Leyendas de la Patagonia

San Gregorio: Un pueblo fantasma

La estancia ubicada entre Río Gallegos y Punta Arenas está cargada de historia. Luce como un escenario de película de terror, pero cuenta un importante capítulo de la Patagonia. Las leyendas que hicieron circular durante la última década sobre posibles apariciones.

  • 02/10/2021 • 06:15
Estancia San Gregorio.
Estancia San Gregorio.

En el año 1999 se estrenó la película “La bruja de Blair”, el falso documental casi amateur que mostraba cómo tres estudiantes de cine, viajaban al bosque de Blair a recopilar información acerca de una supuesta mujer maligna que secuestraba niños. En la era donde internet todavía estaba en pañales, quienes disfrutaron del metraje en cine o en VHS creyeron –porque así lo quisieron los productores- que se trataba de un caso verídico y que realmente los jóvenes habían desaparecido como se muestra en la cinta. Y ahora el lector se preguntará “¿qué tiene que ver esto con el título de este suplemento?”, siendo la respuesta muy sencilla. Si hoy se tuviera que filmar esa película en la Patagonia, la estancia San Gregorio sería un lugar ideal. Se trata de la estancia que todo ciudadano de Río Gallegos vio durante sus viajes a Punta Arenas, ya que se encuentra a mitad de camino entre ambas, en el lado chileno. En el país trasandino y de este lado de la frontera alimentaron durante años y años la creencia que en el lugar todavía rondan los fantasmas de los antiguos pobladores, casi cuidando lo que alguna vez fue su hogar y todavía se erigen en buen estado. Las estructuras se encuentran todavía en pie, pero han sufrido el paso de los años y el óxido ha ganado terreno en las estructuras de chapa, casi como en Silent Hill.

San Gregorio fue una de las mejores estancias que tuvo la Patagonia durante los años en las que funcionó. Durante su mejor etapa se dedicó a la actividad ganadera, con la producción de lana y la venta de carne ovina. Quien tenga la posibilidad de recorrer las estructuras, podrá ver que todavía sigue en pie el galpón de esquila y su armaduría. Fue la primera estancia fundada en la Patagonia en 1870, con una extensión de 91.805 hectáreas, mantenían 122.849 lanares, 387 vacunos y 401 caballares. En el año 2001, fue declarada zona típica de la Patagonia. Pasar por la estancia San Gregorio es recorrer la importante historia de la región magallánica, que se mantiene todavía ilustre y fascina aún a los viajeros de Río Gallegos como a aquellos extranjeros que tienen la oportunidad de recorrer el sector. Por las condiciones geográficas donde se emplazaban, se estableció este modelo de asentamiento territorial que reunía el área productiva con todos los servicios necesarios para la manutención de sus trabajadores. Dentro de su infraestructura destaca su grasería, invernadero, galpón de esquila, baño de lanares, herrería, bodegas, casas para el administrador, capataces, empleados y obreros, cocina, proveeduría, servicios sanitarios, capilla, enfermería, biblioteca, sala de estar para juegos, teatro, entre otros. Además, llegó a contar con un muelle propio y un ferrocarril, con el fin de trasladar y embarcar los productos de forma directa.

Se encuentra camino hacia Punta Arenas.

 

Historias de fantasmas

Como cada región de la Patagonia, hay mitos y leyendas en el lugar. El estado abandonado de las estructuras no hizo más que llenar las mentes de los viajeros con historias de apariciones y de antiguos pobladores que, a través de sus espíritus, continuaban cuidando lo que alguna vez fue su lugar de trabajo. Quizás la estancia cobró mayor notoriedad en el año 2010 con una fotografía que se hizo viral en la Patagonia e hizo que muchos ojos voltearan a ver a San Gregorio. En la misma, una joven viajera posaba junto a una de las estructuras para la fotografía. Detrás de la ventana se observa una figura fantasmal. El lector decidirá si cree o no en este tipo de cuestiones sobrenaturales, (quien escribe particularmente no lo hace y apela al rigor científico por sobre las supersticiones), pero que la imagen cobró notoriedad está fuera de discusión. "Dos visitantes argentinos que se encontraban de paso por la región durante la semana pasada, decidieron visitar el legendario lugar, donde a comienzos del siglo XX se erigió una de las más grandes y modernas estancias, que hace pocos años fue declarada Zona Típica, ya que es un hito de la época de gran auge de la ganadería en la Patagonia. Los visitantes tomaron una serie de imágenes a los galpones y edificaciones. Posteriormente, continuaron el viaje rumbo a su país, sin notar la insólita imagen que había en uno de los registros fotográficos", fue la noticia que publicaron los diarios chilenos al darse a conocer la imagen. “Personas aledañas a las ruinas de la estancia, aseguran que esta no es la primera vez que se han registrado sucesos paranormales. Una de las leyendas asociadas a esta espeluznante aparición es la de una señora de avanzada edad, de quien se presume vivió en las cercanías de la zona a principios del siglo pasado y habría muerto en trágicas circunstancias. Según quienes narran el mito, el fantasma de la señora se aparece a los visitantes del sector durante las noches neblinosas, identificándose como una vecina del lugar" es el relato desde Chile. Y allí volvemos al principio de este escrito. Volvemos a Blair Witch.

La foto que generó la leyenda.

Vapor Amadeo

El buque a vapor "Amadeo" se construyó en 1884 en Liverpool, Inglaterra, y en 1892 fue adquirido por la naviera Menéndez Behety, propiedad del Sr. José Menéndez. Fue utilizado para el abastecimiento de las principales estancias ganaderas, al no existir carreteras ni caminos en la región. Participó además en la búsqueda de barcos naufragados (raqueo) en el Estrecho de Magallanes. El buque tiene 36 metros de eslora y 6 metros de manga, originalmente pesaba unas 258 toneladas. Está varado desde 1932 en su actual ubicación, que está inserta en la Zona Típica Estancia San Gregorio. Actualmente el buque se encuentra en mal estado de conservación, por lo que la Municipalidad de San Gregorio tiene considerada la construcción de un muro rompeolas, con el objeto de evitar un mayor daño a la estructura, y de una explanada de estacionamiento y mirador en las inmediaciones del barco, con el objeto de ponerlo en valor. La embarcación tal como la estancia se encuentra cubierta de óxido y tiene su propia historia, alimentando el aura mística de San Gregorio y no haciendo más que sumar a una historia fascinante como tantas otras de la Patagonia austral.

El barco del lugar.