Ni Una Menos

Vivas nos queremos

En Río Gallegos, como en cada rincón de la Argentina, ayer se llevó adelante una nueva movilización en contra de la violencia de género. Organizaciones de mujeres, disidencias, políticas y sociales reclamaron por una reforma judicial feminista y Ley Integral Trans, así como también rememoraron a las víctimas de femicidios.

  • 04/06/2022 • 09:00

No fue un viernes cualquiera. El 3 de junio es un día en el calendario para salir a marchar. Pero no cualquiera. A lo largo y ancho del país miles de mujeres se concentraron en plazas y avenidas para exigir justicia y protestar en contra de los femicidios y la violencia de género en el marco del séptimo aniversario de la primera marcha Ni Una Menos.

Como sucede de forma anual los colectivos feministas acordaron, en un documento, reivindicaciones que van desde una reforma que garantice el acceso a la justicia a las mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries y castigue el asesinato de mujeres, y pidieron la aplicación en toda la Argentina de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

En este marco de lucha, pero con diferencias en este 3 de junio, dos columnas se concentraron y se movilizaron por la capital santacruceña. Es así que en horas de la tarde, por un lado, se movilizaron desde el Plenario de Trabajadoras y, por el otro, el Ateneo Feminista. Si bien hay coincidencias en los argumentos también tienen diferencias. La movilización del Plenario se concentró en la Avenida San Martín y Kirchner y marchó hacia el Tribunal Superior de Justicia, para luego trasladarse hacia la Comisaría de la Mujer. Finalizaron su protesta en Casa de Gobierno. 

Basta de violencia

Olga Reynoso (ATE) le indicó a TiempoSur que se trata de una lucha que se fue construyendo a lo largo de los años. “Venimos construyendo entre todos y nos parece que a siete años del Ni una menos, seguimos diciendo que hace falta presupuesto para bajar esas estadísticas que todos los días, meses y años conocemos y son lamentables”, indicó en primer lugar, haciendo referencia a los últimos datos conocidos sobre los femicidios.

“Hemos conseguido las leyes con mucha pelea y lucha, pero parece que eso no alcanza. Tenemos que plantear la seguridad y necesitamos profundizar las políticas públicas y eso se entendió. En Santa Cruz fue fundamental jerarquizar el Ministerio y dar una política de estado a la política de género para abordar los casos de violencia”, cerró Reynoso.

Por su parte, Natalia Gutiérrez, referente del Plenario, indicó que la Mesa está conformada por asociaciones independientes y gremios. “La violencia no ha cesado, se incrementa más y más a pesar de las medidas de salvataje que intenta imponer el Gobierno. Los ministerios que quieren imponer van a generar política concreta a las trabajadoras que sufren este gran flagelo que es la violencia de género”, señaló la integrante.

Además, Mariela Gamboa, trabajadora social que se desempeña en el servicio de salud mental y pertenece a la Mesa Feminista Independiente indicó: “Hay avances, pero no se materializa en el día a día, porque la mesa feminista sigue acompañando un montón de situaciones de violencia que padecemos las mujeres”.

Agregó que hasta el día de hoy “no hay una política pública clara para poder atender cuando hay una situación de violencia, y tampoco se puede visualizar en relación a la prevención y promoción”.

Gamboa explicó que si bien hay avances, la violencia de género sigue siendo un grave problema. “Se avanzó en el sentido que la violencia dejó de ser algo del orden de lo privado, de lo íntimo, por eso ya las mujeres están buscando ayuda y apoyo para poder salir de esa situación de sometimiento. Los procesos son lentos, si bien hay más información, todavía hay un montón de situaciones de las que no es fácil para la mujer salir”, expresó.