Cultura

"Lo más maravilloso que me llevé del colegio fue justamente los recuerdos de los chicos"

Fue una de las frases que dijo a TiempoSur , el profesor Sergio Marcelo Gesto. Docente recientemente jubilado y que en esta charla apasionada y por momentos emocionante hasta las lágrimas, relató parte de la historia de su vida, de 37 años de docencia.

  • 12/10/2017 • 10:01

Como todos los jueves, en este espacio que TiempoSur dedica a conocer, recordar la historia de vida de los vecinos de nuestra comunidad que llegaron o nacieron en esta tierra santacruceña, nos comunicamos con el profesor Sergio Marcelo Gesto, un docente muy querido entre sus alumnos, principalmente del Industrial N°4, donde culminó su historia laboral en la institución que lo vio volcar su pasión por enseñar y transmitir conocimientos durante 25 años.

Tal vez, como muchas historias, que han pasado por estas páginas no seremos justos para relatarlas completas, pero en estas líneas trataremos de hacerlo y reflejar anécdotas, momentos que también marcaron su vida como docente y muestran el cariño de sus alumnos, aunque como él mismo reconoce "conmigo no aprobaban fácil".

Sergio Marcelo Gesto nació en Buenos Aires, es técnico mecánico y se recibió, en Santa Cruz, como Profesor Técnico Profesional. Vino a Río Gallegos en el año 1992.

En este sentido, Sergio comienza su relato contándonos que "siempre quise venir a la Patagonia" y nos recuerda que "hace muchísimos años había una propaganda que decía 'Argentinos marchemos hacia las fronteras’ que hoy seguramente no se acuerda nadie. Eran todas palabras porque no había ningún plan, no había nada. Pero a mí, me quedó siempre la idea de la Patagonia, me gustaba. En el año 90/91, empiezo a dar vueltas para ver cómo venir, yo ya estaba casado, tenía a mis hijos, quería venir a algún lugar de la Patagonia y empecé a recorrer las Casas de Provincias en Buenos Aires, en la de Santa Cruz me dieron un dato, me dijeron: mire está cerrando YPF y se está yendo muchísima gente de Santa Cruz y se va a necesitar gente. Ahí fue cuando me dije que iba a probar, tengo un amigo que es el Profesor (Oscar) Bonfili que es meteorólogo, él ya estaba viviendo acá, me comuniqué con él y me dijo venite, vivís un tiempo conmigo hasta que consigas trabajo, y vine para acá".

Y aquí nos comenta una situación que para él sigue siendo graciosa en sus recuerdos, "vine en micro, vine en una empresa que ya no existe. Parecía un micro, de América del Norte, que los muestran con las cajas, con las gallinas, parecía uno de esos porque venía todo el equipaje en el pasillo. ¡Era gracioso!"

"Llegué el domingo 29 de marzo, y el lunes empecé a recorrer los colegios, porque yo ya era docente, daba clases en Buenos Aires, y efectivamente era lo que me habían dicho. El primer colegio que visité, fue el 16 María R. de Battini, la directora Elsa Alí, a quien adoro, me dijo que justo necesitaba docentes. Yo llevaba mis papeles de toda mi experiencia, había dado clases siempre y siempre en Escuelas Técnicas, matemáticas, física. La profesora Elsa Alí me preguntó cuándo podía empezar. Y yo le conté que no tenía nada, entonces me dijo: ahora toca el timbre y entrá al aula. Así fue, la vicedirectora me acompañó y se quedó en el aula, lógicamente, para ver qué hacía yo. Y sí, les gustó mucho cómo daba la clase, entonces cuando termina la hora salgo y me pregunta qué horarios tenía libres, y le respondí que las únicas eran las que ella me acababa de dar; por lo que inmediatamente en dos días yo tenía las 36 horas".

"Mi señora Marta vino con mis hijos, vinieron el 18 de junio, mi hijo Esteban con 11 años y mi hija Estefanía con 2, llegó acá y al mes cumplió 3 años" agregó Sergio al asegurar que "y nos quedamos. Y no es que nos quedamos porque no teníamos otra, nos quedamos porque me gustó dar clases acá, me gustó el comportamiento de los chicos, me gustó -a pesar de los problemas- porque ahora se quejan del frío pero hace 25 años era más frío, y así fue cómo nos quedamos".

 

La Escuela Industrial  

 

En otro tramo de la charla con Sergio le preguntamos cómo ingresó al Industrial para dictar clases allí. "Estando en el Secundario 16, siempre estaba buscando horas o un cargo en el Industrial, cuando era ENET todavía, en un momento se dio la posibilidad porque había horas. El secundario 16 cambiaba de plan entonces me bajaban las horas, por lo que no fue demasiado dolor abandonarlo. Si bien fue mi primer colegio acá, yo lo adoro, no fue tanto el dolor porque me bajaban las horas ahí y me subían las de la ENET", precisó al recordar que "empecé en la vieja ENET, en la vieja estructura metálica, en el edificio de chapa; y lo hice durante 25 años. Siempre en teoría, materias técnicas, matemáticas y física".

