y la represión afuera del Congreso de la Nación el día de la aprobación de la reforma previsional, inundaron de dudas al ejercicio de este sistema de organización social.
Un tema por demás complejo. Por eso, a continuación se exponen cuatro opiniones que solo buscan, por lo menos, iniciar la discusión sobre qué sucedió, qué sucede y si es posible, qué sucederá en una provincia con antecedentes similares, como el 29 de diciembre del 2011, cuando la Legislatura buscaba aprobar también una reforma jubilatoria.
Son opiniones, que para nada buscan sentenciar, sino al contrario, indagar  para conocer posturas, un ejercicio por demás “normal”, justamente en democracia.   
Romina Del Plá, diputada (PO/FIT) por la provincia de Buenos Aires, fue una de la larga lista de legisladores que pidieron suspender la votación de la reforma el pasado 18 de diciembre, debido a los graves incidentes afuera del recinto.
Su padre es Miguel Del Plá, referente del PO en Santa Cruz, y con una larga trayectoria política y de reclamos en la provincia.  

TS: ¿Hasta qué punto el reclamo pasa a convertirse en violencia y se justifica  por parte de organizaciones y sindicatos?

Del Plá: Lo que hubo el otro día fue una movilización de masas, no fue un movimiento de un grupo de exaltados. Siempre en un movimiento lógicamente hay gente que está más exaltada en que otra. En Santa Cruz tenemos experiencias en este sentido: hay que recordar el 29 de diciembre del 2011. No veo qué se podría diferenciar esa manifestación en nuestra Cámara de Diputados con lo que pasó en el Congreso. O lo que sucedió en abril del año pasado en la Cámara de Diputados donde estaban a los piedrazos de un lado en donde perdió un ojo un compañero, igual que ahora, que perdieron tres compañeros un ojo en la represión del otro día.
Para que también se vea la otra cara de la situación, porque los canales de televisión están muy enfocados en denunciar la violencia de los manifestantes, que al compañero nuestro, un jubilado de 64 años, el ojo lo perdió no por balas de goma, sino por un piedrazo de la policía.
Siempre si miras escenas del Cordobazo, hay jóvenes tirando piedras, y en todas las movilizaciones sociales de la historia, ha habido situaciones con fuerzas policiales o militares y del otro lado manifestantes no armados, que tiran  piedras. Naturalmente no es algo completamente ajeno a la lucha social, no se puede separar un grupo de violento de un grupo social.
No me alegra la violencia, soy tan pacífico como cualquier otro. Pero comprendo que en una sesión en donde a los trabajadores le están robando y gente está pasando hambre, es comprensible que las situaciones se desborden, y yo no voy a condenar al trabajador que se desbordó, voy a defender al trabajador contra la represión, esa es nuestra posición.


Esta persona, se hizo conocida disparando un mortero…

-No es un mortero. Es un caño que se utiliza para disparar bombas de estruendo que se usa en todas las movilizaciones.
En lugar de tirarlo para arriba, lo tiro para dónde estaba la policía.

¿Crees que él tenía una responsabilidad mayor o diferente al ser candidato de una partido político (para integrar el Congreso al cual le reclamaba)?

-Eso es materia opinable. Nosotros reclamamos que cese la persecución ya que no puede ser diferenciado de la protesta en general. Mecería una discusión política, pero no en el orden de la penalización criminal, que es lo que se está discutiendo ahora. 


Todavía, todos, desde la dirigencia política, hasta organizaciones y  sindicatos, ¿no aprendimos a vivir en democracia?

-El problema no es ese, sino le echaríamos la culpa al pueblo. Ocurre que la democracia está funcionando al servicio de los ricos y contra los pobres. No es creíble como un sistema que representación de la mayoría, porque aparenta que los representa, pero en realidad defiende a clases privilegiadas contra las más humildes, y eso le quita sustento, credibilidad y legitimidad a lo que es la  democracia. Esto explica por qué surge la violencia, es la raíz, porque la violencia no sale de un repollo. 

La violencia, como sostuvo Del Plá, no sale de un repollo, quizás la historia tenga alguna respuesta. Elida Irene Luque, es Licenciada y Profesora de Historia de la UNPA. 

TS: ¿La historia, avala lo que pasó en el Congreso, es decir, hay antecedentes que no deben extrañarnos o trasciende a esto?

Luque:- No tengo presente una situación similar desde hace bastante tiempo. A mi juicio, en esta instancia se está viviendo el avance neoliberal que es implacable, y es más grave aun porque otra veces esto se logró por la vía del golpe de estado, pero ahora es avalado por el voto, lo que hace más riesgoso es el hecho de que se implementen medidas antipopulares de un gobierno que ganó con un sistema elegimos s hace muchos años. Estar legitimado por la democracia, no significa que sea una democracia. Desde 1983 la democracia fue frágil, con el gobierno del Dr. Alfonsín que tuvo un boicot para que se fuera antes con el avance del capital financiero, y de esto existe mucha bibliografía, no es una opinión. Estamos en una democracia condicionada.

Pero no existe otro sistema alternativo a la democracia. 

-En el socialismo y capitalismo está la democracia, pero siempre condicionada. Y ni hablar de países que son cada vez más dependientes, que no cabe duda, si es que la había, que responde a los intereses de afuera, algo que no se veía hace años en la Argentina.
 
Entonces ¿qué queda por hacer?

-Se pueden hacer muchas cosas, pero que implica que se agravan las condiciones en que se está desarrollando este proceso. Primero deben existir partidos que realmente representen al campo popular. En algún momento el Estado va camino a ser un Estado de excepción, con medidas que ya vimos y el uso excesivo de la fuerza del Estado.
Es lo que uno ve, pero esto ya fue denunciado al comienzo del siglo XX, es muy viejo. El hecho de cercar, lo que viene a hacer la cámara más legal del sistema democrático, como es el poder legislativo, cercarlo con fuerzas de seguridad, sabiendo que el Estado tiene el poder monopólico de la fuerza, entonces sabemos qué pasará, sabemos cuál será la respuesta del otro lado.
Uno se pregunta cuál es el límite… Pero esto no es el 2001, porque el campo popular esta desmigajado.

(Nota completa en la edición impresa de TiempoSur)