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Es argentino y contó cómo es la estafa más grande que existe en Londres

Un tiktoker argentino contó cuál es la estafa más común que existe en Londres y sorprendió a todos al narrar su experiencia.

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Un tiktoker argentino que viaja por el mundo y es estudiante de intercambio develó cuál es la estafa más grande de Londres. El joven se cansó del "robo" en público y decidió hacer justicia y "mandarlos al frente". "Me querían muerto", dijo.

A través de su cuenta personal de videos, el influencer argentino contó a sus seguidores que esta práctica suele hacerse en puentes y lugares turísticos. Por lo manifestado recibió cientos de mensajes de felicitaciones.

"Panchi" es un influencer que comparte sus experiencias en los países que visita y sorprendió a todos sus fanáticos con una anécdota. Según explicó en el video que se viralizó, observó el trabajo de unos ingleses y decidió frenar su estafa a los turistas.

A través de su cuenta @banshh, contó que mientras caminaba por la ciudad, vio que un chico estaba haciendo un juego que consistía en adivinar dónde estaba la pelota entre tres vasos. Lo que le llamó la atención fue que, antes de empezar con la performance, notó que previamente había un círculo de personas alrededor.

"Es un juego de apuestas, si adivinás, duplicás y sino perdés la plata", dijo sobre el juego de la estafa. "Hacen como que están jugando, a veces ganan y pierden para demostrar que se puede ganar y perder", agregó el joven argentino.

"Vos ves de afuera y decís 'es la del medio, es la de la derecha' y estos chabones la pifian, ¡cómo la pifian si es obvio!", intentó explicar y resaltó que la idea es atraer a la gente para que jueguen.

"Si le pegás vas a perder plata igual, a menos que parés el vaso con el pie justo cuando para", añadió. El tiktoker contó que cuando el participante les da la plata y desvía su atención, los protagonistas cambian la pelota de lugar.

Por este motivo, se paró al lado de una señora que estaba dentro de la estafa y le preguntó en voz alta si no se sentía mal por aprovecharse de los turistas. "Me miraban con una cara de 'te vamos a matar'", siguió.

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