 

Proyecto que se llamaba Aulas Gemelas

 

En este marco, Sergio recordó un importante proyecto que llevó adelante con sus alumnos del Industrial. "Cuando nadie conocía lo que era internet, porque no existía, existía la red ARPAC, desde el Industrial nos mandábamos mensajes o mails con un colegio norteamericano que estaba en Salt Lake City. Allí, tenían castellano y lo practicaban para escribir; lo que hacíamos con la profesora que estaba allá que sabía castellano, yo algo de inglés para leer sabía, nos intercambiábamos mensajes sobre matemáticas. Yo daba el proyecto con los chicos de primer año que yo tenía matemáticas en ese momento. Intercambiábamos problemas que tenían que resolver, nos mandaban problemas a nosotros y los teníamos que resolver".

Más adelante recordó un trabajo que llevó adelante con alumnos del IPEI -de donde también fue docente durante 10 años- y del Industrial.

"Trabajamos en forma mancomunada el IPEI con el Industrial. Es más, hicimos un campamento que fue el primero y único científico en Cabo Vírgenes de estudiantes, en donde hicimos meteorología, astronomía, comunicaciones radiales" y aquí hace un alto en su charla detallando "fue terrible porque ese fin de semana jugó el IPEI con el Industrial al fútbol. En el diario del lunes nadie entendía nada porque en la tapa salió la pelea que habían tenido, porque se habían agarrado a piñas en el partido de fútbol, y debajo en la otra mitad de la hoja decía lo maravilloso que había sido, porque realmente lo había sido, el campamento científico hecho por el IPEI y el Industrial", remarcó.

Y continuó contándonos que "yo soy radioaficionado. En ese campamento, hicimos una comunicación radial en VHF con la nave MIR, nave gigante que fue la predecesora de la estación espacial. Los chicos del IPEI manejaban inglés, los del Industrial hicieron la antena; yo tenía el equipo y teníamos en computación todo para calcular el horario en que pasaba la nave. Sabía que les respondían a radioaficionados, porque era una práctica que tenía la nave MIR. Entonces cuando pasó yo me presenté como radioaficionado, nos contestaron y los chicos del IPEI en inglés como así también los chicos del Industrial que sabían inglés pudieron hablar con los cosmonautas que en ese momento estaban en la nave MIR".

 

Un hecho que le quedó marcado

             

Si hubo algo en todo el relato que hizo Sergio, que quiso destacar, fue un hecho que aún en el momento que lo contó, lo hizo con emoción hasta las lágrimas. "Hay algo que siempre me quedó marcado, yo tengo la chapa más importante y que no existe en ningún listado de puntaje. Hace varios años tuve un accidente muy grave. En ese momento los chicos del Centro de Estudiantes de aquel momento, pusieron una guardia permanente en el Hospital para ver cómo salía yo. El doctor me operó, salió y le dijo a mi familia y todos los que estaban esperando: hice todo lo que pude más de 3 horas de vida no le doy.

Caí en coma, salió el médico de terapia intensiva, no se vayan muy lejos que es más de hoy no pasa. El chico que estaba de guardia llama a los otros y fueron a ver al que estaba como director en ese momento, Sergio Barría, y le dijeron tiene que hablar con la familia porque si Gesto muere, que lo velen en el Industrial porque él se tiene que ir del Industrial con sus alumnos.

Me salvé y ahí me empezaron a decir que era Gesto inmortal, quedó en la historia del colegio que yo era inmortal. Y cuando otro accidente, como los chicos sabían que yo no faltaba o si faltaba les avisaba, ese otro accidente fue yendo hacia el colegio, y no llegué. Cuando vieron que yo no llegaba, dijeron salgan a buscar a Gesto porque algo le pasó. Y efectivamente, estaba a cuatro cuadras del colegio, siempre iba en moto, me habían atropellado. 

Son historias que quedaron grabadas para mí porque me emocionan mucho".

 

Mensaje para los jóvenes

 

Finalmente, le pedimos a Sergio un mensaje para los jóvenes y en este sentido aseguró: "Lo más maravilloso que me llevé del colegio fue justamente los recuerdos de los chicos.

Que sigan estudiando, que sigan adelante, que hagan proyectos.

Que los quiero mucho a todos, que hasta con los que he peleado mucho, han sido algo muy importante para mi vida. Espero haber dejado algo en su vida, como dijo un profesor mío de la secundaria, él decía que los docentes nos transformamos en inmortales porque quedamos en el recuerdo de nuestros alumnos.

Yo a ese profesor Silva, lo recuerdo siempre, y espero haber dejado ese mismo recuerdo en ellos. Aunque no se acuerden mi nombre, con haber dejado algo en sus vidas me siento más que gratificado".