Psicología

Sobre disrupciones, problemas y trastornos del sueño en contexto de COVID-19

Conciliar el sueño es un problema tanto para quienes manifiestan temores y miedos durante la pandemia, como también para quienes padecen la enfermedad o la han padecido durante este año y medio. En esta nota, el presidente del Colegio de Psicólogos en Santa Cruz diferencia entre problemas de sueño y trastorno del sueño, explica sus manifestaciones negativas y aconseja qué hacer para reencontrarse con el buen descanso. 

  • 12/07/2021 • 12:03
Foto web ilustrativa.
Foto web ilustrativa.

Una de las manifestaciones negativas en la salud mental que tiene el COVID-19, deriva en que en algunas personas que lo portan o han padecido el Coronavirus, señalan que atraviesan por trastornos o problemas en el sueño. Este problema no solo trae aparejado el buen descanso, siendo que genera al mismo tiempo otros inconvenientes para un desempeño activo de la persona y otras enfermedades del sistema inmunológico y digestivo negativas para el cuerpo.     

Para reconocer las variables que atraviesan los problemas de sueño, TiempoSur dialogó con el licenciado en Psicología, Diego Gaitán, quien en principio diferenció entre un trastorno del sueño, como aquel paciente con ciertas características clínicas sostenidas en el tiempo que tienen que presentarse en un sujeto y que a pesar de otras condiciones no puedan solucionarse; frente a los problemas de sueño, donde advierte cuestiones transitorias, esporádicas, que tienen que ver con un elemento o situación detectable que pueda ser atribuible (como en este caso es el contexto de pandemia por COVID-19).

“Cuando decimos trastorno de sueño hablamos de una enfermedad que debe tener consulta psicológica, neurológica, psiquiátrica o médica”, expuso Gaitán, quien distinguió de los problemas de sueño que se dan para un enfermo de COVID que pasa por una situación de agitación, pérdida del olfato, gusto, taquicardia y aislamiento “todo un combo que afecta a la persona en sus hábitos y problemas en el ritmo circadiano”.  

Incluso, más tarde, el psicólogo dejó en claro que los trastornos pueden ser de dos tipos: dificultad para conciliar el sueño y dificultad para sostener el sueño.

“Sobre el primero hablamos de una persona  que tiene pensamientos, ideas y la ideación catastrófica de una situación triste, penosa y con un gran caudal de temor, lo que hace que la persona no tenga paz”, explicó. Para el profesional “lo que tiene que hacer en principio es eliminar todos los ´estímulos estresores´ que pueden estar impidiendo que la persona pueda conciliar el sueño, es decir, tomar café, alimentarse de manera excesiva, eliminar el alcohol, bajar las actividades diarias de la noche a lo mínimo (celular, televisor, series) para que la persona no esté tan estimulada”. Además, aconsejó tomar un té con miel, leerse un libro (como actividad cognitiva que produce un cansancio) y actividades que generen un insumo de energía durante el día, que lo lleven a estar agotado.

Respecto a conciliar el sueño, precisó que se trata sobre quienes logran dormirse rápido pero se despiertan en la madrugada, siendo que la pasividad de estar aislado lleva a que no sepa como sostener el sueño. “Lo mejor que puede hacer la persona es pedir ayuda al médico con estrategias para que la tos, flema y mucosidad no molesten su objetivo de dormir”, indicó Gaitán, para remarcar que deben tratar de no conectarse con las pantallas (televisor, PC, celulares), como un espacio que hay que restringirlo, ya que envía muchos estímulos que impiden tranquilizarnos.

Dormir bien es una función básica y vital del ser humano, sirve para resetear su día, descanso, el sueño hace bien, renueva, permite a las células mentales descansar y no estar estimuladas, tener un mejor día y estar más atento a las actividades y al propio cuerpo”, señaló Gaitán. Ante esto, insistió que “cuando hay un problema para dormir hay una manera de abordarlo y, cuando hay un trastorno, interviene un médico con un tratamiento o una medicación que pueda ayudar a conciliar el sueño”.

Para el psicólogo, dormir mal y tener problemas de trastornos en el sueño derivan en otros problemas de salud como irritabilidad, problemas y distorsiones cognitivas (para comprender situaciones complejas), problemas de memoria, atención y sostener actividades en el día que pueden provocar accidentes domésticos. Además de generar problemas estomacales o intestinales. 

En este contexto, el psicólogo pone en relieve que “en un contexto de COVID, donde la gente se estresa y tiene miedo” puede ser una manifestación habitual, por lo cual es importante para quien tenga familiares aislados, generar un sistema de acompañamiento con mensajes de texto, llamadas y presencia activa a disposición para cualquier necesidad ya sea mínima.  

“Todas las cuestiones en contexto de COVID se exacerban”, subrayó el licenciado Gaitán, y sentenció en que el paciente no debe tener miedo de pedir ayuda al respecto.